Historia no tan breve de los pretextos

Babia es una comarca de la provincia de León, España y a los españoles les debemos la expresión de estar en Babia, utilizada por el célebre Francisco de Quevedo en el sentido de estar descuidado, divertido o con el pensamiento muy distante de lo que se trata. Y ahora vamos al “casus...

Babia es una comarca de la provincia de León, España y a los españoles les debemos la expresión de estar en Babia, utilizada por el célebre Francisco de Quevedo en el sentido de estar descuidado, divertido o con el pensamiento muy distante de lo que se trata. Y ahora vamos al “casus belli”.Es una expresión latina, traducible al español como “motivo de guerra”, que hace referencia a la circunstancia que supone causa o pretexto para iniciar una acción bélica. El surgimiento del término se da en el contexto del Derecho internacional de finales del siglo XIX, Y ahora, poco a poco, dejémosle un espacio a los pretextos para declarar esos “casos belli”. Tenemos muchos, desde la primera guerra mundial, para la cual sirvió de pretexto el asesinato de un “archiduque” austriaco en Sarajevo, hasta nuestras “propias” guerras, como la del Pacífico, para la cual el pretexto fue un impuesto de 10 centavos por quintal de salitre exportado por las empresas chilenas en territorio boliviano, aprobado por la Asamblea Constituyente de Bolivia en 1878 y aplicado desde 1879, y la negativa del presidente boliviano Hilarión Daza a suspender su aplicación.Chile nos declaró entonces la guerra y hasta ahora eso no tiene una solución civilizada.Muchos otros pretextos podemos citar, desde el que Atahuallpa lanzara al suelo eso que los invasores consideraban un libro sagrado, y fuera el inca salvajemente ejecutado, hasta la primera invasión de Estados Unidos a Cuba. O mejor hasta lo que se nos viene: ruidos de guerra desde Irán.Algunos elementos en este supuesto “casos belli” son tan antiguos como los persas. Persia es el antiguo nombre (todavía en uso) de Irán. Y los persas ya eran un pueblo identificable desde la Edad de piedra, hace más de diez mil años. Allí, luego, durante el Neolítico, se desarrolló un proceso de sedentarización, producción estable de alimentos y establecimiento de rutas de intercambio de corta distancia.Así de antiguo es también el pretexto, que esta vez alude a armas atómicas que estaría fabricando Irán ¡Qué falta de ingenio! No de los persas sino de quienes ahora los acusan.Entreverado con eso hay valijas diplomáticas perdidas, que aunque Wikileaks las hizo pasar de moda aún son residualmente misteriosas, un avión estadounidense ultramoderno derribado y otros aderezos mezclados, como la caída de popularidad del ruso Putín, la insaciable voracidad energética de china, la quiebra financiera de Estados Unidos y de ya casi la mitad de Europa y, por supuesto, el petróleo.Usted y yo, nosotros y ellos, sabemos que si lamentablemente ese “casus belli” detona, cosa que sinceramente o de dientes para afuera nadie desea, una vez más, como este siglo y en el anterior, será el petróleo el detonante.Lo demás son pretextos

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