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Educación en tiempos de pandemia 1/3

El 5 de junio, reciente, se llevó a cabo El 1er Coloquio Internacional “Educación en tiempos de pandemia” Organizado por La Confederación de Trabajadores de Educación Urbana de Bolivia.

La Confederación de Maestros Rurales de Bolivia, la Fundación Formando vidas, Consejería Escolar U. Continua y Escuela Argentina de Neuropedagogía. En evento como panelistas Magd Roxana Fernández (Argentina) Lic. Isac Esquilin (Puerto Rico) Lic. Camila Sotelo (Perú), Lic. Néstor Condori Flores (Bolivia) y Prof. Jordán Segovia Gareca. Tuvo 36.583 vistas.

 

Considerando que puede ser de utilidad esta información para los amables lectores, me permitiré transcribir el texto preparado para mi exposición, la misma que se realizó por facebook y lo haré en tres segmentos que contienen la respuesta a las 8 preguntas planteadas.

 

1.- ¿Cuál es la realidad educativa y su cobertura? “La educación es el vestido de gala para asistir a la fiesta de la vida”. (Miguel Rojas Sánchez). A la luz de esta frase no hay nada invisible para los bolivianos respecto a lo que vivimos en nuestro país en política, producción, economía, calidad de vida, honestidad, respecto, solidaridad, amor al prójimo, amor y respeto a la vida, etc. Nos damos plenamente cuenta que nuestra realidad es triste, es muy preocupante y muy poco garante de prosperidad, de paz y de felicidad, que son los objetivos fundamentales del ser humano.

 

El modelo educativo nacido en Prusia en el siglo XVIII, es anacrónico; por no ser, precisamente, educativo, sino simplemente: enseñante, memorista, escolástico, dogmático y escolarizante; porque, consiste básicamente en que, el profesor memorice en su cabeza temas y hasta enciclopedias de conocimientos académicos y las trasvasije a la cabeza de sus estudiantes, que deben atender silenciosa y pasivamente, memorizarlos/as para reproducir en los llamados exámenes, como saber propio.

 

Ante esta descripción no resulta importante saber si son todos, muchos o pocos los que van o no van a la escuela. En algún informe encontré que en primaria se tiene una cobertura del 95% y que en secundaria la cobertura es del 78%.

 

Debemos preguntarnos cuánto les interesa a los niños y adolescentes estar en la escuela, cuando el Estado tiene que pagarles el Bono Juancito Pinto a fin que permanezcan en ella. Quizás mi apreciación sea más cualitativa que cuantitativa; pero considero que, en educación, la cantidad debe ser respaldada por la calidad.

 

2.- ¿La educación puede ser considerada un derecho alcanzado? Si consideramos que el primer derecho del ser humano es el derecho a la educación, después del derecho a la vida; en nuestro país no puede ser considerado un derecho alcanzado; por cuanto, nuestra sociedad no es si quiera medianamente letrada. Las campañas de alfabetización registran datos falsos de propaganda político partidista del gobierno, cuando se izan banderas blancas en diferentes localidades y regiones del país, como signo de erradicación del analfabetismo.

 

El Estado no destinó nunca el presupuesto necesario para hacer realmente educación y de la buena; siempre ha transgredido el Art. 77 de Constitución Política del Estado que dice “La educación es la más alta función y responsabilidad financiera”.

 

Bolivia ocupa el último puesto de latino américa, con un costo de 116$ por alumno; considerando un gasto el dinero que se asigna a educación y no se considera inversión real, como debería considerarse y hacerse. Se destina mucho dinero a gobierno, a defensa, a comunicación (publicidad partidista); se bota el dinero en elecciones primarias, en elecciones generales y hasta fraudulentas que, en formar y desarrollar el mayor patrimonio de un país, como es, el capital humano.

 

No se hace de la Educación, Política de Estado, como debería ser; sino política del gobierno de turno y con espejismos se pretende hacer creer al pueblo que se hace mucho, cuando se construyen edificios y casonas sin respetar la arquitectura pedagógica. Se construyen espacios para guardar estudiantes.

 

Como estamos, no se puede considerar un derecho alcanzado.


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