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La lista de agravios es insoportable...

No voy a calificar el nivel de violencia, el valor humano y social agredido, el volumen de dolor generado, el desconocimiento del otro, la imposición con agresividad, las vidas involucradas y el número de ellas que han sido cegadas... Las campanas doblan por todos. Trataré de compartir un listado de los sucesos que en este momento generan rupturas y sobre los que tenemos que trabajar para vivir en una sociedad más justa y distinta.

 

Sin olvidar, sin desconocer responsabilidades, en el marco del Estado de Derecho y con los instrumentos de una justicia independiente de por medio, necesitamos definir como sociedad hasta dónde llevaremos a cuesta esta sucesión de agravios, que agotan nuestra creatividad y en un momento que la agenda de la gente, demanda enfrentar la pandemia y superar la crisis económica. Reconozco que no resulta muy ortodoxo realizar un listado simple. Sin embargo, todas son situaciones conocidas y por otro lado, no hay otra manera de reconocer el volumen de problemas que tenemos en frente:

 

1. El Referéndum del 21 de febrero de 2016.

2. Las movilizaciones por el Código Penal Boliviano.

3. El absurdo fallo constitucional que reconoce la reelección de las autoridades como un derecho humano

4. Los 5 millones de hectáreas calcinadas en la Chiquitania.

5. El fraude electoral del 2019

6. Los 21 días de las pititas.

7. La presión y las renuncias de las autoridades del MAS, contrastado con el golpe de estado que sostiene el gobierno.

8. Las víctimas de Sacaba, Senkata, Montero...

9. El gobierno de transición constitucional.

10. Las persecuciones políticas/los asilos/los exilios/los juicios contra autoridades del MAS.

11. La instrucción de cerco a las ciudades primero/el bloqueo del oxígeno médico después.

12. La corrupción en la compra de respiradores.

13. La crisis de la salud y la economía durante el gobierno de transición.

14. El resultado de las elecciones nacionales y territoriales y la gobernabilidad.

15. Los nuevos juicios/el apresamiento de Jeanine Añez/el proceso a Arturo Murillo y los demás ministros y autoridades del gobierno de transición/las nuevas persecuciones.

16. El recrudecimiento de la pandemia, las vacunas insuficientes, la falta de oxígeno médico, de infraestructura hospitalaria.

17. La ausencia de diálogo, de encuentro, de soluciones concertadas a la economía...

 

Por otro lado, constatamos que se necesita una reconciliación dialéctica, que, partiendo, otra vez, de la justicia y el estado de derecho, la energía mayor se centre en las urgencias y en la construcción de alianzas, pactos, consensos para enfrentar la pandemia, la crisis económica, la gobernabilidad territorial; recordemos que en las capacidades de la sociedad boliviana está el instrumento de acuerdo desde la Tesis de Ayopaya en 1946, planteada por Walter Guevara Arce.

En ese marco de necesidades y demandas, no ha pasado desapercibido el encuentro de empresarios cruceños en el Chapare con el expresidente Morales. Ni la visita de Eva Copa a la CAINCO, las iniciativas que lleva adelante el vicepresidente para establecer espacios de reconciliación, la reunión entre el Gobernador masista de Cochabamba con su adversario político, Manfred Reyes Villa, y finalmente, el encuentro entre el gobierno, gobernaciones y alcaldías, para facilitar la compra de vacunas que salven vidas.

¿No será que por ahí viene el camino? Otro país está emergiendo, silencioso, despacito... ayudado por una crítica y creciente ciudadanía digital.

Parece, por las respuestas recibidas en las redes, que los niveles de desconfianza son muy altos. No creemos en el otro, en sus intenciones ni en sus palabras, lo que es un mal augurio si queremos superar el escenario de la confrontación.

Y una reflexión desde la política. ¿Todos estos temas se resolvieron definitivamente con el triunfo electoral del 54% recibido por el MAS? La respuesta es no, y además, aunque el otro 46% carezca de una expresión partidaria única que los conduzca, no resultaría la ecuación democrática el pretender desconocerlo; recordemos que ya ha existido una respuesta con el número de ciudades principales y gobernaciones administradas por las diferentes organizaciones de la oposición.

Estamos condenados a dialogar.


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