Los refugios chaqueños
Uno de los privilegios de ser nombrado algo tan efímero como ministro, decía el pensador Julio López Garbayo, es que se conserva la condición de ex ministro para toda la vida y si bien económicamente puede no rentar para siempre (ojo, en algunos lugares si) da al menos para romper el hielo...



Lo cierto es que una de las cosas complicadas de los cargos de alta responsabilidad es el tránsito hacia el retiro. Volver a la vida privada es más fácil en el caso de ingenieros, médicos o incluso economistas; pero en el caso de los licenciados en leyes la oferta laboral se estrecha y mucho. Sea por eso o por otra cosa, la mayoría de los cargos políticos están ocupados por “doctores” que a menudo se reinventan a si mismos sea en el camino hacia arriba o en el de retorno al piso u otros escenarios análogos. Así un día se puede pasar por abogada libre, otro fiscal, acostarse como secretaria de Justicia y despertar como viceministra hasta que el mismísimo Evo te abre la puerta grande del ministerio y en dos meses aterrizar en el Chaco como jefa de gabinete del ejecutivo seccional José Quecaña.La sorpresa se la llevaron los propios chaqueños, a quien el ejecutivo tuvo que explicar varias veces que doña Sandra Gutiérrez, a la sazón secretaria General seccional, estudió en el Chaco pero que después tuvo que ocupar importantes carteras y responsabilidades que le impidieron mantener relación habitual con Yacuiba. Sandra Gutiérrez, a quien ya se le adjudicó el nombramiento de Quecaña como candidato del MAS en esa circunscripción en detrimento de Marcial Rengifo, que venía ejerciendo el cargo, es hoy la más poderosa de las secretarias en la provincia con más posibilidades de desarrollo.Sandra Gutiérrez no es la única ex autoridad que ha buscado refugio en las nuevas estructuras chaqueñas, también en Caraparí está Román Yépez, el ex secretario de Planificación de Lino Condori en un cargo similar y hay sorpresas en otras dependencias que se irán descubriendo con el tiempo.Gutiérrez hace las veces de una asistencia mucho más técnica, pero en la práctica resultaría la homóloga de Luis Alfaro, el secretario de Gobernación, que en la práctica es el homólogo del ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana. Una reunión interinstitucional de los tres resultaría jugosa. De momento el que ha roto el hielo ha sido Luis Alfaro calificando de “sindicato” a la asociación de ejecutivos seccionales, cuya única pretensión sería presionar al gobernador para cumplir sus intereses. Veremos como acaba.