Lampe, primer boliviano en jugar la final
“Agradecido de poder vivir esta final soñada”, comentó el arquero Carlos Lampe, de 31 años, este viernes por sus redes oficiales de Twitter y de Facebook, luego de que Boca Juniors (Argentina) logró la clasificación a la final con el empate (2-2) ante Palmeiras y de esta manera será el...



“Agradecido de poder vivir esta final soñada”, comentó el arquero Carlos Lampe, de 31 años, este viernes por sus redes oficiales de Twitter y de Facebook, luego de que Boca Juniors (Argentina) logró la clasificación a la final con el empate (2-2) ante Palmeiras y de esta manera será el primer futbolista boliviano en llegar a esta instancia de la Copa Libertadores de América.
Desde que Lampe recibió la llamada del club xeneize para enrolarse a sus filas, sus días han estado marcados por la satisfacción profesional de sumarse a uno de los “colosos” del fútbol sudamericano y de formar parte del elenco que logró la clasificación a la fase final, un escenario que ningún club de Bolivia ha pisado, hasta el momento, y ni ningún otro jugador boliviano llegó bajo divisa extranjera.
Lampe apoyó a sus compañeros desde la banca de alternos, todavía no pudo jugar un partido oficial. Cabe recordar que sólo puede actuar en la Libertadores, no así en el torneo argentino, porque su vinculación fue de carácter de emergencia ante la lesión en la mandíbula de Esteban Andrada, el titular del club bonaerense.
En las semifinales contra los brasileños de Palmeiras, Lampe (guardameta de la Selección Nacional) fue el alterno de Agustín Rossi, y ocupó el lugar del juvenil Guido Vadalá en la lista oficial entregada por Boca Juniors a la Conmebol. Fue cedido por el club Deportivo Huachipato (Chile) por tres meses, con opción de compra.
La llegada de Lampe al club amarillo y azul levantó mucha expectativa entre la afición boliviana, tanto dentro como fuera del país, y por otro lado llevó a una discusión entre el periodismo argentino, que por estos días fue apagado por la obtención del boleto a la final.
Desde su posición, el cruceño Lampe vive una alegría particular, mientras a lo largo y ancho de Argentina comienza a correr el entusiasmo porque dos de los “grandes” jugarán un Súper Clásico por la Copa Libertadores de América. Dentro de la historia de este certamen, nunca dos clubes del país del Río de La Plata habían quedado solos delante de este trofeo.
La final de ida se jugará en el estadio de la Bombonera, propiedad de Boca Juniors, y la vuelta será en el Monumental de River Plate. Sólo resta saber los días de estos partidos; en principio estaban programados para los miércoles 7 y 28 de noviembre, pero dentro de la Conmebol circula la versión de que las fechas se cambiarán para los sábados 10 y el 24 de noviembre, otro aspecto inédito que se suma a la lista para este encuentro. En los siguientes días se oficializará este dato.
Desde que Lampe recibió la llamada del club xeneize para enrolarse a sus filas, sus días han estado marcados por la satisfacción profesional de sumarse a uno de los “colosos” del fútbol sudamericano y de formar parte del elenco que logró la clasificación a la fase final, un escenario que ningún club de Bolivia ha pisado, hasta el momento, y ni ningún otro jugador boliviano llegó bajo divisa extranjera.
Lampe apoyó a sus compañeros desde la banca de alternos, todavía no pudo jugar un partido oficial. Cabe recordar que sólo puede actuar en la Libertadores, no así en el torneo argentino, porque su vinculación fue de carácter de emergencia ante la lesión en la mandíbula de Esteban Andrada, el titular del club bonaerense.
En las semifinales contra los brasileños de Palmeiras, Lampe (guardameta de la Selección Nacional) fue el alterno de Agustín Rossi, y ocupó el lugar del juvenil Guido Vadalá en la lista oficial entregada por Boca Juniors a la Conmebol. Fue cedido por el club Deportivo Huachipato (Chile) por tres meses, con opción de compra.
La llegada de Lampe al club amarillo y azul levantó mucha expectativa entre la afición boliviana, tanto dentro como fuera del país, y por otro lado llevó a una discusión entre el periodismo argentino, que por estos días fue apagado por la obtención del boleto a la final.
Desde su posición, el cruceño Lampe vive una alegría particular, mientras a lo largo y ancho de Argentina comienza a correr el entusiasmo porque dos de los “grandes” jugarán un Súper Clásico por la Copa Libertadores de América. Dentro de la historia de este certamen, nunca dos clubes del país del Río de La Plata habían quedado solos delante de este trofeo.
La final de ida se jugará en el estadio de la Bombonera, propiedad de Boca Juniors, y la vuelta será en el Monumental de River Plate. Sólo resta saber los días de estos partidos; en principio estaban programados para los miércoles 7 y 28 de noviembre, pero dentro de la Conmebol circula la versión de que las fechas se cambiarán para los sábados 10 y el 24 de noviembre, otro aspecto inédito que se suma a la lista para este encuentro. En los siguientes días se oficializará este dato.