“Muito” interesante

Evento internacional por cierto más relevante que muchos de los que organiza Naciones Unidas. Tampoco nos interesa mucho el carnaval carioca, que es otra de las razones por las que se suele mentar al Brasil. Brasil nos interesa porque hace años se está llevando el gas boliviano, enriquecido por hidrocarburos licuables, pagándolo como si fuera pobre y simple gas. Porque con ese gas ha desarrollado ya en Sao Paulo la industria petroquímica con la cual nosotros, los bolivianos, seguimos todavía soñando.Nos interesa también porque no ha cumplido muchas de las promesas que hicieron sus gobernantes para impulsar nuestro verdadero desarrollo y en cambio ha desarrollado sus propias empresas enviándolas a que suscriban millonarios contratos de obras públicas aquí. Que cumplan o no con tales contratos es algo que todavía no podemos asegurar y nos reservamos el beneficio de la duda.Explicado nuestro interés por lo que sucede en el Brasil no podía pasársenos inadvertido que hubiera renunciado el ministro Nelson Lupi. Lupi es el séptimo ministro del gabinete Rousseff que ha dejado el Ejecutivo en menos de un año, y el sexto por motivos de corrupción. Los anteriores habían sido Antonio Palocci, ministro de la Casa Civil; Alfredo Nascimento, de Transportes; Wagner Rossi, de Agricultura; Pedro Novais, de Turismo; Orlando Silva, de Deportes, y Nelson Jobim, del Ejército. Excepto Jobim, que fue retirado del Gobierno por haber criticado públicamente a dos de las ministras elegidas por Rousseff, todos los mandatarios se vieron forzados a dejar sus carteras acusados de corrupción por los medios de comunicación.De allí, de los medios de comunicación tomamos esa noticia y, siempre con nuestro interés por las noticias que tienen que ver con el Brasil, nos enteramos que pronto tendrá un submarino nuclear. Así, como lo leyeron, pronto Brasil entrará en ese ultra privilegiado club nuclear, al cual no hay día que no se armen escándalos cuando de Irán se trata y con relación se han producido ya muchos guerras, aunque hay que reconocer que la cuestión nuclear fue para eso puro pretexto.Porque aunque desde los Estados  Unidos, principalmente, denunciaron, juraron y rejuraron que Sadam Hussein tenía “armas de destrucción masiva”, para invadir Irak y provocar una guerra que aún no termina, resultó que el motivo realmente no eran tales armas sino el ambicionado petróleo.Y ahí está Brasil, cuya presidenta, Dilma Rousseff según los medios de comunicación, en un discurso ante los altos mandos de la marina en junio, destacó que el fortalecimiento del país, que incluye la adquisición del primer submarino nuclear, es un “instrumento de disuasión” clave.Si quieren verificar la fuente y ampliar la información, pueden hacerlo en www.mundomaritimo.cl/noticias/brasil-aumenta-su-poderio-naval-para-proteger-su-riqueza-petrolera.Entonces, está sobradamente explicado nuestro interés por el Brasil, que nunca ha ocultado su ambición de llegar al océano pacífico. Aunque Bolivia esté en medio del camino.Tendremos que seguir ocupándonos de eso. Y de la corrupción de ministros.