La reunión en Lima

Por muchas vueltas que se le dé a la imaginación, no se encuentra asidero para llamarle a esa reunión presidencial “ de integración”, máxime cuando el presidente anfitrión, Alan García, está en sus últimos días de gobierno y su sucesor será definido recién dentro de un mes, en...

Por muchas vueltas que se le dé a la imaginación, no se encuentra asidero para llamarle a esa reunión presidencial “ de integración”, máxime cuando el presidente anfitrión, Alan García, está en sus últimos días de gobierno y su sucesor será definido recién dentro de un mes, en segunda vuelta electoral. Pero no es esa la única incongruencia. Precisamente el economista peruano Oscar Ugarteche hacía notar que Chile, Colombia y Perú han ofrecido cierta resistencia a otras propuestas integracionistas que han avanzado significativamente, como el Mercosur. Allí, en el Mercosur, Chile, Colombia y Perú son “solamente” observadores.El Mercosur, además, yendo mucho más allá de simples acuerdos arancelarios, ha trabajado efectivamente en propuestas de integración sudamericana mucho más profundas y complejas, que trascienden el ámbito solamente económico y se proyectan inclusive hacia lo cultural. Esto, por supuesto, tiene que tener por lo menos inquietos a quienes creen que el destino del continente “se tiene” que manejar desde Washington.Es, entonces, indudable que detrás de enunciados “integracionistas” pueden existir, más bien, propósitos de frenar lo que Mercosur está haciendo y que debería avanzar mucho más mediante Unasur, la Unión de Naciones Sudamericanas que formalmente ya existe, pero de cuyo real avance lamentablemente no se ven suficientes muestras y no es solamente porque la nueva secretaría, encomendada a la colombiana María Emma Mejía, no está dando muestras de dinamismo, sino porque corrientes distraccionistas, como esta de reunir pasado mañana en Lima a cuatro presidentes, aparecen aquí y allá.Claro que de por medio está también el dinero, pues Ugarteche nos hace notar que Los tres países sudamericanos tienen las bolsas de valores interconectadas a través del Mercado Integrado Latinoamericano (MILA – que solo incluye a estos tres) y hacen cotizaciones en común, con lo que el peso de los grupos financieros inversionistas en la política internacional de esos tres es grande. El valor de capitalización de las tres bolsas suma 338,000 millones de dólares. Operadores importantes en estas tres bolsas son los fondos de pensiones privados vinculados todos a la gran banca de estos países y a España, centralmente. Al ser un mercado integrado, ninguna inversión es extranjera y lo que facilitará a partir de mayo del 2011 el movimiento de los fondos de pensiones entre los mercados sin restricciones.Entonces, combinados los intereses financieros (nunca santos) con los intereses geopolíticos, existen razones más que suficientes para inquietarse por reuniones como las de mañana en la capital del Perú.Es decir, nos inquietamos quienes sinceramente y con plena convicción sostenemos que el destino de nuestros fragmentados países latinoamericanos es llegar a la integración de la Patria Grande.

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