Libertad

La libertad es el mayor regalo que nos hizo Dios, es el don nacido de su amor a los hombres, la libertad donada al hombre es la manifestación del amor de Dios a sus criaturas.No existe sobre la tierra algún valor más grande que la libertad.Si nos volvemos hacia la historia del mundo, veremos...

La libertad es el mayor regalo que nos hizo Dios, es el don nacido de su amor a los hombres, la libertad donada al hombre es la manifestación del amor de Dios a sus criaturas.No existe sobre la tierra algún valor más grande que la libertad.Si nos volvemos hacia la historia del mundo, veremos como a través de los siglos los hombres han luchado por su libertad; hoy a la libertad la llamamos democracia que es la libre decisión de los pueblos sobre su propio destino.En nuestro país tenemos el ejemplo de los próceres de esos grandes hombres que ofrendaron sus vidas para dejarnos un país libre, para que todos puedan vivir en libertad, sin que nada ni nadie nos oprima, nos impida vivir según nuestras convicciones y sin que nadie nos impida expresar nuestras creencias y sentimientos.Por eso sentimos alegría y felicidad, cuando nos sentimos libres.Perder la libertad es como perder la misma vida, esta libertad de cada hombre y de cada mujer debe ser respetada.¿Cómo pueden atreverse algunos hombres a querer quitarnos la libertad, si el mismo Dios la respeta?El Señor nos ha presentado dos caminos, podemos elegir cualquiera de los dos, caminar por el camino ancho, lo fácil, lo cómodo o por el camino angosto, el que cuesta, es decir obedecerle o no.El cristianismo es la religión de la libertad. La libertad es la gran conquista de Cristo, que muriendo en la cruz nos liberó.La gran riqueza que posee todo hombre es su libertad, sin ella el hombre no hubiera podido amar, sin el amor nada tiene razón de ser.San Pablo dice: “Habéis sido llamados a la libertad” (Gal. 3, 13)La libertad que nos regaló Dios, viene del Espíritu.“Donde está el Espíritu allí está la libertad” ( 2 Cort. 3,17)San Juan nos dice: “La verdad os hará libres” (Jn. 8,32)Yo soy libre cuando soy fiel  y no pongo precio a mi  fidelidad. Yo soy libre  cuando creo en un Dios que todo lo a creado con libertad, cuando amo lo que hago y cuando hago solo lo que amo.Yo soy libre cuando vivo según lo que creo, sin que nadie me imponga otro modo de vivir.Yo soy libre cuando respeto la libertad de los otros, cuando no me dejo esclavizar por el poder y por el dinero.Yo soy libre cuando logro descubrir la parte de bondad que encierra todo corazón humano, cuando acepto que mi conciencia es la voz de Dios en mí.Yo soy libre cuando puedo hacer escuchar mi voz sin que nadie me lo impida y pueda determinar el curso de la historia.Yo soy libre cuando no existe un precio a mi libertad, cuando sigo diciendo ¡no! A la opresión.Yo soy libre cuando puedo defender la libertad de otros; cuando soy consciente de que todo me  está permitido, pero no todo me conviene.Yo soy libre cuando soy capaz de amar la vida, sin angustiarme por el mañana; cuando solamente el amor es capaz de encadenarme.Yo soy libre cuando soy consciente de que en la balanza de Dios, pesa más su misericordia que nuestro egoísmo.Yo soy libre mientras no me resigno a no serlo; cuando amo ser libre.Yo soy libre cuando pueda ofrecer mi pensamiento sin que nadie me lo impida.Yo soy libre cuando puedo amar a Dios.

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