El “tempo” de Wilman Cardozo

La experiencia tarijeña no le ha gustado a Wilman Cardozo. Después de tres legislaturas en La Paz, el aún asambleísta chaqueño tuvo que conformarse con ser legislador departamental en 2015 luego de su aventura frustrada de pelear la alcaldía de Yacuiba a Carlos Brú, su viejo amigo con el que fundó el PAN y tumbaron a Mario Cossío en 2010, pero que decidió acomodarse al MAS sin retorno después de aquel affaire.

Nadie puede imaginar qué hubiera sido de un Wilman Cardozo alcalde, dado su poco apego al orden y la disciplina y su “despelote” de agenda diaria. Es posible que aquella circular anti Wilman que sacó el Tribunal Supremo Electoral forzando una interpretación de la norma para prohibir a los legisladores plurinacionales concurrir a cargos locales por, supuestamente, no haber residido en la circunscripción, le haya alargado su vida política unos años, aunque en la última partida se haya metido a un callejón sin salida.

Probablemente Cardozo hubiera ganado aquella contienda de 2015 a Brú, pues se la ganó para su sustituto en la alianza UD-A, Ramiro Vallejos, aunque no tardó seis meses en darse vuelta y hoy ya ha jurado al MAS, aunque no lo quieran ni Brú ni José Quecaña. Algunos apuestan a que Cardozo también hubiera cruzado la vereda ante el asedio de Evo Morales por controlar este espacio del territorio patrio. Otros creen que hubiera acabado preso.

Como fuere, eso no pasó. Cardozo, al que le gusta hablar del Chaco sin estar en el Chaco, se acomodó a Tarija primero y, pronto, a pasar desapercibido en las sesiones, la mayor parte de las veces por ausencia. Si no fuera porque su foto se hizo meme, nadie sabría si está pasando la cuarentena en Cercado o en Yacuiba.

Cardozo ganó tres elecciones a pulmón. La de 2002 con el MIR, la de 2005 con Podemos y la de 2009 con el AS luego de que los “arrendatarios de la sigla de Convergencia en Tarija”, Mario Cossío y Óscar Montes, lo dejaran fuera de la carrera en un movimiento por la espalda que lo llevó a improvisar sigla con René Joaquino.

Aún ganó otra más, la de 2014 con la indígena Marcela Vásquez como candidata de UD por la C43. Vásquez duró un poco más, pero también acabó dándose vuelta, como Vallejos. Algunos le cuentan también la victoria de Pepe Gutiérrez en la legislatura corta en Bermejo, pues lo hizo contra todo pronóstico y con las siglas del PAN.

Sus amigos dicen que es “un poco déspota”, sus enemigos que es un tirano. Lo cierto es que a Cardozo se le acaban yendo sus aliados más rápido de lo que se previera. Con todo, no hay quien no se haya acercado a Cardozo imantado por su enorme capacidad de hacer oposición y sacar votos.

Wilman ha perdido estrella. Su última alianza con Adrián Oliva lo ha debilitado en el Chaco, donde sus actores están acostumbrados a hacer política desde el victimismo y la lágrima fácil contra el centralismo. El argumento de Wilman Cardozo es que en el Chaco es tiempo de ejecutar y no de seguir peleando el autogobierno, y por eso es válida la alianza con “los chapacos”, porque al final van a abrir puertas a la colaboración y a que todo vaya mejor. Pero no ha colado.

En la elección fallida, Wilman Cardozo perdió en Yacuiba contra el archienemigo Carlos Brú, que también competía como segundo senador pero por el MAS. Las casualidades, o no tan casualidades, habían permitido un nuevo duelo directo, aunque no tanto. De haber sido válida la elección, había empate, pues los dos habían entrado al Senado, pero en los números, Cardozo perdió en el Chaco.

Los sucesos de octubre cambiaron todo, pero Wilman, que alguna vez había anunciado que pretendía retirarse de la política y dejar paso a los demás, ya había decidido volverse a La Paz a como diera lugar, aunque su forma de hacer política le volvió a pasar factura. Después de defender a Mesa a capa y espada en Comunidad Ciudadana, no tuvo problema en tomar los bártulos y aliarse con Jeanine Áñez en Juntos, que también le garantizó un puesto que parecía de salida en el momento y que se ha venido complicando a medida que avanzan las encuestas.

Wilman Cardozo enfrenta en el embate de septiembre tal vez su última batalla electoral desde un puesto en el que su suerte no depende de él, sino de lo que suceda con la alianza de la Presidenta, cuya caída en las encuestas ha hecho incluso ponderar la retirada de la candidatura.

En cualquier caso, si alguien ha sabido reinventarse en la política tarijeña, ese es Wilman Cardozo.