Candidatos apuran el último empujón
Queda una semana para las elecciones subnacionales del 29 de marzo y tres días para que se cierre la campaña electoral propiamente dicha, pero lejos de relajarse, los candidatos aprietan los dientes para lograr un último empujón que los encumbre en las preferencias de los votantes, ya que las...



Con la última encuesta de IPSOS publicada en La Razón, ATB y El Deber, y la última de Mori para Unitel y Página 7 que obvió resultados en Tarija, lo que se evidencia es que más de un tercio de la población todavía guarda en reserva sus intenciones; una cuantía suficiente como para encumbrar a cualquiera en primera vuelta.Las preferencias en las encuestas se las lleva Adrián Oliva, de Unidad Departamental Autonomista (UD-A), el líder de la fuerza opositora – autonomista habitual en Tarija, heredera directa del Gobierno de Mario Cossío. El 35 por ciento que le otorgó Ipsos no gusta porque apenas refleja el voto duro esperado por la coalición y muy poca nueva cosecha, lo que ha hecho que se concentren fuerzas en las provincias, pues lo cierto es que en la capital tarijeña si ha logrado llegar a los límites esperados. En UD-A esperan que parte del 37 por ciento de indecisos se decante por ellos, aunque no se entiende porque no se debería haber conquistado ya, tomando en cuenta la división en el oficialismo y la inestabilidad en el MAS, y sin embargo se deba esperar a última hora. A Oliva le faltarían 6 puntos, viendo la distancia con su perseguidor, para conquistar la Gobernación en la primera vuelta, pero de momento deberá seguir peleando en un escenario de segunda vuelta.La división en el oficialismoMientras UD-A pelea contra sí mismo, los otros dos partidos con más ventaja en las encuestas mantienen sus pulsos personales y sectoriales. La encuesta de Ipsos da un 16 por ciento a Pablo Canedo en el MAS y un 10 por ciento a Luis Alfaro de Tarija Para Todos; ambos saben que sus votaciones naturales están en el 37 por ciento de indecisos, pero todavía no han encontrado la fórmula de atraerlos.A priori, en ese 37 por ciento están los simpatizantes del proceso de cambio o al menos, los que rechazan la política de Mario Cossío y su nuevo sello. Ahora bien, el modo de conquistarlos no resulta fácil.El MAS ha puesto en marcha al menos tres estrategias diferentes para captar el voto de los indecisos y sobre todo impedir que se vaya hacia Luis Alfaro. Una es la estrategia del miedo, otra es la estrategia de la identificación y la otra es la estrategia de la solvencia.La estrategia del miedo se ha desplegado desde el poder central de Gobierno, Evo Morales lo dejó claro en El Alto: “No trabajaré con gobiernos opositores”. Las cifras mareantes lanzadas desde el ministerio de Hidrocarburos y Energía vienen a apuntalar la idea de lo que Tarija se puede perder si no votan por el MAS (aunque constituya un delito electoral) y por si faltaba poco, el coro de secretarios y directores de la Gobernación recordando que la plata está comprometida y que los nuevos proyectos dependerán de la relación con el nivel central refuerzan la idea. La contrarréplica dada por Adrián Oliva en uno de sus spots (“trabajaremos con el presidente” u otros como Rodrigo Paz en el nivel municipal alimentan contraproducentemente la idea. El MAS sigue dominando el discurso en el país.La estrategia de la identificación no ha quedado demasiado clara, no se sabe quién es el público objetivo a quien se dirige. Pocos de los indecisos se decidirán por esos nuevos matices que se han querido dar a una Pablo Canedo en rojo y blanco con spots plagados de gente como él. Existe poca diferencia entre ciertos spots de Pablo y de Sara Cuevas (UD-A para la alcaldía) por ejemplo y si un mundo respecto al de Luis Alfaro, que arranca con una lapidaria frase: “la gente me conoce” en un sobrio escenario donde solo destaca el sombrero campesino y la camisa azul. Sin Evo en uno o en otro lado, la confusión es evidente.Ahora bien, la estrategia de la solvencia está dando mejores resultados para el bloque de Canedo. Pocos lo esperaban, pero saltó a la palestra contra reloj con un plan de trabajo nuevo y con ideas que hasta el momento no se habían planteado; el tema de la metropolización para resolver los problemas básicos que todos quieren resolver pero no dicen cómo ha calado; además parece un concepto diseñado para superar los extinguidos ejecutivos seccionales. Hay más, Canedo ha estudiado y lo que le está faltando es tiempo para explicar que sí puede gobernar en lugar de apelar a actos de fe o agitar glorias del pasado. La mala gestión del gobernador Lino Condori, antítesis de Canedo y las distancias con Roberto Ruíz pueden acabar por conquistar un voto de confianza en el MAS, descreído y enconado por la falta de participación en la toma de decisiones pero sobre todo, medio avergonzado con los resultados en la mano.En la otra esquina del cuadrilátero espera Luis Alfaro. Su 10 por ciento le sabe a poco pero sabe que en casos como el suyo, en un partido no conocido (¿La pregunta habrá sido Alfaro, Oliva, Canedo o TPT, UDA, MAS?) y sin antecedentes electorales, el voto oculto es grande. Luis sabe que gran parte de ese 37 por ciento está dispuesto a votarle, por masista y por rebelde, por historia y por compromiso con Tarija, pero la incertidumbre sobre la futura deriva pone el freno. Alfaro, que no es Barrientos ni mucho menos Gonzalo Torrez, tiene más o menos asegurado la captación de una parte de la votación de Unidos Parea Renovar (UNIR), hegemónico según las encuestas en Cercado, rondando los 70.000 votos, y que no quiere saber nada ni del MAS ni de Oliva, a quien identifican con la derecha y que ha pasado media campaña haciendo la guerra a su líder, Óscar Montes. Lo que no está tan claro es que Alfaro capte el voto campesino, no solo de Cercado sino del departamento. Su campaña se ha centrado en las comunidades, pero el aparato del oficialismo no permite muchas licencias en sus núcleos duros.Sin duda queda una semana de infarto, con debates por el medio y otros momentos álgidos, siempre que además no se desate algún otro terremoto, como el de la inhabilitación de Unidad Demócrata en el Beni, que acabe por destrozar el tablero y precipitar resultados impredecibles.
