Áñez recarga su gabinete y pone rumbo al 3 de mayo
Se cumplen dos meses y medio de Gobierno de Jeanine Áñez y parece que haya pasado una eternidad. Cosas pequeñas, cosas grandes, cosas todos los días. Ayer, sin ir más lejos, Áñez ha vuelto a posesionar gabinete ahora que ya no es solo Presidenta de Transición, sino en Ejercicio, y sobre...



Se cumplen dos meses y medio de Gobierno de Jeanine Áñez y parece que haya pasado una eternidad. Cosas pequeñas, cosas grandes, cosas todos los días. Ayer, sin ir más lejos, Áñez ha vuelto a posesionar gabinete ahora que ya no es solo Presidenta de Transición, sino en Ejercicio, y sobre todo candidata, mientras que el MAS escenificó la transición con el recibimiento a Luis Arce Catacora, que ha pasado de ser un exiliado de perfil bajo al sucesor de Evo Morales. Por partes.
Si algo enseñó el MAS en política en estos 14 años es a llevar siempre la iniciativa. Siempre. Cuando la perdió - Caso Zapata, caso Código Penal, caso Pititas -, perdió. El Gobierno de Áñez ha tomado buena nota al respecto y desde el primer día viene imprimiendo un ritmo frenético, lo que necesariamente iba a desembocar en una candidatura que aun así, sorprendió a muchos.
Cuando renunció la ex ministra de Comunicación, Roxana Lizárraga, en medio de cuestionamientos a la candidatura presidencial, Áñez optó por pedir la renuncia de todos y armar un acto de re-posesión. De los 20 ministros, solo tres son nuevos, uno por obligación para reemplazar a Lizárraga; los otros dos para aportar aun más peso político al gabinete. Tal vez no era necesario tanto bombo.
Isabel Fernández es “prensa Unitel”, que toma las riendas del Ministerio más complejo y a la vez más “intervenido”. No es la Ministra de Comunicación la que planea la estrategia política – en este caso a cargo de su secretario privado Erik Foronda -, sino la que la ejecuta, como recordó Áñez en el acto de posesión. Suma entonces una buena periodista a su aparato.
Para los otros dos cargos, Áñez ha optado por dos políticos, eso sí, aptos para el cargo. Aliane Capobianco era diputada y de las convencidas, aunque también es ingeniera agrónoma, por lo que se prevé que técnicamente no tenga problemas en un Ministerio netamente politizado, como el de Desarrollo Rural y Tierras que hasta hace bien poco administraba todo el clan Cocarico, y que tendrá un rol importante para “perforar” los sectores rurales más cercanos a Morales.
El tercero en ser posesionado fue Víctor Hugo Cárdenas, intelectual aymara cuyo pasado político es de sobra conocido: vicepresidente de Goni en los tiempos de la privatización, y que salió del letargo en la última elección abrazado a la lucha “contra la ideología de género” y sobre la sigla de UCS. No le fue bien porque la irrupción de Chi se llevó el voto duro conservador, pero ya ensayó un mensaje que después han explotado Camacho y la propia Áñez con aquello de “Dios volviendo al Palacio”. La cartera de Educación es sensible. Probablemente hace un cambio en la Ley Avelino Siñani. Él mismo lo adelantó, aunque de momento se comprometió a realizar los contactos y consensos. Mucha agenda para un Gobierno de Transición y con el curso escolar a punto de comenzar.
Los que se quedan
Ciertamente fue mucho acto para tres cambios, pero es que la Presidenta tenía cosas que decir, y lo traía preparado: “Me dolieron las críticas, pero no me derrotaron” dijo respecto a la polvareda que generó su candidatura y que básicamente lamentan que haya faltado a su compromiso de no concurrir y ponen en duda su capacidad de separar Presidencia y Campaña. Sobre eso, Áñez dijo que hará campaña “en horas no laborales y en fines de semana”, como si se dejara alguna vez de ser Presidenta, que le recordaron en twitter.
Áñez también se comprometió a no usar los medios del Estado y aseguró que el funcionario de Vías Bolivia que había encargado almanaques con su imagen – juran que pagados de su bolsillo – fue apartado. Inmediatamente después empezó a hablar de sus logros y promesas: los trámites para emprendedores en 72 horas y otros más. Antes había justificado su candidatura como un sacrificio por Bolivia y había hablado de que fueron las otras fuerzas políticas las que no se quisieron unir y que ante el riesgo, dio el paso de ser candidata. Todo ello en directo en Bolivia TV.
Áñez conserva la matriz dura de su Gobierno que conforman Yerko Núñez en Presidencia, Arturo Murillo en Gobierno, Álvaro Coimbra en Justicia y Luis Fernando López en Defensa. Los cuatro son los que han interpretado el mensaje para construir un discurso.
También mantiene a Karen Longaric en la Cancillería. Se especulaba su salida primero para ser candidata a la Vicepresidencia, después por los roces sobre el asunto de la ruptura de relaciones con Cuba mientras estaba de viaje. También siguen los técnico - políticos como José Luis Parada en Economía y los aliados como Víctor Hugo Zamora en Hidrocarburos, entre otros muchos, pues lo de recortar gasto público, y carteras, no está de momento en los planes.
Áñez insistió en la separación del ámbito de Gobierno y el de campaña. Su equipo, sin embargo, está bien armado para acelerar en lo político luego de cinco cambios en apenas dos meses y medio. Las críticas en redes siguen, pero el escenario está prácticamente delineado.
Luis Arce, bienvenido con una notificación
Su hoy compañero de fórmula, David Choquehuanca, se refirió a una “mano blanca” como artífice del escándalo del Fondo Indígena. La mayoría entendió que se refería al entonces ministro de Economía y miembro del Directorio.
