Nuestra vida silvestre

Un año más que pasa y vemos cómo el tráfico de fauna silvestre continúa siendo una amenaza para varias especies de animales en peligro de extinción. Hoy se celebra el Día Mundial de la Vida Silvestre, y bajo el lema “Garantizar el sostenimiento de la vida en la Tierra”, las Naciones...

Un año más que pasa y vemos cómo el tráfico de fauna silvestre continúa siendo una amenaza para varias especies de animales en peligro de extinción. Hoy se celebra el Día Mundial de la Vida Silvestre, y bajo el lema “Garantizar el sostenimiento de la vida en la Tierra”, las Naciones Unidas ha decidido aprovechar esta conmemoración para concientizar a la población sobre la importancia y el valor de la fauna y la flora silvestre para el planeta.

Según datos remitidos por las gobernaciones a la Dirección General de Biodiversidad y Áreas Protegidas, desde el 2011 al 2017 al menos 1.459 animales silvestres vivos fueron rescatados, decomisados o entregados de manera voluntaria a las autoridades del país. De este total, 483 eran mamíferos, 505 aves, 475 reptiles y seis anfibios. Además, las autoridades identificaron 85 puntos de comercio ilegal de fauna silvestre a nivel nacional, incluyendo mercados, ferias, fronteras, entradas folklóricas, exposiciones, tiendas, terminales de buses y aeropuertos, entre otros.

Estos datos evidencian que en Bolivia la fauna y la flora silvestre son empleadas de manera regular para captar ingresos de forma rápida, con poco esfuerzo e inversión, a través de acciones ilegales que vulneran el ordenamiento jurídico nacional. Por ello, la prevención, el monitoreo y el control del tráfico de animales silvestres resultan fundamentales para proteger la vida silvestre en el país y combatir los ilícitos que atentan contra nuestra biodiversidad.

En los tres niveles de gobierno (nacional, departamental y municipal) existen unidades gubernamentales encargadas de precautelar y preservar a los animales silvestres. Asimismo, se han realizado acciones sostenidas para evitar el tráfico ilegal. Sin embargo, estas políticas son insuficientes. Por ejemplo, en controles realizados días antes del Carnaval se decomisaron en Cochabamba aves y conejos que iban a ser utilizados para la confección de trajes folklóricos o para celebrar rituales, según informó el diario Los Tiempos.

El 2020 ha sido denominado el “Súper año para la biodiversidad” con el objetivo de promocionar la conservación y el uso sostenible de las especies de fauna y flora silvestre en el planeta, en respuesta a los desafíos mundiales de desarrollo sostenible que pueden abordarse mejor con soluciones basadas en la naturaleza. La concientización y, sobre todo, el cumplimiento de la ley deben garantizarse para detener la pérdida de biodiversidad en el país y en el resto del planeta.

* Es directora de comunicación de la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN).

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