Necesidad de una educación integral

En el año 2015, la Lic. María Martínez Mita, Directora Ejecutiva del Observatorio Plurinacional de la Calidad Educativa (OPCE) de Bolivia, nos invitó a un Seminario Nacional de Evaluación, precisamente, de la Calidad Educativa, el mismo que se realizó en la ciudad de La Paz.

A este evento asistimos con el Lic. José Antonio Salas, representando a la plataforma ciudadana “Educación de Calidad Para Todos” de 0 a Siempre; y nos tocó hacer nuestra exposición respecto al tema de educación integral, la misma que la centramos en las inteligencias múltiples identificadas por Howard Garner.

Al consumar nuestra presentación, demandando la necesidad de una educación integral y no sólo usar las inteligencias lingüística y lógico matemática, que es lo que hace la educación tradicional, con lo que se educaría parcialmente al estudiante, al no usar las otras seis inteligencias; un licenciado que asistió de la Universidad de Sucre, pidió la palabra y dijo: “Lo que los tarijeños nos están diciendo (poniéndose las manos sobre los hombros), es que estamos educando de acá para acá (indicaba, de los hombres hacia la cabeza), y lo que debemos hacer es educar el cuerpo entero, concluyo”.

Y claro, como sabemos, la persona humana tiene cuerpo, alma, espíritu, sentidos, conocimientos logrados en su diario vivir, necesidades, expectativas, sentimientos, competencias, actitudes, etc. En otras palabras, son muchos requerimientos y expectativas que debe desarrollar y satisfacer por medio del constante aprendizaje y, muy lamentablemente, la educación tradicional tiene como propósito almacenar (entre comillas) saberes en la mente. Es decir, memorizar fechas, normas, reglas, conceptos, cantidades y hasta enciclopedias enteres, para repetirlas por saber propio. 

En Punta del Este - Uruguay, se llevó a cabo La Primera Cumbre Iberoamericana en honor a la Calidad Educativa, a la que asistieron rectores y directores de las más destacadas universidades e instituciones educativas de habla hispana. También estuvieron presentes académicos de Portugal, Brasil y Estados Unidos de Norte América. En este evento se analizaron los avances más significativos de educación; donde le otorgaron, a Miguel Ángel Cornejo el Premio Iberoamericano a la Excelencia Educativa 2005, entre otros premios y de toda su exposición de este eximio pensador, apropio para la esta lectura, lo siguiente:

“El 96% de los humanos tenemos las mismas posibilidades de éxito, pero no las mismas oportunidades”. 

“Son tres los derechos universales del ser humano, desde la Revolución Francesa del 4 de agosto de 1789: 1.- Derecho a la prosperidad. 2.- Derecho a la paz. 3.- Derecho a la felicidad y, denunció que sólo se educa para la prosperidad, para ganar mucha plata, para ser autosustentable y no nos educan para la paz, el perdón; tampoco se nos educa para la felicidad; esta se sabe, sólo cuando estamos enfermos y encontramos sanación o cuando tenemos alguna agradable sorpresa”. 

 Ahora bien, en nuestro medio, dado que no hay mucho trabajo; parece que para hacer realidad el derecho a la prosperidad; los estudiantes y los profesionales, tienen que incursionar en la llamada política. Empiezan a hacer sus primeras armas en los directorios estudiantiles, luego pasan a otros comités del medio como el comité cívico, de donde saltan generalmente a puestos políticos partidistas, con honrosas excepciones desde luego. Así es como se puede asegurar no sólo prosperidad, sino también poder y bienestar.

Si se nos educaría para la prosperidad, para la paz y para la felicidad; se abrigaría la esperanza de crear personalidades más íntegras, más éticas y morales; políticos con propósitos de lograr el bien para todos y no sólo el bien de su grupo, de su llamada militancia. En ese caso, no habría menos que felicitar a quienes son políticos de verdad.

Entre los políticos de verdad a nivel mundial, tendría que mencionar a Martin Luther King, Nelson Rolihlahla Mandela y Mohandas Karamchand Gandhi, los mismos que por la talla de líderes políticos; seguramente sus historias son muy conocidas y son grandes sus lecciones de vida. Estas son, ciertamente personalidades que no estuvieron motivados por: ¡cómo ser prósperos!, ¡cómo ser ricos!, ¡cómo ser poderosos! Pasaron las de Caín y nunca renunciaron a su vocación de servicio al prójimo, fueron líderes para servir, no líderes para que les sirvan.

En el XVII Encuentro Latinoamericano sobre educación “Libertad de Educación para el Desarrollo de los Pueblos” (Cochabamba 26 -27 de septiembre 2014), se reafirmó que educar no sólo es proporcionar conocimientos científicos, sino desarrollar valores y que: “Educar no sólo es informar, sino estructurar personalidades éticas, morales, creativas, cívicas y paternales”; por tanto, no se educa sólo en torno al intelecto sino también en torno a la formación como persona íntegra en sus diferentes dimensiones: cognitiva, social, ética, moral y emocional.


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