El Gobierno descarta acudir al FMI por la crisis de dólares
El ejecutivo advierte un bloqueo económico desde la Asamblea Legislativa Plurinacional, que está perjudicando la ejecución de programas y proyectos en los departamentos del país



Una de las fuentes para la inversión pública que ejecuta el Gobierno Nacional está estancada en la Asamblea Legislativa Plurinacional, se trata de los créditos externos que no han sido aprobados y, por ende, el Estado no puede acceder a esos recursos económicos.
El ministro de Planificación del Desarrollo, Sergio Cusicanqui Loayza (SC), explicó a El País (EP) los problemas que está generando este “bloqueo económico”.
Asegura que el plan del gobierno de Luis Arce va más allá de resolver el problema coyuntural de la economía boliviana, apunta a lo estructural, que, recalca, es depender económicamente de un solo sector, los hidrocarburos.
EP: Para entender un poco más esta problemática, ¿qué volumen de créditos están bloqueados en la Asamblea?
SC: En la actualidad tenemos más de 1.849 millones de dólares bloqueados en la Asamblea Legislativa Plurinacional, son 16 proyectos de ley que están pendientes de tratamiento y aprobación. Esto lo venimos denunciando hace varios meses atrás, este es un bloqueo económico que se está haciendo al Gobierno, pero, fundamentalmente, se está bloqueando la ejecución de obras en beneficio de la población boliviana.
EP: ¿Estos préstamos estaban considerandos en el Plan Operativo del Gobierno, en el TGN que cada año aprueba?SC: Estos proyectos están en función a la planificación que hacen diferentes sectores. Por ejemplo, de una carretera la prioriza el Ministerio de Obras Públicas, nos solicita la gestión de financiamiento, nosotros empezamos a trabajar con uno de los financiadores, ellos realizan las evaluaciones técnicas, son meses de trabajo que gestionamos ese crédito y al final llegamos a la aprobación por parte del financiador y a la gestión de la ley para remitir a la Asamblea.
Es un trabajo de varios meses, en promedio, es alrededor de un año que tardamos en gestionar un financiamiento externo. Entonces, está dentro de la planificación, de la previsión que tiene el Presupuesto de la Inversión Pública.
EP: Estos créditos, ¿qué porcentaje supone a la planificación que tenía el Gobierno?
SC: Son más de 1.849 millones de dólares los que están bloqueados en la Asamblea y nuestro presupuesto de Inversión Pública es alrededor de 4.000 millones de dólares para la gestión 2025.
Mientras más demoremos en la aprobación de estos créditos, más demoramos en iniciar la ejecución de programas y proyectos que van en beneficio de la población boliviana.
EP: ¿Qué tipos de interés se manejan en los créditos que no han logrado ser aprobados? ¿Son bajos a comparación de otros créditos externos?
SC: En general, los financiamientos externos que nosotros gestionamos están vinculados a organismos financieros multilaterales, como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, la Corporación Andina de Fomento, FONPLATA. Estos, por el hecho de que funcionan como una cooperativa de países, son los financiamientos externos que nos ofrecen las mejores condiciones para nuestro país, porque la otra opción es gestionar otro tipo de créditos privados en condiciones de mercado.
Entonces, nosotros, a través de la gestión de financiamientos externos con los organismos multilaterales que mencioné, gestionamos créditos con tasas de interés accesibles para nuestro país, y claro antes somos sujetos a evaluaciones de la capacidad de pago.
EP: ¿Qué volumen de deuda externa tiene contratada ahora mismo el Estado boliviano? ¿Y qué porcentaje supone respecto al PIB?
SC: Cuando hablamos de deuda externa hay que mencionar el saldo de esta. El saldo de la deuda externa en nuestro país, un dato que está publicado en la página web del Banco Central de Bolivia, ha bajado en términos nominales entre el 2023 y 2024.
En números redondos, el saldo de la deuda externa el 2023 era de 13.500 millones de dólares y a diciembre de 2024 ha llegado a 13.345 millones de dólares. Entonces, se redujo y por ende el ratio de la deuda externa respecto al Producto Interno Bruto, que es la forma completa e integral de analizar la deuda pública externa, a febrero de este año ha llegado a 24,4%.
EP: En relación a países vecinos, ¿la deuda es superior o inferior?
SC: Más allá de comparar, creo que es importante señalar que a nivel general los propios organismos tienen niveles de endeudamiento donde se activan las alarmas de riesgo, y esos niveles están alrededor del 50% de la deuda externa respecto al Producto Interno Bruto.
Y nosotros, con el dato que ya señalé, tenemos que la deuda externa respecto al PIB llegaría al 24,4% y por supuesto está muy por debajo del umbral del 50% que establecen los organismos.
