Cuarentena por Covid-19 evidenció la frágil situación y vulnerabilidad del sector de las trabajadoras del hogar



La Federación Nacional de Trabajadoras del Hogar de Bolivia (FENATRAHOB), que cuenta con 27 años de trabajo y registra 117.735 afiliadas a nivel nacional, de las cuales, calcula que 9 de cada 10 trabajadoras del hogar, han sido retiradas de sus fuentes de trabajo y no generan ingresos desde marzo a la fecha debido a la crisis generada por la pandemia COVID-19.
Según datos del INE de 2018, el nivel de ingresos promedio de las trabajadoras asalariadas del hogar es de bolivianos 1.660, un monto muy por debajo del Salario Mínimo Nacional, a pesar de tener una carga laboral de 47 horas a la semana. La mayoría de ellas constituyen una población altamente vulnerable, pues son mujeres indígenas en situación de pobreza y de origen rural. Por su parte, la Fundación Solón asegura que menos del 1% cuentan con contrato formal, mientras que sólo 3 de cada 100 cuentan con seguro de salud, según un reporte de CARE y REMTE de 2015.
“A pesar de la enorme contribución que su trabajo significa en la vida de muchas personas, también son uno de los principales colectivos afectados por la crisis. Esto se debe, entre otras razones, a la situación de precariedad en el empleo que presenta este sector, caracterizado por bajos salarios y falta de prestaciones sociales para su supervivencia y el sostenimiento de sus familias ante situaciones de despidos o frente a la reducción de sus ingresos”, sostiene un informe elaborado por la Cepal, ONU Mujeres y la OIT.
Al 90% de trabajadoras del hogar que han sido retiradas de sus fuentes de trabajo entre abril y mayo aproximadamente, se suma que un gran número de ellas no han recibido ni sus beneficios sociales, como tampoco su salario correspondiente a los meses trabajados correspondientes a marzo y abril respectivamente; situación que en el caso de algunas, las ha llevado a acudir al Ministerio de Trabajo para hacer el reclamo pertinente. Es preciso aclarar que, a fin de cansar a la trabajadora en este empeño, el empleador opta por no asistir a esta instancia, dejando sin ningún resultado la exigencia al cumplimiento de ley al derecho de la trabajadora a percibir un trabajo remunerado.
De esta manera, ha quedado evidenciada la total y absoluta situación de vulnerabilidad en la que se encuentra el sector. Frente a este preocupante contexto, la OIT y ONU Mujeres brindan su decidido apoyo a la FENATRAHOB, con el objetivo de fortalecer su alcance en la defensa de sus derechos. Para este cometido y en un trabajo conjunto, se encuentran implementando la campaña “Cuida a quien te cuida” enfocada en la orientación tanto a trabajadoras, empleadores como a instituciones y la sociedad civil en general, en el cumplimiento de los derechos de las trabajadoras del hogar; ya que además, en esta época de pandemia tan susceptible al contagio, dichas trabajadoras, en caso de adquirir el virus o cualquier otra enfermedad, no cuentan con el imperativo que todo trabajador debe tener: seguro de salud. Al respecto, cabe hacer notar que llevan 17 años en una lucha infructuosa para lograr este derecho universal con el que todo trabajador y trabajadora debe estar protegido.
“Algunas compañeras, después de haber dedicado gran parte de su vida en este duro trabajo, –muchas de ellas, incluso habiéndose iniciado aún en la niñez (entre 12 y 14 años, INE 2015)–, están libradas a su suerte y sin ingresos cuando se retiran de la vida laboral porque nunca aportaron a la AFP y tampoco cuentan con un seguro de salud” sostiene Leida Alonso, Secretaria Ejecutiva de la FENATRAHOB.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), “el trabajo doméstico supone, en promedio, entre el 10,5% y 14,3% del empleo de las mujeres en la región andina. Entre los países con cobertura más baja de afiliación al sistema de pensiones (menor al 10% según cada país) se encuentran: Bolivia, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua y Perú”.
“Estamos invisibilizadas en la agenda electoral”
La condición de precariedad laboral en la que vive el sector, se ha hecho evidente a partir de la cuarentena; sin embargo, esta es una situación que viven desde siempre: bajos salarios, informalidad laboral y sin goce de prestaciones sociales, malas condiciones de trabajo y muchas veces sometidas a la explotación laboral e incumplimiento a sus derechos. A la fecha, estas faltas han pasado desapercibidas para los gobernantes.
“Las elecciones generales en Bolivia se realizarán el próximo 18 de octubre, para elegir presidente y vicepresidente; sin embargo, ningún/a candidata ni candidato se ha acercado a la Federación; y menos aún, ha expresado las medidas que se tomarán en favor del sector de las trabajadoras del hogar”, afirma Leida.
Es un imperativo para el gobierno entrante dar una solución real y efectiva a un sector que ha sido absolutamente ignorado e invisibilizado. La inclusión es un derecho de todo ciudadano; máxime si se trata de cuidar a quien te cuida.