Rumbo al 3M: Entre la "marcha" de Áñez y la “palabra” de Evo
Unos decían que lo de la lluvia de denuncias y aprehensiones iba a durar hasta que arrancara la campaña; ahora dicen que es la campaña. Sea por datos o por corazonadas, los partidos en carrera insisten en minimizar al Movimiento Al Socialismo (MAS) salvo para instrumentalizar “la lucha” en...



Unos decían que lo de la lluvia de denuncias y aprehensiones iba a durar hasta que arrancara la campaña; ahora dicen que es la campaña. Sea por datos o por corazonadas, los partidos en carrera insisten en minimizar al Movimiento Al Socialismo (MAS) salvo para instrumentalizar “la lucha” en beneficio de la campaña propia. En eso, quien más se esmera es evidentemente el Gobierno de la candidata Jeanine Áñez, que tiene las herramientas a su alcance para exhibirse.
La campaña ha comenzado fuerte, sobre todo para liderar el centro – derecha bajo la consigna que el mejor clasificado será el que logre acceder a una hipotética segunda vuelta y allí, conseguirá el respaldo del resto de los postulantes ante la presencia del MAS.
En lo moral, casi todos se aferran al dogma católico exacerbado que impuso Luis Fernando Camacho en los días de paro cívico y que acabaron con la renuncia de Evo Morales. En lo económico, ninguno salvo Tuto Quiroga va a hablar abiertamente de un giro neoliberal, que sigue siendo mala palabra entre el grueso votante, y van a prometer “mantener lo que funciona y cambiar lo que no funciona”. En ese contexto, la estrategia de diferenciación pasa por la “lucha” contra el MAS.
Áñez tiene la innumerable lista de aprehendidos de bajo rango que ya puede exhibir; Camacho su carrera biblia en mano hasta plaza Murillo el 10 de noviembre; Mesa su “victoria” el 20 de octubre y Tuto Quiroga su verborragia incontenible. Solo Áñez parece estar en disposición de sumar más puntos a su logro.
La guerra cruzada, sin embargo, le favorece a Camacho, que ya ha empezado a comparar las prácticas del Gobierno Áñez con las del Gobierno Morales y que más temprano que tarde empezará a argumentar con la funcionalidad de los Demócratas de Rubén Costas a los 14 años de Gobierno, algo que se puede ampliar a Mesa y sobre todo a Tuto Quiroga, que entre el revocatorio de 2008 y la participación divisiva en 2014 tiene cosas que explicar.
Críticas
Los candidatos del centro derecha cuestionan el uso de privilegios por parte de la Presidenta Jeanine Áñez
Marinkovic, mentor de Camacho, ya lo ha hecho, y además tiene en su equipo a la mayor parte de los “exiliados” que han retornado. Hasta a Manfred Reyes Villa. Seguramente se guarda para después.
Mesa y Camacho coinciden en criticar duramente el uso del poder para hacer campaña, supuestamente, de la Presidenta Jeanine Áñez y su agrupación Juntos. La última, una marcha contra la violencia en general ayer en Santa Cruz sin mayor impacto u objetivo y que recuerda demasiado a una similar que se armó en septiembre en La Paz para maquillar la imagen de Morales en el sensible asunto de la violencia contra la mujer.
¿Y de la economía cuando?
El MAS, mientras tanto, va navegando entre las aprehensiones y las predecibles inhabilitaciones. Ayer “cayó” Gustavo Torrico según él por ser masista y según el ministro de Gobierno por sedición y terrorismo. Probablemente la frase de cómo las madres afrontarían el dolor de perder un hijo no fuera la más afortunada y es políticamente censurable aunque se diera en un espacio de reflexión y debate. Hubo quien lo tomó como amenaza.
Hubo también órdenes de aprehensión para algunos miembros y colaboradores del equipo de Juan Ramón Quintana, el poderoso ministro de la Presidencia de Evo que sigue resguardado en la embajada de México, mientras que las novedades van enterrando algunas aprehensiones del pasado no tan bien explicadas, y no solo por Patricia Hermosa.
Arce Catacora quiere hablar de economía, pero va a tener difícil llevar el debate a donde quiere. Ayer anunció el Gobierno una previsión de crecimiento del 3,5 por ciento, y todavía se regodeó de que será una de las más altas del continente “secuestrando” el argumento más manoseado por el propio Arce Catacora… pero ni por esas.
Al final de la tarde irrumpió de nuevo Evo Morales, esta vez en un formato nuevo y con un tono diferente en lo que parece ser una nueva estrategia de campaña. Se llama “La palabra de Evo” y ayer propuso un “gran acuerdo por la paz en las elecciones”, para lo que convocó a todos los líderes de los partidos a comprometerse con una serie de puntos básicos: erradicar grupos de choque, eliminar la guerra sucia, garantizar los actos de campaña, etc.
Después de los memes y las bromas, lo cierto es que Morales se alista para ocupar un nuevo lugar en la campaña, donde no está dispuesto a pasar desapercibido. Sin duda, continuará.
Las listas del MAS, bajo la lupa
La candidatura de Evo Morales no es la única que está bajo inspección en el Tribunal Supremo Electoral por el incumplimiento de la residencia ininterrumpida en la circunscripción durante dos años, sino que otros aspirantes han sido también señalados.
