La mamá más mala del mundo

Cuando fuimos creciendo se hizo más mala, nuestra madre insistía en saber donde estábamos, tenía que saber quiénes eran nuestros amigos o con quien andábamos y lo que estábamos haciendo a cada instante. Nos insistía mucho en que si decíamos que nos íbamos a tardar una hora en algo o en...

Cuando fuimos creciendo se hizo más mala, nuestra madre insistía en saber donde estábamos, tenía que saber quiénes eran nuestros amigos o con quien andábamos y lo que estábamos haciendo a cada instante. Nos insistía mucho en que si decíamos que nos íbamos a tardar una hora en algo o en algún lugar, debíamos tardarnos solamente una hora.Pero siguió siendo cada vez más mala. Hasta tuvo el descaro de romper la ley federal del trabajo de los niños. Nos enseñó a lavar nuestros trastes, tendíamos nuestras camas, barríamos y trapeábamos nuestra recamara.Cuando llegamos a la adolescencia fue más sabia y nuestras vidas se hicieron más terribles. Siempre insistía en que dijéramos la verdad y que le tuviéramos confianza. Nadie nos podía silbar o tocar la bocina para que nosotros saliéramos corriendo, pues nuestros amigos tenían que tocar la puerta y preguntar por nosotros. Sin embargo ha pasado el tiempo y ninguno de nosotros ha sido arrestado por vago, ebrio o por tener problemas con drogas. No hemos participado en actos de violencia.Cada uno de nosotros estamos trabajando para lograr un mejor futuro y solo nuestro esfuerzo será lo que nos haga cada día mejor. Nuestra madre hizo que nos convirtiéramos en adultos educados, honestos y trabajadores.Ahora que soy madre, estoy educando a mis hijos con las mismas enseñanzas y de la misma manera que mi madre. Me siento muy orgullosa cuando mis hijos me dicen que soy mala, muy mala madre.


Artículos Recientes