EP: ¿Mensualmente qué montos destina el Gobierno para pagar la deuda externa?
SC: Depende de los meses. Lo que nosotros vamos viendo es que en Bolivia, en los últimos años, el servicio de la deuda se ha ido incrementando por algunos factores. Por ejemplo, después del conflicto bélico en Europa se han incrementado las tasas de interés y eso también ha ido repercutiendo en el servicio de la deuda.
Si no me falla la memoria, alrededor de 1.300 millones de dólares se ha pagado el último año en términos de servicio de deuda.
EP: Si persiste el problema de los dólares ¿el Gobierno se ha planteado dejar de pagar estas obligaciones?
SC: No se ha contemplado esa posibilidad, porque uno de los factores fundamentales dentro de una economía de un país es precisamente cumplir con las obligaciones y es por eso que nosotros hemos venido cumpliendo con los servicios de deuda externa, a pesar de todas las restricciones y problemas que se han presentado, y de esa manera estamos al día en cuanto a los pagos.
Además porque hay obligaciones contractuales, no es nomás dejar de pagar, sino que se activan otros puntos contractuales que pueden afectar de manera más profunda al país.
EP: Hay opositores y analistas que recomiendan acudir al Fondo Monetario Internacional, ¿en algún momento se ha planteado esto el Gobierno? y de hacerlo, qué le supondría a Bolivia, considerando que este organismo pone sus condiciones y exige reformas a políticas internas para dar créditos
SC: Nosotros no hemos contemplado la posibilidad de recurrir al FMI, porque entendemos en primera instancia que el FMI es un ente que condiciona la otorgación de ciertos préstamos, y esos condicionamientos van desde la reducción y achicamiento del sector público, ya lo vimos en el país en la década de los 80, es despedir gente, es reducir el alcance de la política social, reducir las subvenciones o eliminarlas.
Son temas que no necesariamente van a resolver los problemas de la economía boliviana, nosotros tenemos ese diagnóstico, de que el problema estructural de la economía boliviana es el sector hidrocarburos y depender sólo de él.
Por eso hemos encaminado el proceso de solución a este problema estructural, a través de la reactivación del sector, a través de la exploración de hidrocarburos, pero, fundamentalmente, a través de la industrialización, que nos va permitir tener una economía de base ancha, que no dependa de un solo sector ni de un solo producto.
EP: De mantenerse el bloqueo a los créditos, ¿qué pasará con la inversión pública?
SC: La inversión pública está funcionando con uno de sus motores actualmente, con la fuente interna, que son básicamente los recursos del Tesoro General de la Nación y recursos de algunas gobernaciones y municipios. Nosotros estamos tratando de hacer el uso más eficiente de esos recursos, para generar ese efecto positivo y multiplicador dentro de la economía que representa la ejecución de proyectos de inversión pública.
Vamos a seguir insistiendo y cumpliendo nuestra responsabilidad como órgano ejecutivo de gestionar financiamiento externo y vamos a seguir impulsando la inversión pública con fuente interna.
EP: Desde la Alcaldía de Tarija indicaban que el Gobierno no está cumpliendo con las transferencias previstas en el POA y esto está afectando la inversión pública en el municipio. ¿Hay ese mismo problema con los gobiernos subnacionales?
SC: Ahí hay una confusión. Las trasferencias de coparticipación tributaria, en la parte operativa, se hacen de manera inmediata, es decir, lo se recaude se coparticipa según establece la normativa y les llega el porcentaje que les corresponde a cada uno de los municipios.
El TGN cumple de manera directa y oportuna esta obligación. Segundo, lo que hay que señalar es que precisamente la coparticipación tributaria ha ido incrementándose y eso significa que a los municipios les ha ido llegando un poco más recursos.
EP: Además de los hidrocarburos, ¿de qué otra manera se está previendo captar dólares para el país?
SC: Las fuentes de divisas en nuestro país generalmente son las exportaciones y los recursos que vienen del financiamiento externo. Estamos apuntando a mejorar las exportaciones, recientemente el presidente ha participado del primer lote de exportación de chía a la China, entonces estamos fomentando la exportación de nuevos productos, además de los hidrocarburos.
EP: Qué pasa con la soya, que durante años ha sido uno de los principales productos de exportación
SC: Es importante, por eso estamos haciendo seguimiento a la cosecha de la campaña de verano, estamos atentos a los resultados y a los efectos que puede llegar a tener en las proyecciones de crecimiento.
Pero, reiteramos, estamos trabajando en solucionar los problemas coyunturales, fundamentalmente los estructurales y el camino es la industrialización, la reactivación del sector hidrocarburos a través de la exploración, es el camino que tenemos que seguir como país.