Un estudio sugiere que la auditoría electoral realizada por la OEA fue defectuosa



Un estudio de investigadores independientes califica como defectuoso el análisis de la Organización de Estados Americanos (OEA) que concluyó que hubo “manipulación dolosa” e “irregularidades graves” en los comicios del 20 de octubre de 2019 en Bolivia, cuyo resultado dio la reelección al expresidente Evo Morales.
Según el artículo "Una elección amarga. Acusaciones de fraude. Y, ahora, una reconsideración", The New York Times los investigadores “descubrieron que la conclusión de que los votos a favor de Morales aumentaron inexplicablemente una vez que el conteo se reanudó estuvo basada en datos incorrectos y técnicas estadísticas inapropiadas”.
“Examinamos detenidamente la evidencia estadística de la OEA y hallamos problemas con sus métodos”, dijo Francisco Rodríguez, un economista que enseña estudios latinoamericanos en la Universidad de Tulane, en EEUU. “Una vez que corregimos esos problemas, los resultados de la OEA desaparecen, sin dejar evidencia estadística de fraude”, señala en el artículo.
El estudio fue realizado por Rodríguez junto a Dorothy Kronick, experta en política latinoamericana en la Universidad de Pennsylvania, y Nicolás Idrobo, estudiante de doctorado en la misma universidad.
Por su parte, los autores dicen que su análisis se enfoca sólo en el análisis estadístico de la OEA sobre los resultados de la votación, “y no prueba que la elección haya sido libre y justa. De hecho, se documentaron muchos problemas con la votación”.
Las irregularidades halladas por la OEA
La Organización de Estados Americanos (OEA) publicó un informe final sobre la larga lista de “acciones deliberadas” irregulares en las elecciones de Bolivia del 20 de octubre, que dieron como ganador al entonces presidente Evo Morales, ahora asilado político en Argentina.
El informe de la auditoría comprueba que la “manipulación dolosa” se dio en dos escenarios: en la alteración de las actas y la falsificación de las firmas de jurados de mesas y en el conteo de los resultados. El flujo de los datos se redireccionó en un momento a dos servidores ocultos que no eran controlados por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Los mismos empleados del tribunal permitieron que esto sucediera, según el informe, “destruyendo toda confianza en el proceso electoral”.
El documento del organismo aclara que las “manipulaciones” e “irregularidades” cometidas durante los comicios impiden saber con certeza el margen entre Morales y el candidato opositor Carlos Mesa. “
“Las estadísticas no prueban ni refutan el fraude. Las evidencias sólidas como declaraciones falsas y estructuras informáticas escondidas lo hacen. Y eso es lo que encontramos”, señala Icaza en el artículo de The New York Times.
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