¿Ahora qué?

Ya nos embarrancamos con el covid-19 y, por si fuera poco, ahora, nos tiramos más al fondo de precipicio, respecto a educación, con la clausura del año escolar, que al final no está claro si es cierre académico administrativo o es clausura del año. Como se llame, definitivamente, los alumnos del sistema regular ya pasaron de curso y los que estaban en la promoción, ya son bachilleres. Así de fácil.

Nunca hasta ahora, ni pensé, que el desastre también podía ser una solución; lo que quiere decir que si se tiene problemas graves; puede ser una solución, quitarse la vida. Muy fácil, pero cruel y deshumana decisión.

Tenía la seguridad que los gobernantes son para gobernar, para solucionar problemas, para ver por los sagrados intereses de la nación y no para crear o ahondar problemas. Tenía seguridad que con tanto patriotismo que se auto congratulan; ciertamente estaban para pensar y actuar por los sagrados intereses de la patria, por el bien común. De manera que, no comprendo cómo no se pensó ni por un segundo y cuanto se afectaba al mayor capital de una nación, como es el capital humano. El capital humano, las personas, son los recursos más preciados que hacen el bienestar económico, político, de salud, social, artístico y cultural y de la vida en general de un país, de una nación y cuanto más capaces, competentes y responsables, éticos y morales sean como personas; más capital será y más rica será la nación.

Pareciera haber calado muy profundo la idea de doctorar la ignorancia y como dice Aníbal Troilo Cualquiera es un señor; cualquiera es un doctor; Lo mismo un burro que un gran profesor. No hay aplazados; ¡Que va haber!; eso era en el siglo XX; pero ya estamos a 20 años del siglo XXI y yo pensaba que, de ese pozo, nuestro desafío era salir; pero nunca pensé que tendríamos que meternos más adentro, aún.

Creo que aún no es tarde para recapacitar y todos sacar a relucir cuanto de cerebro pensantes somos los bolivianos, todos; absolutamente todos; unidos y revestidos por los colores de la wiphala, símbolo de los pueblos originarios de nuestro territorio y de la bandera tricolor (rojo – amarillo – verde), de nuestra patria Bolivia, nos esforcemos alma, vida y corazón por construir una vida más civilizada, más digna, más justa y de bienestar para todos, sus habitantes y estantes.

Recordemos que la educación es derecho y tarea de todos, sin preterición de ninguna índole y que en consecuencia siempre debió ser un pensamiento político e ideológico; por eso alguien dice que, EDUCACIÓN es igual a POLITICA, escrita con mayúscula; no politiquería o la llamada política que diferentes partidos hacen, pensando en el bien, al parecer, sólo de sus militantes. La Educación debe ser POLITICA DE ESTADO y no política de un llamado partido político, cuyas acciones duran y valen mientras están en el gobierno; luego, “Muerto el perro, muerta la rabia.

Dentro de este marco, siempre debió, debe y deberá cumplirse a pie juntillas el Artículo 77 de la Constitución Política del Estado, actual, que dice que “La educación es la máxima función y responsabilidad política del Estado” y en tal caso destinarle el máximo presupuesto necesario y posible para tener una educación de primera, con maestros de primera que tengan un salario de primera.

Y, ¿ahora qué? Debemos sacarle ventaja a la crisis, para imaginarnos lo mejor, mejor de un paradigma educativo que reemplace al caballo viejo de 1794 (la escuela prusiana), que ha muerto hace años y cambiar este modelo obsoleto y anacrónico tras misivo, memorista y repetitivo; por un modelo en el que aflore el funcionamiento de nuestro cerebro, sepamos cómo usarlo para no usarlo a las patadas que, al igual que una computadora; si no la sabemos usar no podremos aprovechar sus bondades; pues, porque si la manejamos a las patadas, lo más probable es que la destruyamos y que no nos sirva para nada. Al darnos cuenta de esto, aprontémosle al cerebro los estímulos necesarios y suficientes para construir autónomamente nuestros conocimientos. Aprendamos a aprender utilizando todo nuestro ser y siempre pasando de lo objetivo a lo gráfico y de lo gráfico, recién a lo simbólico. No directamente a lo simbólico. Usemos la memorización lógica, en vez de la simple memorización mecánica.

Tenemos la oportunidad de hacer educación a distancia y de acuerdo a normas ya establecidas, como emergencia ante el COVID-19, que para la forma de educación que propongo en el anterior párrafo, aprovecha más opciones para el aprendizaje que el simple discurso y dictado del profesor; Debe definirse un eje central o común denominador entre las varias modalidades establecidas y tomar en cuenta la frase de Machado: “Caminante no hay caminos, se hace camino al andar”. ¡Vamos que podemos! El Gobierno debe dotar de por lo menos una herramienta necesaria para implementar esta nueva y variada forma de hacer educación.

Para información sugiero además pensar en el Currículo Móvil Des graduado, en las Escuelas Hogar y de manera general en la necesidad de instituir Educación Pública de Calidad Para Todos de 0 a Siempre. Poner en práctica la nueva consigna de la Pedagogía Contemporánea: “MENOS es MAS”, que quiere decir menos cháchara, menos paja, menos tiempo perdido y MAS efectividad, que se prefiera el aprendizaje significativo.


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