Comprar, tirar, comprar

Diversos indicadores muestran que el problema ambiental se ha propagado mucho más por la intensificación del consumo antes que por el aumento poblacional de los últimos años. En estos momentos la reflexión no se centra en comprar o no en esta época, sino en cómo impulsar un consumo...

Diversos indicadores muestran que el problema ambiental se ha propagado mucho más por la intensificación del consumo antes que por el aumento poblacional de los últimos años. En estos momentos la reflexión no se centra en comprar o no en esta época, sino en cómo impulsar un consumo responsable que preserve nuestros ecosistemas y beneficie a todos nosotros. El concepto de comprar–tirar–comprar refleja el camino de obsolescencia programada en el que nos encontramos y que deliberadamente concibe un tiempo de vida reducido de los productos para incrementar su consumo.Podemos hacer un análisis de lo general a lo particular: nuestra alimentación puede venir de una agricultura sustentable eliminando el uso de químicos y el consumo de productos orgánicos/naturales que no dañan nuestros suelos. De esa misma manera, los alimentos que lleguen a nuestra mesa en estas fiestas pueden tener un bajo nivel en calorías y grasas trans, generando de paso una alimentación saludable para nuestros hijos.A la hora de comprar regalos, convendría hacer una lista para adquirir productos que sean realmente necesarios, evitando así un consumo autónomo que nos impulsa a comprar por comprar. Recordemos que toda compra de una u otra manera a la larga genera siempre basura, y que ésta cada vez es mayor. Por caso, según datos del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, hasta marzo de este se generaron en el país cerca de 5.170 toneladas de basura cada día; y de este total el 31%, en el departamento de Santa Cruz. Si bien en la región se están impulsando acciones por minimizar y reutilizar los residuos, el consumo innecesario deviene en una mayor generación de basura, con los consecuentes impactos ambientales que esto conlleva.Es de esperar que la magia de esta época contribuya a generar una conciencia de consumo responsable entre los bolivianos, fundamental para preservar el planeta. El comprar no nos define como seres humanos, lo que nos define es nuestro compromiso y responsabilidad para con los demás y con la Madre Tierra.


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