Uno de ellos, y probablemente el más sensible, es David Choquehuanca, el candidato a Vicepresidente y que fue objeto de polémica, pero que además ha ejercido en los últimos años como secretario general del ALBA, con sede en Venezuela.
Similar situación tiene Diego Pary, también excanciller, que emitió su último voto en La Paz pero candidatea por Potosí, y que antes de ser elegido Canciller radicó en Estados Unidos como embajador ante la OEA.
La campaña ha comenzado fuerte, sobre todo para liderar el centro – derecha bajo la consigna que el mejor clasificado será el que logre acceder a una hipotética segunda vuelta y allí, conseguirá el respaldo del resto de los postulantes ante la presencia del MAS.
En lo moral, casi todos se aferran al dogma católico exacerbado que impuso Luis Fernando Camacho en los días de paro cívico y que acabaron con la renuncia de Evo Morales. En lo económico, ninguno salvo Tuto Quiroga va a hablar abiertamente de un giro neoliberal, que sigue siendo mala palabra entre el grueso votante, y van a prometer “mantener lo que funciona y cambiar lo que no funciona”. En ese contexto, la estrategia de diferenciación pasa por la “lucha” contra el MAS.
Áñez tiene la innumerable lista de aprehendidos de bajo rango que ya puede exhibir; Camacho su carrera biblia en mano hasta plaza Murillo el 10 de noviembre; Mesa su “victoria” el 20 de octubre y Tuto Quiroga su verborragia incontenible. Solo Áñez parece estar en disposición de sumar más puntos a su logro.
La guerra cruzada, sin embargo, le favorece a Camacho, que ya ha empezado a comparar las prácticas del Gobierno Áñez con las del Gobierno Morales y que más temprano que tarde empezará a argumentar con la funcionalidad de los Demócratas de Rubén Costas a los 14 años de Gobierno, algo que se puede ampliar a Mesa y sobre todo a Tuto Quiroga, que entre el revocatorio de 2008 y la participación divisiva en 2014 tiene cosas que explicar.
Críticas
Los candidatos del centro derecha cuestionan el uso de privilegios por parte de la Presidenta Jeanine Áñez
Marinkovic, mentor de Camacho, ya lo ha hecho, y además tiene en su equipo a la mayor parte de los “exiliados” que han retornado. Hasta a Manfred Reyes Villa. Seguramente se guarda para después.
Mesa y Camacho coinciden en criticar duramente el uso del poder para hacer campaña, supuestamente, de la Presidenta Jeanine Áñez y su agrupación Juntos. La última, una marcha contra la violencia en general ayer en Santa Cruz sin mayor impacto u objetivo y que recuerda demasiado a una similar que se armó en septiembre en La Paz para maquillar la imagen de Morales en el sensible asunto de la violencia contra la mujer.
¿Y de la economía cuando?
El MAS, mientras tanto, va navegando entre las aprehensiones y las predecibles inhabilitaciones. Ayer “cayó” Gustavo Torrico según él por ser masista y según el ministro de Gobierno por sedición y terrorismo. Probablemente la frase de cómo las madres afrontarían el dolor de perder un hijo no fuera la más afortunada y es políticamente censurable aunque se diera en un espacio de reflexión y debate. Hubo quien lo tomó como amenaza.
Hubo también órdenes de aprehensión para algunos miembros y colaboradores del equipo de Juan Ramón Quintana, el poderoso ministro de la Presidencia de Evo que sigue resguardado en la embajada de México, mientras que las novedades van enterrando algunas aprehensiones del pasado no tan bien explicadas, y no solo por Patricia Hermosa.
Arce Catacora quiere hablar de economía, pero va a tener difícil llevar el debate a donde quiere. Ayer anunció el Gobierno una previsión de crecimiento del 3,5 por ciento, y todavía se regodeó de que será una de las más altas del continente “secuestrando” el argumento más manoseado por el propio Arce Catacora… pero ni por esas.
Al final de la tarde irrumpió de nuevo Evo Morales, esta vez en un formato nuevo y con un tono diferente en lo que parece ser una nueva estrategia de campaña. Se llama “La palabra de Evo” y ayer propuso un “gran acuerdo por la paz en las elecciones”, para lo que convocó a todos los líderes de los partidos a comprometerse con una serie de puntos básicos: erradicar grupos de choque, eliminar la guerra sucia, garantizar los actos de campaña, etc.
Después de los memes y las bromas, lo cierto es que Morales se alista para ocupar un nuevo lugar en la campaña, donde no está dispuesto a pasar desapercibido. Sin duda, continuará.
Las listas del MAS, bajo la lupa
La candidatura de Evo Morales no es la única que está bajo inspección en el Tribunal Supremo Electoral por el incumplimiento de la residencia ininterrumpida en la circunscripción durante dos años, sino que otros aspirantes han sido también señalados.
Uno de ellos, y probablemente el más sensible, es David Choquehuanca, el candidato a Vicepresidente y que fue objeto de polémica, pero que además ha ejercido en los últimos años como secretario general del ALBA, con sede en Venezuela.
Similar situación tiene Diego Pary, también excanciller, que emitió su último voto en La Paz pero candidatea por Potosí, y que antes de ser elegido Canciller radicó en Estados Unidos como embajador ante la OEA.