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Qué es el poder público

Cuando vemos cómo se destripa y se desangra el lenguaje, ¿qué entendemos por “poder público”? Cuando la libertad significa ocupación; la democracia, capitalismo neoliberal; la reforma, represión; y palabras como “emancipación” y “misión de paz” le hielan a una la sangre,...

Cuando vemos cómo se destripa y se desangra el lenguaje, ¿qué entendemos por “poder público”? Cuando la libertad significa ocupación; la democracia, capitalismo neoliberal; la reforma, represión; y palabras como “emancipación” y “misión de paz” le hielan a una la sangre, entonces una expresión como “poder público” puede significar lo que quiera cada uno. Por ejemplo, una máquina para desarrollar los bíceps o un producto de limpieza. Así que voy a tener que definir el “poder público” por el camino, digamos que arrimando el ascua a mi sardina.En la India, la palabra “public” está incorporada a la lengua hindú. Significa pueblo. En hindú tenemos “sarkar” y “public”, el gobierno y el pueblo. Este uso implica la suposición de que el gobierno es algo aparte de “el pueblo”. La distinción tiene mucho que ver con el hecho de que la lucha por la libertad en la India, aunque magnífica, no fue ni mucho menos revolucionaria. La élite india se calzó con facilidad y elegancia los zapatos que dejaron los imperialistas británicos. Una sociedad extremadamente empobrecida y esencialmente feudal se convirtió en una nación Estado independiente y moderna. Hoy, cuando han pasado cincuenta y siete años exactos, los verdaderos vencidos todavía ven al gobierno como “mai-baap”, el padre y proveedor. El sector ligeramente más radical, los que todavía tienen fuego en las entrañas, lo ven como “chor”, el ladrón, el que arrebata todas las cosas.Sea como sea, para la mayoría de los indios, “sarkar” es algo muy diferente de “public”. Sin embargo, a medida que se suben los peldaños de la escala social, la distinción entre “sarkar” y “public” se diluye. A la élite india, como a todas las élites del mundo, le cuesta separarse del Estado. Ve lo que ve el Estado, piensa como el Estado, habla como el Estado.En contraste, en Estados Unidos la distinción entre “sarkar” y “public” se ha difuminado a niveles mucho más profundos dentro de la sociedad. Esto podría ser indicativo de una democracia robusta, pero desgraciadamente el asunto es un poco más complicado y menos lindo. Entre otras cosas está relacionado con la intrincada trama de paranoia urdida por el “sarkar” estadounidense y difundida por las corporaciones mediáticas y por Hollywood. Los estadounidenses normales se han visto manipulados hasta imaginar que son un pueblo en estado de sitio cuyo único refugio y protección provienen de su gobierno. Si no son los comunistas, es Al Qaeda. Si no es Cuba, es Nicaragua. El resultado es que la nación más poderosa del mundo, con su inigualable arsenal, su historial de combate y financiación de innumerables guerras, y la única nación que ha hecho uso de la bomba atómica, está habitada por una ciudadanía aterrorizada que se asusta hasta de su sombra. Un pueblo atado al estado, no por las prestaciones sociales, la sanidad pública o las garantías laborales, sino por el miedo.* Arundhati Roy escritora y activista india. Ganó el Premio Booker en 1997. Texto tomado de una conferencia en 2004


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