Barral: Cáceres debió tener ingreso de Bs 50.000 al mes
El diputado opositor, Amilcar Barral, afirmó que el viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Felipe Cáceres, tendría que haber tenido un ingreso mensual de Bs 50.000 para justificar su patrimonio de Bs 9 millones; aunque asegura que las declaraciones juradas son un “saludo a...



El diputado opositor, Amilcar Barral, afirmó que el viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Felipe Cáceres, tendría que haber tenido un ingreso mensual de Bs 50.000 para justificar su patrimonio de Bs 9 millones; aunque asegura que las declaraciones juradas son un “saludo a la bandera” y una “chacota”.
“Haciendo una división, él (Felipe Cáceres) tendría que haber estado ganando 7 mil dólares mensuales, es decir, 50 mil bolivianos”, declaró el diputado Barral a ANF, refiriéndose al patrimonio millonario del viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas despacho dependiente del Ministerio de Gobierno.
Sin embargo, precisa que ningún funcionario público ni el presidente, Evo Morales, percibe un sueldo o ingreso mensual de esa cantidad, mucho menos los primeros años cuando el Gobierno asumió una política de austeridad en los salarios de las altas autoridades de Estado.
Cáceres dijo la pasada semana que su fortuna es producto del trabajo familiar, honesto y transparente, argumentó que está en la función pública hace 23 años, primero como alcalde del municipio de Villa Tunari y desde 2006 en el cargo de viceministro.
En 2008, Cáceres poseía un patrimonio Bs 1.9 millones, después de 10 años esa cifra se incrementó en Bs 9.2 millones, de acuerdo a su declaración jurada posee una deuda de Bs 2.1 millones.
Barral considera que el “Zar antidroga” o es “muy sincero” en su declaración jurada en la Contraloría General del Estado o es que el resto de las autoridades y funcionarios públicos “están mintiendo en sus declaraciones”.
El legislador cree que hay muchas autoridades que están realizando declaraciones infladas porque en los hechos no tienen lo que declaran, sospecha que es porque ya en la gestión pública incurren en irregularidades para generar un patrimonio que luego sería justificado.
O el otro extremo que autoridades como el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, que supuestamente no tenía ni siquiera para contratar abogados durante el caso Zapata, observó Barral.
Por eso considera que las declaraciones juradas son “un saludo a la bandera” y una “chacota”.
“Haciendo una división, él (Felipe Cáceres) tendría que haber estado ganando 7 mil dólares mensuales, es decir, 50 mil bolivianos”, declaró el diputado Barral a ANF, refiriéndose al patrimonio millonario del viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas despacho dependiente del Ministerio de Gobierno.
Sin embargo, precisa que ningún funcionario público ni el presidente, Evo Morales, percibe un sueldo o ingreso mensual de esa cantidad, mucho menos los primeros años cuando el Gobierno asumió una política de austeridad en los salarios de las altas autoridades de Estado.
Cáceres dijo la pasada semana que su fortuna es producto del trabajo familiar, honesto y transparente, argumentó que está en la función pública hace 23 años, primero como alcalde del municipio de Villa Tunari y desde 2006 en el cargo de viceministro.
En 2008, Cáceres poseía un patrimonio Bs 1.9 millones, después de 10 años esa cifra se incrementó en Bs 9.2 millones, de acuerdo a su declaración jurada posee una deuda de Bs 2.1 millones.
Barral considera que el “Zar antidroga” o es “muy sincero” en su declaración jurada en la Contraloría General del Estado o es que el resto de las autoridades y funcionarios públicos “están mintiendo en sus declaraciones”.
El legislador cree que hay muchas autoridades que están realizando declaraciones infladas porque en los hechos no tienen lo que declaran, sospecha que es porque ya en la gestión pública incurren en irregularidades para generar un patrimonio que luego sería justificado.
O el otro extremo que autoridades como el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, que supuestamente no tenía ni siquiera para contratar abogados durante el caso Zapata, observó Barral.
Por eso considera que las declaraciones juradas son “un saludo a la bandera” y una “chacota”.