Rumbo al 7M
¿Solo puede quedar uno?
Los partidos contrarios al MAS plantean un escenario de concertación en frente único, pero ninguno está dispuesto a ceder su protagonismo. En ese escenario, el MAS confía en su 41% y en el agotamiento para anotarse su primera victoria



Seis años después, el escenario electoral en Tarija es similar al de 2015, aunque con una diferencia sustancial.
El Movimiento Al Socialismo (MAS) ha vuelto a ganar la elección de forma contundente, como en 2014, pero esta vez después de sufrir lo indecible en 2019, perder el poder, ser perseguido y criminalizado para, finalmente, retornar renovado y más poderoso.
Tarija ha votado en contra del Movimiento Al Socialismo (MAS), que sin embargo tiene un voto duro ya del 41% a nivel departamental. El MAS Tarija fue la única departamental que no logró mejorar los resultados de 2019 en 2020, lo que aún da más señales de solidez. En Tarija, al contrario de lo que pasó en Santa Cruz, optó en 51% por el “voto útil” a Carlos Mesa.
En 2014 el MAS ganó holgadamente las elecciones en Tarija con un 51% de los apoyos, como ya hizo en 2009. En 2014, además, ganó en Cercado con el 40,67% de los votos gracias a la dispersión del voto entre Unidad Demócrata - que apoyaron a última hora Camino al Cambio, Adrián Oliva y el FRI – y el Partido Demócrata Cristiano de Tuto Quiroga que apoyaron los hoy nuevamente socios Óscar Montes y Johnny Torres.
Montes y Torres se deshicieron pronto de aquella alianza y acudieron a los llamados a “concertar” con la oposición al MAS en el departamento para evitar que el partido azul continuara gobernando en el departamento.
Y es que, la diferencia sustancial con el momento actual es que en 2015 se despedía Lino Condori, el asambleísta de Yunchará que asumió la Gobernación cuando el MAS volteó con las armas de aquel entonces a Mario Cossío en la Asamblea Departamental y gozó del interinato más largo de la historia gracias a la indecisión de algunos opositores, que se acomodaron evitando una nueva moción o un referéndum revocatorio.
Hasta 2015 gobernó Condori, coincidiendo con la mejor época de los recursos de Tarija gracias a los altos precios de los Hidrocarburos. Sin embargo, los cinco años siguientes de crisis, los ha gobernado Adrián Oliva, producto de aquel acuerdo de concertación que se llamó Unidad Departamental Autonomista.
Montes fue el primer elegido para liderar aquella junta, sin embargo no tardó en retirarse de la carrera tras el primer ajuste judicial y las pesquisas sobre enriquecimiento ilícito. Retirado UNIR, Oliva, que había manifestado su intención de candidatear, acabó por recibir el respaldo del resto de fuerzas de oposición al MAS por la derecha.
En la primera vuelta, la junta llegó al 45% y el MAS se quedó en el 36%, sobre todo porque apareció Luis Alfaro como candidato alternativo, con una matriz nacional popular que no tenían ni Oliva ni Pablo Canedo, que acabó siendo el candidato del MAS, y que se llevó un 13% de los votos y que en segunda vuelta apoyó a Oliva y no al MAS, de donde saltó en 2014 tras ser la cara visible en Tarija durante más de una década.
La narrativa de la reedición
Los políticos en Tarija, que es el departamento que más vota en la nacional pensando en la subnacional – o era hasta la irrupción de Camacho en Santa Cruz -, hicieron borrón y cuenta nueva el mismo 19 de octubre, luego de que se conocieran los resultados no oficiales de las encuestadoras.
Camino al Cambio empezó a teorizar sobre los efectos probables de la dispersión del voto opositor y una semana después, Johnny Torres y Óscar Montes, subgobernador y ex alcalde de Cercado respectivamente, se plantaron en la plaza Luis de Fuentes para presentarse como candidatos a alcalde y Gobernador, también respectivamente.
A la semana siguiente Mario Cossío hizo un llamado a todas las fuerzas políticas – aparentemente sin exclusiones – para conversar sobre un proyecto conjunto.
Para este bloque, el concepto es unir fuerzas tradicionales para “derrotar al MAS” y “hacer lo que no se hizo en las nacionales”, mientras que Montes y Torres – cincuenta años en política entre ambos – se presentan como una alternativa “nueva” pero con experiencia de “haber hecho bien las cosas”. En cualquier caso y más allá del MAS, la intención evidente es marginar al Gobernador Adrián Oliva.
En esas, Oliva queda de nuevo solo en su aspiración – aun no confirmada – de postular a la Gobernación. En su morral, seis años de gestión con casi todo en contra – Gobierno, crisis heredada, Asamblea, Subgobernadores, la mayoría de los alcaldes, sus propios socios que se bajaron de la alianza, etc., - donde ha logrado sobrevivir contra pronóstico y hacer política con lo poco que dejó Lino Condori avanzado.
Eso sí, el clima de agotamiento en Tarija empieza a generalizarse. Demasiados años en el mismo lugar. Demasiados años con la misma gente en los mismos lugares. El desafío es triple para los estrategas. El juego recién ha comenzado. ¿Será que solo puede quedar uno?