El martes, Arce Catacora volvió a poner un pie en El Alto tras casi dos meses de ausencia, ahora como candidato. En la fila de Migración le esperaban para notificarle la cita para su declaración sobre el asunto del Fondo Indígena.
Después le esperaba una esforzada multitud en El Alto, que querían ver a Evo, pero veían a Luis. La transición en el MAS también está en marcha, aunque tal vez solo una aprehensión o encarcelamiento pueda darle el punto de chispa que de momento le falta…
Si algo enseñó el MAS en política en estos 14 años es a llevar siempre la iniciativa. Siempre. Cuando la perdió - Caso Zapata, caso Código Penal, caso Pititas -, perdió. El Gobierno de Áñez ha tomado buena nota al respecto y desde el primer día viene imprimiendo un ritmo frenético, lo que necesariamente iba a desembocar en una candidatura que aun así, sorprendió a muchos.
Cuando renunció la ex ministra de Comunicación, Roxana Lizárraga, en medio de cuestionamientos a la candidatura presidencial, Áñez optó por pedir la renuncia de todos y armar un acto de re-posesión. De los 20 ministros, solo tres son nuevos, uno por obligación para reemplazar a Lizárraga; los otros dos para aportar aun más peso político al gabinete. Tal vez no era necesario tanto bombo.
Isabel Fernández es “prensa Unitel”, que toma las riendas del Ministerio más complejo y a la vez más “intervenido”. No es la Ministra de Comunicación la que planea la estrategia política – en este caso a cargo de su secretario privado Erik Foronda -, sino la que la ejecuta, como recordó Áñez en el acto de posesión. Suma entonces una buena periodista a su aparato.
Para los otros dos cargos, Áñez ha optado por dos políticos, eso sí, aptos para el cargo. Aliane Capobianco era diputada y de las convencidas, aunque también es ingeniera agrónoma, por lo que se prevé que técnicamente no tenga problemas en un Ministerio netamente politizado, como el de Desarrollo Rural y Tierras que hasta hace bien poco administraba todo el clan Cocarico, y que tendrá un rol importante para “perforar” los sectores rurales más cercanos a Morales.
El tercero en ser posesionado fue Víctor Hugo Cárdenas, intelectual aymara cuyo pasado político es de sobra conocido: vicepresidente de Goni en los tiempos de la privatización, y que salió del letargo en la última elección abrazado a la lucha “contra la ideología de género” y sobre la sigla de UCS. No le fue bien porque la irrupción de Chi se llevó el voto duro conservador, pero ya ensayó un mensaje que después han explotado Camacho y la propia Áñez con aquello de “Dios volviendo al Palacio”. La cartera de Educación es sensible. Probablemente hace un cambio en la Ley Avelino Siñani. Él mismo lo adelantó, aunque de momento se comprometió a realizar los contactos y consensos. Mucha agenda para un Gobierno de Transición y con el curso escolar a punto de comenzar.
Los que se quedan
Ciertamente fue mucho acto para tres cambios, pero es que la Presidenta tenía cosas que decir, y lo traía preparado: “Me dolieron las críticas, pero no me derrotaron” dijo respecto a la polvareda que generó su candidatura y que básicamente lamentan que haya faltado a su compromiso de no concurrir y ponen en duda su capacidad de separar Presidencia y Campaña. Sobre eso, Áñez dijo que hará campaña “en horas no laborales y en fines de semana”, como si se dejara alguna vez de ser Presidenta, que le recordaron en twitter.
Áñez también se comprometió a no usar los medios del Estado y aseguró que el funcionario de Vías Bolivia que había encargado almanaques con su imagen – juran que pagados de su bolsillo – fue apartado. Inmediatamente después empezó a hablar de sus logros y promesas: los trámites para emprendedores en 72 horas y otros más. Antes había justificado su candidatura como un sacrificio por Bolivia y había hablado de que fueron las otras fuerzas políticas las que no se quisieron unir y que ante el riesgo, dio el paso de ser candidata. Todo ello en directo en Bolivia TV.
Áñez conserva la matriz dura de su Gobierno que conforman Yerko Núñez en Presidencia, Arturo Murillo en Gobierno, Álvaro Coimbra en Justicia y Luis Fernando López en Defensa. Los cuatro son los que han interpretado el mensaje para construir un discurso.
También mantiene a Karen Longaric en la Cancillería. Se especulaba su salida primero para ser candidata a la Vicepresidencia, después por los roces sobre el asunto de la ruptura de relaciones con Cuba mientras estaba de viaje. También siguen los técnico - políticos como José Luis Parada en Economía y los aliados como Víctor Hugo Zamora en Hidrocarburos, entre otros muchos, pues lo de recortar gasto público, y carteras, no está de momento en los planes.
Áñez insistió en la separación del ámbito de Gobierno y el de campaña. Su equipo, sin embargo, está bien armado para acelerar en lo político luego de cinco cambios en apenas dos meses y medio. Las críticas en redes siguen, pero el escenario está prácticamente delineado.
Luis Arce, bienvenido con una notificación
Su hoy compañero de fórmula, David Choquehuanca, se refirió a una “mano blanca” como artífice del escándalo del Fondo Indígena. La mayoría entendió que se refería al entonces ministro de Economía y miembro del Directorio.
El martes, Arce Catacora volvió a poner un pie en El Alto tras casi dos meses de ausencia, ahora como candidato. En la fila de Migración le esperaban para notificarle la cita para su declaración sobre el asunto del Fondo Indígena.
Después le esperaba una esforzada multitud en El Alto, que querían ver a Evo, pero veían a Luis. La transición en el MAS también está en marcha, aunque tal vez solo una aprehensión o encarcelamiento pueda darle el punto de chispa que de momento le falta…