Recordando a Samuel Huntington

Esta es la primera y más importante lección que todo aquel que se reclame antiimperialista debe tener presente al analizar lo que hoy acontece en Libia y el llamado mundo musulmán: Que el Imperialismo no es una frase vacía, sino todo un aplastante, omnipresente y real orden económico, social, militar y tecnológico. Un “complejo militar-industrial” según la clásica definición del general Eisenhower, al cual durante un complicado proceso de ocupación de todos los rincones del globo terráqueo o Globalización, se le agregó la Transnacionalización actual del capital financiero, delineado por Lenin hace 100 años en su opúsculo.La segunda enseñanza que también se suele obviar, es la conocida tesis de quien fuera el principal asesor de Lyndon B. Johnson (en 1968) cuando ordenó los bombardeos sobre Vietnam del Norte; sobre el obstáculo más serio que han encontrado las “tres oleadas democratizadoras” (como Huntington denomina la expansión del capitalismo) y que describe así: ..”Mi hipótesis es que la fuente fundamental de conflicto en este nuevo mundo no será en principio ideológica o económica. Las grandes divisiones entre la humanidad y la fuente de conflicto dominante serán CULTURALES. Los Estados Nación seguirán siendo los actores más poderosos para los asuntos exteriores, pero los principales conflictos de política global ocurrirán entre naciones y grupos pertenecientes a diferentes civilizaciones. El choque de civilizaciones dominará la política global. Las líneas de falla entre las civilizaciones serán las líneas de batalla del futuro “….Con estos dos puntales básicos de la geoestrategia Imperial, se puede desplegar todo un abanico de interpretaciones con las cuales tratar de entender la guerra de demolición de Libia y la “cuarta Ola democratizadora” en los países musulmanes periféricos a Europa, denominada por la falsimedia global como la actual “primavera árabe” y que Huntington ilustraba poéticamente como las olas concéntricas en el agua de un estanque tranquilo, cuando se le lanza una piedra.Actualmente pocos economistas discuten seriamente que, el contacto estrecho de las economías de los países musulmanes periféricos y la fuerte emigración de sus pobladores hacia las economías centrales de Europa, generó un fuerte y masivo intercambio de la mercancía “fuerza de trabajo” ( esencial para el capitalismo) cuya necesaria movilización rápida, fácil y barata es hoy día más indispensable a causa de la crisis capitalista global, pero cuyo flujo flexible es obstruido por los atrasados y rígidos regimenes políticos de los Estados Nor-africanos y del Cercano Oriente. Con lo cual se llega a la tercera lección dada por Huntington para utilizar la violencia organizada e imponer el modelo Mc Word de democracia liberal bipartidista made in USA constituido en pináculo de la moderna civilización humana: …“El atraso en el desarrollo de las instituciones políticas que NO respaldan los rápidos cambios económicos y la veloz movilización social en una sociedad”... Evidente caricatura funcionalista de la tesis Marxista de la correlación dialéctica necesaria entre las Fuerzas Productivas y las Relaciones de Producción. .De ahí en adelante vienen los pretextos o justificaciones más inverosímiles a la “guerra imperialista de rapiña por los Recursos Naturales y el reforzamiento de la Hegemonía estadounidense”, molidos diariamente por sus monopolios des-informadores: El terrorismo Talibán en Afganistán y Pakistán del antiguo agente Bin Laden. Las armas (inexistentes) de destrucción masiva en Irak del antiguo títere Hassan Hussein. El remplazo moderado de los férreos aliados Mubarak en Egipto y Ben Alí en Túnez, o el apoyo a la adicta Arabia Saudita en la invasión armada a Bahrein, o el sostén al agente Ali Abdullah Saleh en Yemen para mantenerlo en el poder, o la desestabilización del errático gobierno Sirio, o la sangrienta guerra de demolición en Libia contra su más reciente colaborador Gadafi. En donde según la cuarta instrucción dada por Huntington, en todos ellos “se construirán Democracias liberales electorales estables que garanticen la libertad y flexibilidad de los mercados y en donde lo primordial no será la forma de de gobierno, sino el GRADO de gobierno o gobernabilidad”.Y por último, si bien Huntington no se refirió directamente a nuestro padre Simón Bolívar, sus discípulos redactores de los documentos Santa Fe si explicitaron la incompatibilidad CULTURAL y CIVILIZATORIA existente entre Bolivarismo y Monroísmo, y si a esto se agrega que el “modus operandi” de los adversarios del gobierno de Venezuela para desestabilizarlo, ha seguido las pautas establecidas por Huntington para las sociedades en cambio bien vale la pena tener en cuenta sus lecciones a la hora de analizar y sacar conclusiones practicas (o teóricas) sobre el Imperialismo en Nuestra América.