Crónica política
Arce no asistirá a la posesión de Maduro en Venezuela
El presidente boliviano se había convertido en el único sostén del presidente venezolano en la región, pero alegó temas de agenda para declinar la invitación. El pulso interno en el MAS y la tensión local influyen
El presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Luis Arce Catacora, a través de su viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, comunicó que no asistirá el 10 de enero a Venezuela para participar de la toma de posesión presidencial de Nicolás Maduro.
El comunicado ha corrido como la pólvora por las redacciones de medio mundo y todos los despachos de analistas internacionales, estrategas y operadores: Luis Arce es el último aliado de Nicolás Maduro en la región sudamericana luego de que el resto de regímenes de izquierda, como el de Lula da Silva o Gustavo Petro hayan cuestionado los resultados de la pasada cita del 28 de julio. En aquella jornada electoral, la oposición logró exhibir casi la totalidad de las actas emitidas por el sistema informático de votación venezolano avalado como uno de los más seguros del mundo, sin embargo, el propio Tribunal Electoral denunció hackeo y sin mostrar otros resultados o convocar nuevas elecciones, optó por proclamar vencedor a Maduro.
Perspectivas
La situación política en Venezuela sigue siendo uno de los grandes asuntos de tensión en el continente. La riqueza petrolera sigue vigente y las políticas nacionalizadoras de principio de siglo no tanto, aun así Maduro, heredero de Hugo Chávez, se mantiene en el poder con un respaldo popular que solo se ha puesto en cuestión a partir del 28 de julio y a pesar de que siete millones de personas han salido del país por la situación económica.
Sudamérica tiene mayoría de gobiernos a la izquierda – progresista es un concepto complejo – que si bien hasta ahora habían abogado por la no injerencia, desde hace unos años la crítica ha subido: Gabriel Boric se distanció desde el principio, y también Lula y Petro manifestaron dudas. Incluso Claudia Sheinbaum, que sí asistirá a través de un delegado, ha matizado su habitual posición aislacionista en este tipo de temas.
El único que sin matices había sostenido relaciones diplomáticas entusiastas había sido el presidente boliviano Luis Arce. La posición ya generó debate poco tiempo después de su toma de posesión, cuando Arce parecía querer representar una izquierda más progresista y acercarse a los postulados de Boric o Lula y facilitar otras transformaciones; después generó crítica cuando se evidenció que aquella relación no aportaba nada ni siquiera en materia de hidrocarburos con la que el país más dotado del continente solía compensar a sus aliados; finalmente se interpretó que aquello respondía, también, a la batalla interna del Movimiento Al Socialismo (MAS)), en este caso por los favores del régimen y el juicio al respecto que las bases pudieran hacer.
Impacto local
Evo Morales fue primero uno de los protegidos de Hugo Chávez y después de convirtió en uno de los adalides de Nicolás Maduro, a quien sí acompañó en su posesión, también polémica, de 2019.
Maduro reconoce formalmente a Luis Arce, aunque las relaciones diplomáticas se han traducido en escasos beneficios, por no decir ninguno, frente al desgaste institucional. Por otro lado, Morales ha seguido recibiendo ayuda de PDVSA, la empresa petrolera estatal venezolana, sobre todo en especie: viajes, vagonetas, etc.
Para algunos analistas la “espantada” de Arce, que alegó motivos de agenda, tiene que ver con temas de seguridad, dado el riesgo de conflicto violento que se contempla para ese día por parte de la oposición. Para otros es un cambio de posición en sus alianzas, que probablemente llega demasiado tarde.
Evistas y arcistas valoran ahora como capitalizar la decisión, aunque ambos saben que arropar al régimen de Venezuela no es el que más votos le va a atraer, vista la situación, particularmente en redes, así que la pugna será más en la fontanería profunda. Arce trata de reinventarse enarbolando un proyecto de reconstrucción nacional sobre el impacto de un enemigo particular: Evo Morales; Morales, mientras tanto, trata de convencer a los suyos de que movilizarse es el mejor de los caminos… aunque nadie tenga demasiadas ganas. El capítulo de Venezuela dará más pistas.