¿Cuándo murió el Comité Cívico?
A mediados de junio se renueva una institución que no ha parado de envejecer en los últimos años. Algunos sitúan la fecha de la defunción con el cambio de siglo, otros con el auge de los Movimientos Sociales (o masistas a secas) en Bolivia.



Lo cierto es que cada año se devalúa más y que su papel en la autonomía ha perdido relevancia al tiempo que las propias instituciones que son parte agonizan y solo resucitan para votar cada dos años.La paralización y el enfrentamiento han caracterizado la gestión que se cierra presidida por el abogado Waldemar Peralta Méndez. El Comité Cívico no ha logrado arrancar compromisos concretos a los partidos que se presentaron ni en las elecciones de octubre ni en las de mayo; la típica foto con los candidatos comprometiéndose a x o z no se produjo. El Comité Cívico no ha logrado generar discurso ni sobre la industrialización de los Hidrocarburos, ni sobre la Autonomía, ni siquiera sobre el Pacto Fiscal.Sobre industrialización, Peralta ha pedido la documentación de la planta de Polipropileno (en reserva por motivos obvios) y ha cuestionado su idoneidad desde que el presidente Evo Morales anunciara su instalación en Tarija. Además, el Comité ha intentado posicionar una especie de “precio del gas para la industrialización” que penalizaría la competitividad de las empresas que se sintieran atraídas por instalarse en Tarija a cambio de seguir condicionados a las regalías.Sobre Autonomía, el Comité Cívico, poco activo en el periodo de adecuación del Estatuto, defendió radicalmente la condición de electo de los ejecutivos seccionales mientras sirvió para enfrentar al alcalde Óscar Montes. Después guardó silencio cuando MAS y CC acordaron excluirlo del Estatuto. Hoy no se sabe si está de acuerdo con la desaparición de la figura sin sustento legal.Sobre Pacto Fiscal, sirvió cuando era una batalla de reclamo con el Gobierno y se diluyó cuando el Gobierno convocó a la reunión, salvo por el cuestionamiento de asistencia de autoridades en retirada. El Comité Cívico no sabe si seguir la estela cruceña o plantarse.La primera marcha organizada por este Comité Cívico fue a cuenta de las “cacerolas vacías”; por todo y por nada, por la subida del precio de la vida. Sirvió para medir una inexistente capacidad de movilización tres años después de la salida de Mario Cossío del poder. La última fue en defensa de la también inexistente victoria de UD-A en la primera vuelta, envuelta en una movilización en defensa del voto. Por el medio, la bien llevada campaña por la liberación de Felipe Moza y José Vaca que dio buenos resultados, aunque su utilización política todavía se está analizando.Waldemar Peralta perdió la mitad de su directorio con la elección de octubre, sin contar que el Transporte nunca se sintió del todo parte, lo que le restó fuerza y capacidad de movilización. Los experimentos con el Comité Cívico Juvenil solo han servido para ahondar la herida. La traca final, ha sido el enfrentamiento casi diario y soez con el secretario ejecutivo de la Gobernación, Roberto Ruíz Bass Werner. Ruíz tenía menos que perder ya que no debe aparentar ningún tipo de imparcialidad u objetividad que por otro lado, nadie esperaba de Waldemar Peralta, claramente encuadrado en una forma de entender la política (sigue apareciendo en las apuestas para ocupar cargo importante en la Gobernación de Oliva).En junio se renueva una directiva del Comité Cívico, una organización quizá demasiado vieja que debería hacer un esfuerzo por reinventarse y por seguir siendo útil. La decisión estará de nuevo en los tarijeños, o eso parece.