Cartas desde Obrajes
Querido: Con lo bien que lo pasamos la primera vez que nos encontramos… míranos ahora. Vos allí, silbado junto al García por los tuyos, y yo acá, despreciada entre barrotes por los míos. Aquel día el presidente alzaba tu mano y yo sonreía a tu lado. Quizá fue la primera vez que me...



Querido:
Con lo bien que lo pasamos la primera vez que nos encontramos… míranos ahora. Vos allí, silbado junto al García por los tuyos, y yo acá, despreciada entre barrotes por los míos. Aquel día el presidente alzaba tu mano y yo sonreía a tu lado. Quizá fue la primera vez que me viste. Yo llevaba ahí toda la vida. Tú también. Nos habíamos imaginado seguro en situaciones semejantes, pero nunca juntos.
Cuando yo estaba, íbamos para arriba. Los nuestros nos querían, nos abrazaban, nos vitoreaban y luego ganábamos elecciones. A veces estaba el Evo.
Ahora si está el Evo, a veces ganamos elecciones y entonces nos vitorean, nos dan palmaditas en la espalda y dicen que nos quieren. A veces están los nuestros.
Si no está el Evo, silban. Aunque tampoco sé si a los nuestros o los nuestros.
No han pasado ni doce meses y se viene un nuevo reto. Esperemos que no sea otro batacazo como el de entonces. Lo de la cancioncita no ayudó. Lo otro tampoco. La corrupción había sido en Tarija, dicen. Y dicen que aquí por eso he venido. Aunque gobernar gobernaban otros.
Dicen que ahora que eres funcionario público tenemos más cosas en común y quizá nos volvamos a encontrar pronto. Quizá con el Jorge Bla bla, el Virginio, el Betito y los demás. Quizá sea divertido. Quizá no.
Te mando adjunto un ramo de Julias y Margaritas y muchos saludos.