La radio: creer sin ver

Defender la pluralidad es el tema propuesto por la Unesco para este 13 de febrero, Día Mundial de la Radio, proclamado por Naciones Unidas desde 2011. Indudablemente le cae como anillo al dedo al medio de comunicación que desde sus inicios dio paso a todos los idiomas, a todas las culturas;...

Defender la pluralidad es el tema propuesto por la Unesco para este 13 de febrero, Día Mundial de la Radio, proclamado por Naciones Unidas desde 2011. Indudablemente le cae como anillo al dedo al medio de comunicación que desde sus inicios dio paso a todos los idiomas, a todas las culturas; abrió espacios para que las poblaciones indígenas en todo el mundo, y en específico en Bolivia, hablen desde sus lenguas, con sus propios comunicadores, desde el lugar donde viven y bajo sus propias reglas. En las grandes ciudades o en las pequeñas comunidades, la radio es símbolo de compañía, capaz de acercarse hasta el interior de cada persona, y desde allí transportarla con la imaginación a donde indique la palabra, la música o los sonidos que esté emitiendo.

La diversidad de este medio ha hecho posible que, siendo comunitarias, barriales o nacionales, las radios transmitan desde edificios en el centro de ciudades, con altoparlantes instalados en una plaza o desde una barca navegando por los ríos de la Amazonía. Las radios más exitosas son aquellas que sin contar con grandes equipos tecnológicos tienen hombres o mujeres entregados a sus audiencias, profundos conocedores de ellas, de sus actividades, anhelos y esperanzas. En cada radio que sabe llegar a la gente está el locutor que se hizo famoso por ser un buen contador de historias, por poner en figurillas a las autoridades o saber divertir a quien le escucha con su chispa y buen humor.

A pesar de los avances tecnológicos y comunicacionales, la radio sigue siendo insustituible, cuando 22 días después del accidente informa sobre el hallazgo del cuerpo de una jovencita víctima de una riada en Sorata. O desde el lugar mismo de los hechos da cuenta del accidente de un minibús de transporte público en el que murieron 14 personas en La Cumbre en La Paz. Todavía la radio hace vibrar cuando uno escucha en el bus la transmisión del partido entre la selección boliviana y la de Brasil; es mucho más emocionante porque de por medio está el sentimiento de quien cree sin ver.

Este año la Unesco propone abogar por el pluralismo en la radio; es decir, que se fomenten a las emisoras públicas, privadas y comunitarias. Así como la diversidad en la conformación del personal y de los formatos existentes en las radios. Quienes han elaborado estas propuestas saben que esta es la forma de mantener vivo a este medio de comunicación, que fomenta la imaginación de quien escucha, y que debiera incentivar la creatividad de quien la produce. Buena falta hace este último elemento, que suele ser un bien escaso en el dial nuestro de cada día, salvo raras excepciones cuyo gozo es impagable y para quienes va nuestro agradecimiento más sincero.

* Periodista.

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