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Rol de los actores en educación regular

La manera tradicional de transferir conocimientos cara a cara entre maestro y alumnos, en Bolivia no pudo ser más desde el 10 de marzo 2020, cuando llega el COVID-19.

El protocolo del maestro explicando en un pizarrón o en un cartel con un pedazo de tiza o un marcador y el estudiante atendiendo y memorizando conocimientos se inviabilizó y hoy somos obligados a ejecutar las modalidades: semipresencial y a Distancia. Este cambio exige la participación activa de todos los actores, no siempre plena anteriormente, en el proceso de educción regular.

Los actores directos que siempre figuraban o se los tenía en cuenta declarativamente, aunque no siempre actuaban por comodidad, negligencia o falta de compromiso, eran: El Gobierno Nacional, los municipios, los maestros, los estudiantes y los padres de familia.

Ahora es cuando surge la necesidad cumplir medidas de bioseguridad y dar cumplimiento a los roles de cada uno de los actores de manera puntual, como sigue: 

El Gobierno Nacional:

• De acuerdo al Art. 17 de la Constitución Política del Estado, el Gobierno Nacional (G.N.) debe dotar de educación a todas y todos en los distintos niveles de manera universal y sin discriminación.

  Conforme al Art. 77 de la Ley de Educación No 070, la educación es función suprema y primera responsabilidad financiera del G. N. que tiene la obligación indeclinable de sostenerla, garantizarla y gestionarla de manera unitaria, pública, universal, democrática, participativa, comunitaria, descolonizadora y de “calidad”.

• El G.N. para garantizar la continuidad de las clases, debe proveer de plataformas y el internet a todos los ciclos de la educación regular.

Los Municipios:

• Deben dotar de locales escolares garantizando la bioseguridad: espacio que vele por la distancia social, agua potable, servicios higiénicos, jabón, alcohol, mascarillas, transporte y desayuno o canasta escolar.

•Facilitar la posesión de una Tablet, una computadora o un celular, asumiendo como responsabilidad propia la dotación de dichos equipos.

Los maestros:

•Facilitar el aprendizaje, en vez de la simple enseñanza memorística en una de las tres modalidades que mejor garantice la seguridad sanitaria por lo que deben hacerlo por intermedio de dispositivos electrónicos (computadora – Tablet – celular); mediante cartillas o asistir a las aulas escolares diariamente o en intervalos pactados previamente.

   Aplicar diversas metodologías activo-participativas con el apoyo de audiovisuales, elaborados por los docentes.

Los estudiantes:

 

Asumir cualquiera de las modalidades que serán definidas por los COED o COEM, asistir normalmente a clases y responder muy responsablemente al desafío del aprendizaje de acuerdo al grado.

Los padres de familia:

   Disponer de mucha voluntad, ganas (predisposición intelectual) para proveer a sus hijos estudiantes de: ropa, alimentación, material escolar, incluido algún dispositivo electrónico en caso necesario para que sus hijos estudiantes cuentan con las herramientas y los insumos necesarios para su trabajo en la construcción de sus propios conocimientos.

   Apoyarles a sus hijos estudiantes en el manejo y uso de sus herramientas de trabajo educativo y ayudarles a comprender aspectos y dudas que surjan en el proceso de aprendizaje.

• Tratar con mucho cariño, consideración, respeto y tolerancia a sus hijos estudiantes de los que en muchos casos es la primera vez que asumen el rol de facilitadores y de ayudantes del proceso educativo.

Para que todo vaya concatenado y se avance sincrónicamente a buen destino; los actores deben cumplir a plenitud su rol, sus obligaciones. Y, además deben están todos los insumos, donde deben estar, cuando deben estar, como deben estar y hacer exactamente lo que se debe hacer; Sólo así, la fórmula hacia el éxito cuaja y los resultados, sin duda, habrán de ser los que se espera. Este proceso se traduciría en un éxito total que se propende.

Si faltan profesores, si faltan suplementos educativos, si las plataformas no están a punto, si el internet es deficiente o inexistente, si los padres de familia no pueden o no quieren cumplir con su rol, si no se puede cumplir con el distanciamiento social, porque los locales escolares no reúnen las condiciones que ahora se requiere y, si no sé qué más no hay o falta; difícilmente se logrará el éxito que buscamos. Si tuvimos que salir como pudimos, ya es hora de hacerlo como debemos.

Al parecer, por ser un camino nunca antes andado, es necesario arengarnos con la máxima de Machado: “caminante no hay caminos, se hace camino al andar” y ponerle el pecho a la briza (ganas), porque esto es lo que nos toca vivir y seamos conscientes que estamos creando un nuevo paradigma educativo; mismo que, cuando hayamos adquirido experticia, nos daremos cuenta que por fin hemos salido del pozo en el que nos encontrábamos desde cuando nació en el mundo la escuela pública (Prusia – Alemania 1794).


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