Se alargan los Congresos
Un MAS Tarija sin relevo
El oficialismo busca un rostro capaz de coordinar la oposición en Tarija luego de haber perdido poder institucional y representación. Sin importar el peso orgánico, se buscan líderes conocidos e influyentes



Se acaba agosto y el MAS Tarija sigue sin renovarse. La polémica ha sido ardua, los pulsos internos también, pero por el momento no hay luz verde ni fumata blanca. Carlos Acosta sigue siendo el presidente en ejercicio del partido en el departamento y las organizaciones sociales no alcanzan a encontrar un canal de incidencia que les sirva para resolver sus problemas más allá del leve contacto con el Gobierno Nacional, que tiene su propia estrategia con Tarija, que no parece ser una prioridad según señalan algunos dirigentes de la subcúpula de Luis Arce.
Se suponía que en agosto todas las departamentales debían haberse renovado de acuerdo a los criterios que maneja ahora la nacional de Evo Morales, que quiere un partido más activo, capaz de ser vanguardia en la propuesta hacia el Gobierno de Arce y no solo una máquina electoral infalible. En general se busca un líder del partido que pueda asumir la vocería de forma determinante y coordinar el trabajo de oposición al Gobernador Óscar Montes, una tarea actualmente huérfana por la debilidad institucional del MAS Tarija, que siempre se había apoyado en sus cargos electos y que hoy son menos.
El MAS Tarija, por ejemplo, no tiene Ministro sentado en el Gabinete de Arce. La ministra de Planificación, Gabriela Mendoza, es chaqueña, pero hace demasiado tiempo que dejó el pago como para tener su grupo de base. De ahí, el mejor colocado es Álvaro Ruíz – padrino de Acosta - como Viceministro de Autonomías en el corazón del Ministerio de la Presidencia, pero en un momento en el que se tensionan las relaciones de vecindad y Santa Cruz avanza en el reclamo de competencias, con un Pacto Fiscal sin resolver, tiene poco margen para florituras.
Del resto de cargos institucionales que solían darle cierta relevancia, el MAS ya no tiene la Presidencia de la Asamblea Departamental porque no logró llegar a un pacto con los indígenas, que apoyaron al Gobernador, aunque el núcleo duro del MAS lo ve como un apoyo “temporal”; tampoco cuenta con el poderoso lobby de los subgobernadores, ya que la normativa ha cambiado y esta vez han sido elegidos por el Gobernador, salvo en el Chaco, mientras que la Presidencia de la Brigada se encomendó a Eloy Maraz, residente chaqueño, lo que le suma dificultades para ejercer una vocería medianamente sostenida.
Lo mismo pasa con la Asociación de Municipios de Tarija, que se encomendó a William Guerrero, expresidente de la Asamblea y alcalde de Padcaya, cuyas dotes comunicativas son inexistentes, y aparte de tener el poderoso mecanismo del débito automático a su servicio para desmontar toda la planificación de la Gobernación, no se ha visto que represente una alternativa programática o de contenido.
¿Poder mediático u orgánico?
Según Carlos Acosta, el Congreso se llevará adelante en diciembre después de que culminen todos los congresos provinciales en los que se están reorganizando las directivas, aunque lo cierto es que el paralelismo y la desunión entre matrices es recurrente en casi todas, por lo que la relación de votos y peso orgánico hace más a las departamentales que a las provinciales.
La pregunta que recorre el aparato es qué perfil de liderazgo se va finalmente a imponer, si bien un perfil destinado a administrar el poco poder departamental mediante un equilibrio orgánico y una resolución de convivencia, o por el contrario, se va a buscar un líder mediático capaz de ejercer la vocería y unir a las matrices y subcentrales en función de los objetivos de oposición.
Evo quiere lo segundo, y en Tarija lo de la administración de poderes desde el centralismo nunca ha ido bien, por lo que los nombres que se manejan son más de un opositor férreo que de un equilibrista orgánico con todas las cartas para fracasar. Claro que, para ejercer ese papel, es preciso no tener mácula ni “cola de paja”, que dicen los propios.
Los candidatos del perfil “mediático” son un puñado y no muy bien avenido entre sí, y esta vez más que nunca, requerirá del aval del propio Evo Morales para hacerse con el puesto, que en este caso no tiene ni remuneración.
Entre las candidatas top está Pilar Lizárraga, socióloga y parte del núcleo más ideológico del Instrumento Político Nacional – Popular, que quedó fuera de la Asamblea por desavenencias con Carlos Acosta, que modificó las listas por Cercado. Lizárraga goza de la confianza de Morales y también de muchos liderazgos locales a los que ha asesorado, además ya dio el primer paso para asumir una función más visible, aunque se vio frustrada.
Otros dos que vienen funcionando en dupla y que podrían asumir el liderazgo del partido son Walter Ferrufino, ex subgobernador de O´Connor y que se quedó en puertas de ser candidato a la Gobernación porque Evo lo volvió a no elegir, pero por el que siente deuda; el otro es su lugarteniente en las luchas internas, Darío Gareca, de los Gareca pesados, que fue secretario de Coordinación en la era de Lino Condori.
Rondando por la primera línea del partido está Marcelo Poma, de retorno tras su periplo como cónsul en España. También anda con ganas de volver el profesor Eulalio Sánchez, el Presidente de la expansión del MAS en Tarija que tuvo que salir por la puerta de atrás por desavenencias con Lino Condori.
De elegir un institucional, se habla de José Yucra, intercultural de peso y que ya es asambleísta por Cercado, pero también de Sara Armella, muy desaprovechada como alcaldesa de El Puente.
De momento las espadas siguen en todo lo alto y con probabilidad, se seguirán sumando nombres en la definición del perfil. Mientras tanto, los propios operadores de Óscar Montes agradecen no tener que lidiar con eso más.