Con más nervios que razón

Sólo así se entiende que ni unos ni otros hayan sido capaces de organizar un contingente de no más de 1.500 personas capaces de seguir el conteo en todos los recintos del departamento para después, con sumas y restas, poder salir ante la opinión pública a declararse victoriosos o a reconocer la derrota.Un grupo de medios de comunicación logró contar el 50 por ciento en apenas cuatro horas; en juego para unos, el prestigio, en juego para los otros, el Gobierno. ¿Cómo puede ser que un partido que aspira a Gobernar no tenga datos? Un día ganaban por 20, otro por 14, otro superaban el 51 y otro día el 60. Cantidad de cifras vertidas como palos de ciego que solo demostraron improvisación.En la otra esquina lo mismo; aun contando con una ingente cantidad de funcionarios, la opacidad primaba, conjurados a la segunda vuelta más como un acto de fe que como uno matemático, que al final es lo importante.Por el medio, cantidad de insultos y presiones, soflamas encendidas y discursos patrioteros vacíos de razón y algunos, hasta de contenidos casi rayando con la violencia en uno y otro sentido.¿Esto será lo que nos espera? Las cosas superadas es mejor no volver a recordarlas. Mejor que hablen los números.