No cambiemos todo que finalmente no cambia nada

En materia educativa, Martha Huanca Apaza comparte la siguiente información: En Japón se está probando un revolucionario plan piloto, para formar “ciudadanos del mundo” y no sólo japoneses. Este plan se denomina” Futoji no henko” (Cambio Valiente). Es un cambio conceptual. Entenderán y aceptarán diferentes culturas y sus horizontes son globales, no nacionales. Su programa de 12 años estará basado en conceptos; cero materias de relleno, cero tareas y sólo tiene 5 materias: Aritmética de Negocios, Lectura, Civismo, Computación e Idiomas.  

 Los resultados que esperan son:   

-Los jóvenes de 18 años hablarán 4 idiomas, conocerán 4 culturas y 4 alfabetos.  

-Serán expertos en uso de sus computadoras y celulares como herramientas de trabajo.  

-Leerán 52 libros cada año.  

-Respetarán la ley, la ecología y la convivencia.  

-Manejarán la Aritmética de negocios y finanzas, al dedillo”.  

 Puedo advertir que no tendrán necesidad de enlatar o cuadricular estudiantes ni automatizar recursos humanos; sino que, sean como lo declara el mismo modelo: ciudadanos del mundo, expertos en el uso de computadoras y celulares, que sean amantes-apasionados por la lectura; respetuosos de la ley, de la ecología y la convivencia social/humana;  que maneje la aritmética de negocios y finanzas con dominio y que, hablarán 4 idiomas, conocerán 4 culturas y 4 alfabetos, del mundo, al graduarse de bachilleres.  

 Metodológica o pedagógicamente, habrán de recurrir al autoaprendizaje, al autodidactismo, como camino a una educación permanente para toda la vida. Cada estudiante creará su propio saber, conforme a cuál fuere el motivo a la acción (su motivación), su vocación y escogencia laboral. Cada estudiante elegirá el tema, planteará una hipótesis, desarrollará la investigación, descubrirá, redescubrirá, inventará y formulará las conclusiones científicas que corresponda.  

 Lo que me llama poderosamente la atención, es que es “Japón”; un país que, según los Ranquin PISA, siempre está en los primeros puestos del mundo en calidad educativa. Además, quien no sabe en el mundo lo que es Japón en economía, tecnología, salud, vida digna, etc.; y que haya decidido ¡cambiar su paradigma educativo!; no se trata de CHAPAPARRAPI o de algún reservorio originario del mundo, por decir algo.  

La pregunta que me atrapa es: ¿Qué nos queda entonces a nosotros que seguimos con el modelo de 1794, el memorismo bancario y repetitivo de la escuela prusiana? ¿Tenemos que seguir montando en este caballo que ha muerto por viejo (el obsoleto modelo educativo actual) ?, ¿Remendar/parchar la casona obsoleta que se derruyó? Me parece que esto es para pensarlo muy profundamente y salir por los fueros de un nuevo modelo educativo para Bolivia. Basta de obsolescencia educativa.  

 Albert Einstein dice: “Una locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”. Si buscas resultados distintos, no sigas haciendo lo mismo y hasta con los mismos; lo que hará que siempre estemos en el poso en el que nos encontramos, haciéndonos el jaraquiri y peleando por lo poco que queda aún de recursos y medios, sin esperanza alguna.  

 Si como Dice Celso Charuri: “Es el hombre el que hace al mundo y no el mundo el que hace al hombre” y como está demostrado que, el capital humano es el capital de capitales; porque es quien crea empresas, genera trabajo, hace la vida y también la pueda deshacer; formemos al hombre de manera integral; tanto en lo físico, en lo intelectual, en lo moral, en lo político, en lo actitudinal, en lo espiritual, en el pensamiento y en la actitud (educación) para un mejor futuro de progreso, de paz y felicidad que vienen a ser, precisamente, sus tres primeros derechos del ser humano: derecho a la prosperidad, derecho a la paz y derecho a la felicidad”  

 Cambiando la manera de hacer educación, cambiaríamos todo lo inherente a la vida: en producción, en salud, en economía, en política, en tolerancia, en amor al prójimo, en solidaridad, en equidad, en tranquilidad, en paz con revolución o transformación constante y, en suma, en algún mejor grado de felicidad, en general.  

 Los países que priorizaron en serio, no sólo dicen por decir, la educación; dejaron la miseria y la pobreza y se encuentran a la cabeza de las sociedades exitosas. ¿Por qué los bolivianos no lo podríamos hacer?; tomemos esta bendita decisión, si queremos mejor la vida para niñas, niños y jóvenes (señoritas/varones), personas en edad madura y hasta para provectos.


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