Los “accidentes” en carretera

El mal estado de las carreteras, sumado a las imprudencias de los chóferes como el excesivo consumo de alcohol y la alta velocidad son factores a simple vista prevenibles pero imperdonables a la hora de la verdad. Las diferentes medidas tomadas para dar mayor seguridad a los viajeros y turistas...

El mal estado de las carreteras, sumado a las imprudencias de los chóferes como el excesivo consumo de alcohol y la alta velocidad son factores a simple vista prevenibles pero imperdonables a la hora de la verdad.

Las diferentes medidas tomadas para dar mayor seguridad a los viajeros y turistas quedan cortas cuando a los medios de prensa nos toca reportar la muerte de numerosas personas y el dolor de las familias afectadas. Ayer a 50 kilómetros de La Paz, un “accidente” en la carretera de los Yungas cobró la vida de 13 personas y dejó 20 heridos. Este hecho se suma a los ya miles de casos ocurridos en las llamadas “carreteras de la muerte”.

Las sanciones ya han pasado por todos los mecanismos, desde controles técnicos hasta el decreto que establece la anulación del brevete por conducir en estado de ebriedad; empero al parecer esto no es suficiente. Menos al saber que en comparación con el 2009 no hay una representativa reducción de estos hechos trágicos.

En los últimos tres años en el Departamento de Tarija se registraron más de 5.000 “accidentes” en los cuales fallecieron más de 250 personas y las cifras son igual de alarmantes en toda Bolivia. Empero sí analizamos las causas de estos sucesos, todas parecen ser remediables. El estado de las carreteras se puede mejorar con la conclusión de vías importantes para suplir a las dañadas, el conducir en estado de ebriedad puede ser resuelto con el simple hecho de no tomar bebidas alcohólicas cuando se conduce y la alta velocidad sencillamente puede ser evitada manejando con precaución. Sin embargo la tarea es de todos.

Dentro de esta lógica los accidentes no existirían y los accidentados seríamos producto de una falta de control y tarea conjunta. Empero hoy en día seguimos haciendo esfuerzos esparcidos. Las autoridades policiales tratan de supervisar y controlar a los conductores, los chóferes evaden los controles acusando a los primeros de inmiscuirse en su vida privada, el Gobierno busca mediante decretos prevenir el consumo de alcohol en los transportistas y estos resisten la medida en busca de excepciones a la regla y para finalizar el retraso en la conclusión de carreteras importantes aumenta el riesgo de muerte en las vías.  Y aún decimos que es “accidente” que mueran tantos bolivianos en los caminos.


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