El complejo autotransporte

En el lenguaje popular se los llama aún “choferes” que es palabra derivada del francés, o conductores, pese a que a veces no son propiamente quienes conducen los vehículos sino sus dueños los que están en el asunto, o en forma más ambigua “autotransporte”. En fin, tienen denominaciones versátiles. Pero sabemos de quienes hablamos, ¿Cierto? No vamos a ocuparnos solamente de quienes en Bolivia tienen que ver con el transporte terrestre, porque en protagonismo tiene como escenario a muchos países y no es muy reciente. Han estado en el centro de las noticias en Europa, en Estados >Unidos y en varios otros lugares.Comencemos aquí, con dos noticias “del día”: Esta es una: “Sectores sociales de la ciudad de La Paz como gremiales, choferes, maestros y vecinos anunciaron que recibirán a los indígenas que marchan en defensa del Tipnis”.Esta es la otra: Autotransporte apoyará moralmente al paro de 24 horas en el Chaco “El secretario de Conflictos de la Federación Departamental del Autotransporte 15 de Abril, Nilo Soruco, informó que se decidió dar el apoyo moral al paro de 48 horas que realizará el autotransporte del Chaco”.Dejemos por ahora especulaciones sobre qué significa “apoyo moral” y continuemos con lo comenzamos, es decir, el protagonismo social del transporte.En algunos casos quienes actúan son los conductores, organizados como sindicato para lo cual tienen todo el legítimo derecho. Pero en otras oportunidades los actores son los dueños de los vehículos, a veces organizados como “cooperativa” sin serlo en forma legítima  o como gremio, cuando en realidad son empresarios. Eso tampoco es raro porque los “gremiales” en Bolivia no son sino, en su mayor proporción, vendedores informales o contrabandistas al menudeo. Pero ese es otro asunto.Revisando superficialmente la historia, encontramos que en los Estados Unidos, por ejemplo, ya en los años 20 del siglo pasado, los camioneros estaban organizados y tenían un líder plenamente identificado: James Hoffa.Hoffa empezó a trabajar en 1929, poco antes de la Gran Depresión, como cargador de camiones, a partir de allí se opuso a abusos de diversos patrones de dicho negocio, primero a nivel local y en 1931, a los 18 años de edad, empiezan sus actividades como líder sindical, logrando en 1933 una regulación legal a favor del gremio de camioneros de Estados Unidos, primero en los estados del Medio Oeste y desde 1940 a nivel nacional, convirtiéndose un líder sindical muy influyente. Se enfrentó a poderes tan grandes como los de la familia Kennedy y aunque siempre lo vincularon con las mafias norteamericanas, nunca lograron anular su poder. Como será que aún actualmente su hijo, James P. Hoffa es el líder de la Hermandad Internacional de Camioneros.Podríamos seguir, profundizando, pero quedémonos concluyendo que el tema del “autotransporte” es complejo y no puede ser tomado a la ligera.