¡Viva la autonomía universitaria!

El impulso autonomista universitario, triunfante, abrió puertas y claustros  a la expansión de las ideas, a la lucha ideológica. Este impulso tenía un sello político ideológico, de liberación nacional.Implantado al ámbito de discusión en la Universidad Pública, la confrontación...

El impulso autonomista universitario, triunfante, abrió puertas y claustros  a la expansión de las ideas, a la lucha ideológica. Este impulso tenía un sello político ideológico, de liberación nacional.Implantado al ámbito de discusión en la Universidad Pública, la confrontación teórica, científica y racional no se dejo esperar, el nuevo pensamiento de las clases desposeídas versus el andamiaje teórico liberar burgués matizado con resabios feudales.Las fuerzas abanderadas de la autonomía universitaria coadyuvaron en la formación de una conciencia de liberación nacional y de cuadros portadores de esa ideología. Estas mismas fuerzas lograron que gran parte de la Universidad Pública Boliviana se constituye hasta hace una veintena de años, en trinchera de lucha por la soberanía y la independencia, algunos sectores avanzaron aun más, en el fortalecimiento de las organizaciones revolucionarias.Para las fuerzas verazmente autonomistas, la autonomía universitaria no significa solamente la simple definición y administración académica o de sus recursos, sino la inserción de la Universidad en la lucha del pueblo boliviano, incluyendo la lucha callejera.Los universitarios de avanzada, en sus tres estamentos, docentes, universitarios y administrativos participamos de las luchas contra los regímenes dictatoriales en base a golpes militares alineados a los intereses de las transnacionales.En los documentos de lucha universitaria de la época se combinaban aspectos académicos, administrativos y políticos, no eran asépticos de la oligarquía.Desgraciadamente, hace más de una veintena de años la derecha fue ganando la lucha ideológica en la Universidad Pública, ahora es común escuchar decir a los propios docentes y estudiantes, que su fin principal es “preparar profesionales capaces sin inmiscuirse en política”. Las lacras de la sociedad capitalistas, entre ellas la corrupción, se van calcando en las aulas y claustros universitarios.La autonomía universitaria se utiliza ahora, en algunas Universidades del País para consolidar y desarrollar la presencia de grupos de poder epígonos de la oligarquía, así como su pensamiento alineado. La pregunta surge: ¿esta autonomía universitaria debe mantenerse sin modificaciones?Para mantener la secuencia vertida anteriormente lanzaremos algunas hipótesis sobre el HOY UNIVERSITARIO, cercano y en esta segunda década del siglo XXI.Primera Hipótesis: El para qué de la Autonomía, No para “encerrarse en ella”. Nunca un fin en si mismo…….. Si para “abrirse “para el pueblo. Siempre mantener nuestra trilogía: investigación, docencia e interacción. Pensamos que la Autonomía es una adquisición histórica innegociable en toda la Universidad Pública que sé auto respete. La autonomía es n solo un derecho sino una obligación que supone responsabilidades ineludibles: Investigar de manera científica, enseñar aprendiendo conjuntamente, Inter – Actuar socialmente con el pueblo organizado.Segunda Hipótesis: Transmitir conocimientos es negar autonomía. La Universidad no es computadora que transmite conocimientos. La investigación es no solo creación de conocimientos. La docencia nunca es solo repetición de contenidos. La Inter – Acción es mucho más que la extensión desarticulada. Quisiéramos que los Educadores de hoy tengan no solo cabezas críticas, sino corazones llenos de amor y manos dispuestas a luchar por crear un mundo más humano.Tercera Hipótesis: Hay muchas interpretaciones de autonomía, pero hay autonomías que matan y otras que apoyan el crecimiento, las autonomías que matan son demasiadas evidentes, por ególatras, por egocéntricas y por antehistóricas. Las autonomías que apoyan el crecimiento sin las que se subordina a las necesidades populares, las que se centran en sus funciones políticas, las que asumen los retos históricos del presente.Cuarta Hipótesis: La Universidad no es un problema de Estado: Aunque crea muchos problemas a muchos gobiernos. La Universidad, con sus problemas, no se aísla de la sociedad civil. Los problemas de la Universidad Pública están inmersos en los procesos de la democracia real popular.La Autonomía Universitaria en este siglo XXI debe partir de EDUCACION POLITICA  con una simbiosis entre intelectuales orgánicos y partidos políticos, para ir desarrollando proyectos históricos alternativos desde los intereses populares, como debe hacerse en nuestro país en este “proceso de cambio” que esta implementado el c. Evo Morales Ayma, aunque muchos de los que están en el gobierno nacional no lo compartan, más bien hacen todo lo contrario, de la misma manera el c. Lino Condori a nivel departamental. Esa simbiosis entre intelectuales y partidos políticos debe asumir los intereses históricos de las sociedades civiles en todas las naciones latinoamericanas.

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