La Brecha: La presión funciona
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Como llevábamos algunas semanas reflexionando sobre esto, fuimos a buscar datos y es verdad: En los 11 años de vigencia de la Ley 348, pero sobre todo en los últimos tres años, “quien la hace la paga”. Los porcentajes de feminicidas detenidos y sentenciados supera el 90% y el dato no es menor, sobre todo porque supone al menos algo de alivio para las familias.
En el pasado, desde las investigaciones policiales se veían entorpecidas. Primero porque había que “buscar” el cuerpo, muchas veces tan bien escondido que resultaba imposible. Después porque había que buscar al autor, muchas veces huido, y nadie le ponía demasiadas ganas. Después, si se atrapaba y se negaba se entraba en un espiral de pleitos y chicanas que en demasiadas ocasiones acababa por arruinar el procedimiento o por agotar a las familias, que perdido el ser querido, ni siquiera encontraban consuelo en la Justicia.
Esto ha cambiado por una sola razón: la presión popular. Policías y jueces están en el foco y a nadie se le ocurre dar demasiadas vueltas. Al contrario, la confesión abre una puerta al juicio rápido que, al menos, permite ese alivio.
Y aunque hay intentos por evadir la justicia usando todo tipo de recursos legales, los castigos se han mantenido. Que siga así.
La Justicia es seguramente el más grande de los problemas de este país y su solución no pasa solo por elegir los candidatos o aumentar los presupuestos, sino por encontrar mecanismos que impidan que nadie se aleje de la norma. Ahí la aplicación de la Ley 348 en el caso concreto de los procesos por feminicidios da un ejemplo: transparencia y presión popular pasa por ser la clave. Ojalá sirva para el resto.
Máxima alerta
Este dato es aterrador: Entre 2014 y 2023 se registraron más de 4.800 matrimonios de adolescentes mujeres de 16 a 17 años; y 487 casos involucraron niñas entre 12 y 15 años, según el informe de la Defensoría del Pueblo presentado en mayo de 2024 sobre la vulneración de derechos de niñas y adolescentes mujeres.
Nada más que decir.
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En el radar
Sin cambios: Hace más de 15 años que se adoptó el programa Juana Azurduy de Padilla como plan “revolucionario” para salvaguardar la salud materno-infantil y los datos respaldan su utilidad, pero desde entonces apenas hubo nuevos avances ni en su contenido, ni en su aplicación y apenas se ha buscado la convergencia con otros programas como el subsidio o las bajas maternales. El tema del cuidado sigue siendo un tema pendiente en Bolivia y los pocos avances alcanzados deben ser fortalecidos y ampliados.
Crecimiento: Siguiendo con el tema, probablemente Bolivia necesita transformar el programa de atención urgente en un programa de incentivo a la natalidad, porque las cifras son contundentes y eso exige planificación, no cazas de brujas.
La violencia demencial: Pasó el 25N, fecha en la que todo el mundo se agarra la cabeza ante la magnitud de los datos y hacen compromisos en el mediano plazo. Los datos siguen siendo escalofriantes a nivel mundial todos los días y es importante tenerlos siempre presentes.
Migrar: En estos tiempos de estrecheces, la migración es una opción que a menudo se contempla. Es un derecho humano, pero qué casualidad, las mujeres seguimos topando con lo mismo.
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Breves pero importantes
El caso Pelicot tal vez marque un antes y un después en el tratamiento de este tipo de delitos. El juicio ha llegado a su fin y la víctima ha dado ejemplo de entereza y coherencia. No es por una, es por todas.
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El feminismo es el movimiento político más trascendente de las últimas décadas y por eso los movimientos más conservadores le han declarado la guerra, como mínimo, cultural. Lo de proscribir libros no lo veíamos desde hace décadas.
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¡Y que no falte la música!