La OMS espera “impaciente” analizar la primera vacuna contra el coronavirus
Covid: ¿Qué se sabe de la vacuna rusa que prevé gestionar la ALP?
Fue la presidenta del Senado, Eva Copa, quien anunció que, de ser necesario, desde la ALP se activarán los procedimientos necesarios para gestionar la vacuna desarrollada en Rusia



La gestión de una vacuna que ayude a frenar la propagación del virus SARS-CoV-2, que provoca la Covid-19, no solo es un tema de salud, si no también político. Mientras el Gobierno transitorio de Jeanine Áñez ha indicado que esperará por la vacuna que está desarrollando la Universidad de Oxford en asociación con el laboratorio AstraZeneca, la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), que tiene mayoría del Movimiento al Socialismo (MAS), dice que gestionará la Sputnik V, la vacuna rusa anunciada por el gobierno de Vladimir Putin.
Fue la presidenta del Senado, Eva Copa, quien anunció que, de ser necesario, desde la ALP se activarán los procedimientos necesarios para gestionar la vacuna desarrollada en Rusia.
“Rusia ha registrado la primera vacuna contra el coronavirus. Si para el Gobierno transitorio pesa más lo político antes que la salud y no actúa, seremos nosotros -desde la ALP- quienes activaremos los procedimientos que nos permitan gestionar que esa vacuna llegue a Bolivia”, escribió Copa en su cuenta de Twitter.
Y aunque el Gobierno ve alentadora la aprobación de una primera vacuna contra el Covid-19, prefiere esperar por el producto de la Universidad de Oxford. Así lo dijo el jefe Nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud, Virgilio Prieto, a través de la Red Uno, quien recalcó que se debe verificar la seguridad de la vacuna.
“Nosotros estamos trabajando en varias líneas para tener una vacuna, estamos con la vacuna de Oxford, vamos a ser priorizados. También estamos con la Organización Panamericana de la Salud en lo que llamamos el Fondo Global para hacer la adquisición, esperamos que los costos se reduzcan y pueda llegar lo más pronto posible a nuestro país”, dijo Prieto.
La Sputnik V
Según una publicación en RT, cadena de televisión internacional financiada por el Gobierno ruso, Sputnik V pertenece al grupo de las vacunas vectoriales. Esto significa que se basa en un virus portador que transmite una información genética del virus contra el cual debe proteger la vacuna, lo que provoca una respuesta inmune.
Los especialistas del Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya probaron la vacuna en varios animales, entre ellos dos especies de monos, y luego realizaron ensayos clínicos. Durante todo el período de investigación, monitorearon todos los indicadores esenciales, como la generación de anticuerpos y reacción del sistema inmunitario.
Alexánder Guíntsburg, director del mencionado Centro, explicó que la vacuna se creó en unos cinco meses. Precisó que más de 3.500 voluntarios recibieron esta vacuna elaborada con tecnología que es de conocimiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En cuanto a su producción, el ministro de Salud ruso, Mijaíl Murashko, anunció que el primer lote de la vacuna será producido en dos semanas. A su vez, Guíntsburg detalló que la fabricación, prevista para diciembre y enero, será de cinco millones de dosis al mes.
Ninguno de los funcionarios ha querido hablar de precios, aunque el Gobierno de Vladimir Putin ha recalcado anteriormente que será gratuita para la población rusa.
También hay dudas
Pero la vacuna rusa no solo despertó expectativas en países afectados por el Covid-19, como Brasil, donde se producirán las dosis, si no también críticas. Expertos, como Anthony Fauci, especialista en enfermedades infecciosas de EE.UU., arremetieron contra la vacuna y advirtieron que se deben seguir protocolos científicos necesarios para que una vacuna sea segura y eficaz.
También advierten que en la elaboración Rusia “optó por saltarse algunos pasos”. Nicu Popescu, director del programa de Wider Europe en el European Council on Foreign Relations, indicó que las instituciones que deben testear y aprobar dicha vacuna tienen poca credibilidad y muy poca independencia, lo que obliga a tomar con cautela el anuncio del Gobierno ruso.
El ministro Murashko tachó la crítica del fármaco de "absolutamente infundada" por parte de colegas que ven ventajas competitivas en el medicamento ruso.
Hizo hincapié en que todos los ensayos que se realizaron "están regulados completamente por la ley".