El pecado
Es la triste y dolorosa experiencia que se deja sentir.El pecado es el rechazo de Dios, pecar significa rechazar las relaciones que nos ligan a Dios, pecar significa realizar la propia existencia de un modo que a los ojos de Dios resulta equivocado.El pecado es el rechazo a este Dios creador y...
Es la triste y dolorosa experiencia que se deja sentir.El pecado es el rechazo de Dios, pecar significa rechazar las relaciones que nos ligan a Dios, pecar significa realizar la propia existencia de un modo que a los ojos de Dios resulta equivocado.El pecado es el rechazo a este Dios creador y redentor que vivifica toda la historia de la salvación. Pecar significa negarse a participar de la vida de la gracia que es la amistad con Dios o sea es romper nuestra amistad con El.En una palabra pecar significa oponerse a la voluntad divina que quiere realizarse en la tierra, pecar significa oponerse al misterio de Dios que se cumple en el mundo, o sea que pecar es oponerse al advenimiento del reino de Dios.¿y cuándo nosotros rompemos nuestra amistad con Dios por el pecado?: Cuando no vivimos de acuerdo a su mandamiento cual es amar a Dios en el prójimo.Yo no amo a Dios ni al prójimo cuando mi insaciable egoísmo me lleva a la injusticia, al engaño, a la mentira, a la calumnia, a la envidia, a la ambición, a la violencia, cuándo el orgullo se campea en nuestro corazón, cuándo no sabemos perdonar, cuándo no sabemos extender las manos para socorrer, cuándo nos volvemos sordos y ciegos ante la necesidad y el dolor ajeno.El pecado es la negación del amor, ofende a Dios, da muerte al alma y escandaliza al prójimo.Todo lo que hacemos en contra del amor es pecado por eso San Pablo dice: “Ama y haz lo que quieras”. Pero Dios es misericordia, Dios nos ama a pesar de todo y perdona setenta veces siete, o sea siempre. (Mat. 19-21,22).Creo que debemos recordar la parábola del hijo pródigo que Jesús la contó y que Lucas reproduce en la biblia (Lc. 15,17). “Recapacitando entonces él dijo: Voy a volver a casa de mi padre y le voy a decir: Padre he ofendido a Dios y te he ofendido a ti, ya no soy digno de llamarme hijo tuyo”. . . Su padre lo vió venir dese lejos y se enterneció, corrió a su encuentro le hechó los brazos al cuello y le besó.El hijo pródigo es perdonado aún antes de su retorno a casa, es perdonado en el momento mismo en que se va, en el mismo tiempo en el que derrocha innoblemente los bienes que con tanta fatiga acumuló su padre, es perdonado porque fue siempre un hijo amado. ¡Porque Dios es Amor!.De la misma manera Dios nos ama y no se fija en nuestros pecados, sino que espera nuestro retorno, nuestro regreso a su regazo de Padre para ofrecernos su perdón; Dios espera nuestro regreso en el arrepentimiento y en el cambio de vida, El espera con infinita paciencia nuestra conversión, nos espera con los brazos extendidos en esa cruz, que labramos nosotros con nuestros pecados, y sigue a través de los tiempor esperando el regreso de sus hijos.Y es hoy cuando Jesús nos dice: “Mientras el hombre cuente con un instante de vida, aún tiene tiempo de recurrir a la misericordia, si son jóvenes y los escándalos de su vida los han dejado en un estado de degradación ante los hombres ¡No teman!”.“Si por malicia has pasado gran parte de tu vida en el desorden y cerca ya de la eternidad, la desesperación quiere ponerte una venda en tus ojos, no te dejes engañar, aún es tiempo de perdón, recurran al que siempre está esperándolos para perdonarlos”