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¿Cuál es el problema?, ¿Dónde está el problema?

En esta lectura me referiré al problema “madre del borrego”, buscando la causa a la pobreza y al atraso de nuestra amada Bolivia.

Muchos culpamos a los gobernantes, a las autoridades que elegimos para que administren nuestros municipios, nuestros departamentos y nuestro país y perdemos de vista la causa del problema y al problema en sí y protestamos por las consecuencias de dicho problema.

No vislumbramos que la causa del problema es la pobreza de mentalidad de nuestra sociedad, pobreza del pensamiento organizado, pobreza en la forma de conducir nuestros sentimientos, nuestra actitud y en consecuencia la baja participación positiva en la construcción del bien de todos.

El problema es el mediocre nivel de educación o cuando menos la fuerte heterogeneidad entre buenos niveles de saber letrado y hasta ignorancia alfabética que sangra el dolor humano del que lo sufre y siente la desigualdad e injusticia en que vive. Este es el problema, la falta de una educación de calidad para todas, para todos y para toda la vida.

¿Por qué la causa de nuestra pobreza es la falta de una educación de calidad, para todos de “0” a Siempre?, porque si “cada sociedad tiene el gobierno que merece”, somos los ciudadanos en general que mediante voto elegimos quienes nos deben gobernar y ahí surge encumbrada la viveza criolla, de quienes se autoproclaman políticos (con honrosas excepciones) que ofrecen el oro y el moro, reparten dádivas, migajas con las que fácilmente se embauca a la población mayoritaria. Ahí saltan a la luz del pueblo estos administradores del poder que hasta parece que entienden que esta mediocridad, esta ignorancia, es la gallina de los huevos de oro que, cuidando sus intereses, no se atreven a matarla, dado que estarían destruyendo su propio sustento, su propio futuro.

¿Dónde está entonces el problema?, el problema está en el poder, al margen de las y los ciudadanos que, al ser hasta inocentes portadores del mal, delegan con su voto al que más ofrece, al que más miente o al que más borracheras y prebendas da.

Después, cuando estos políticos ya son autoridades en ejercicio de sus funciones, los imposibles arrecian. Es cuando recién nos damos cuenta que fuimos engañados, que fuimos estafados en nuestra buena fe. Así nos la pasamos la vida de tumbo en tumbo por no ser una sociedad culta, humana y protagonista del bien común.

La población descontenta, gana las calles y con actitudes hasta irracionales proceden a destruir caminos, puentes y bienes que con su perdida se agravan los problemas y cada vez nos vemos en menos posibilidades de salir del pozo. 

Para matar la gallina de los huevos de oro de los llamados políticos, se deberá usar el arma más poderosa contra la ignorancia, la educación; una educación que sea pública, gratuita, de calidad y para toda la vida y no la que siempre hemos tenido y seguimos teniendo hoy, dividida en fiscal, de convenio y privada; todo de acuerdo a la capacidad del bolsillo de los padres de familia. 

La Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, en su artículo 17 refiere que: “Toda persona tiene derecho a recibir educación en todos los niveles de manera universal, productiva, gratuita, integral e intercultural, sin discriminación”; pero a todas luces está demostrada su transgresión, toda vez que no concuerda con la práctica y al parecer, de no ser por reclamos y pronunciamientos dispersos, la sociedad boliviana en general no hace nada por su riguroso cumplimiento; por lo que ésta se hace cómplice del incumplimiento del primer derecho del hombre después del derecho a la vida.

Nunca estuve ni estaré de acuerdo en que “fregando” se arreglan los problemas; pues lo que sucederá, será que, fregando aún más, los problemas se agravarán y si se los resuelve a las malas, mal resueltos quedarán. Pero, ¿cómo haces en un colectivo, de ciegos, de sordos, de insensibles, para que te vean, te escuchen o te sientan?, al parecer los leones dormidos están despertando, cuando desde el anterior viernes los padres de familia salen a las calles a la cabeza de la presidente nacional de Juntas Escolares, Sra. Florencia Irahola, demandando que: “lo que se necesita en el país son “6.000 ítems y sólo se dotan 1.500, sin incluir las horas históricas, administrativas, ni para las materias de física y química, tampoco para el bachillerato técnico humanístico” (El País 17.05.2021).

No debemos permitir que se transgredan las leyes, los ciudadanos desde donde estemos debemos velar por su cumplimiento; dejemos pues de ser cómplices. Por siempre se hizo esto con la educación y por eso estamos como estamos.

El PROBLEMA es la falta de una educación pública de calidad para todos y para toda la vida, debido a la transgresión de leyes y normas de parte de las autoridades llamadas por ley. También el problema está en que la sociedad boliviana en su conjunto muchas veces es cómplice de esta transgresión e incumplimiento.


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