Las elecciones van
No sorprendió tanto la suspensión de la personería jurídica de Unidad Demócrata del Beni por la flagrante (y estúpida) violación de la Ley electoral que cometió uno de sus principales exponentes (aunque relegado) Carmelo Lenz (gobernador del Beni a todos los efectos) sino la tibia reacción de sus teóricos amigos.Cierto que muchos analistas habían vaticinado una situación de tensión tal que hubiera provocado, quizá, una cancelación de las elecciones a través de algún tipo de decreto que alargara extraordinariamente los mandatos de las autoridades electas en 2010, como una estrategia del oficialismo para reacomodar sus fichas en un nuevo proceso. De esta forma salvar La Paz, reacomodarse en Tarija y quizá asegurar una batalla más satisfactoria en Santa Cruz y Beni.El ex compañero de fórmula de Ernesto Suárez y teórico líder de UD, Samuel Doria Medina, se limitó a poner dos tuits y algunas declaraciones a la prensa condenando el “atentado a la democracia”; pero aún menos convincente resultó el apoyo de Rubén Costas, el candidato de Demócratas en Santa Cruz a su re – re – re – elección que apenas puso un par de tuit premonitorios, de solidaridad con el pueblo beniano y un mail de su equipo de comunicación después de que en otro anunciara sus actos de fin de campaña. Algo parecido sucedió en Tarija. Las elecciones están costando demasiado y no pueden paralizarse.Lo que queda para el análisis es el tremendo y “casual” error de Carmelo Lenz, el gobernador del Beni electo en 2013 tras la suspensión y renuncia del propio Ernesto Suárez, a quien le gustó sobremanera ocupar el cargo, pero que tuvo que dar un paso al costado para que Suárez volviera a postular al cargo que le fue arrebatado por el complot en la Asamblea Legislativa. En aquella ocasión, emenerristas y masistas remaron en la misma dirección. Las malas lenguas hablan de que los emenerristas hubieran permitido la reelección de Lenz, pero que no les gustó la idea del retorno de Suárez. De momento, todavía no se sabe a qué partido apoyará Suárez para evitar la victoria del MAS.
¿La alcaldía inexpugnable?
Si algo sorprendió en los resultados ofrecidos por la encuesta realizada por la internacional IPSOS para ATB, La Razón y El Deber es la descomunal ventaja que le ofreció a Rodrigo Paz Pereira frente al resto de sus contrincantes.Según IPSOS, Pereira ganaría la elección con casi un 61 por ciento de la votación; mientras que el MAS y UD-A apenas sumarían el 6 por ciento. La tremenda goleada todavía es mayor que la que le vaticinó en su primera encuesta, que le dio un 56 por ciento frente a un 8 por ciento de sus rivales, cuando apenas empezaban a hacer campaña. La cifra sorprendió porque Paz no ha hecho nada extraordinario dentro de su campaña de continuidad sobre la gestión del alcalde Óscar Montes; más al contrario, Paz Pereira ha huido de debatir públicamente sus propuestas, incluso inventando excusas, y se le han descubierto algunos errores garrafales, como la copia de grandes párrafos del programa electoral que Luis Revilla presentó al Tribunal Electoral en La Paz. La confusa explicación y el hecho de que los muñidores de tamaño fiasco sigan en la lista no parece haber hecho mella en sus proyecciones.Sin embargo, si ha servido para afianzarse en las encuestas el último intento de dejarlo fuera de la carrera electoral mediante una denuncia urdida con una documentación confidencial con la que se pretendía justificar que Paz Pereira hubiera perdido su nacionalidad boliviana temporalmente por el simple hecho de utilizar la otra que tiene.Paz Pereira insiste en que ellos consideran que son últimos, y que por lo tanto continuarán trabajando hasta el último día, aunque por si acaso cerraron su campaña ocho días antes, el viernes, en el parque Temático.Rodrigo Ibáñez (MAS) y Sara Cuevas (UD-A) no pueden creer semejante ventaja ni que con el paso del tiempo hayan perdido votantes en lugar de captar más. Lo cierto es que hasta el 29 de marzo no se conocerá el resultado final ni si UNIR gozará de un Concejo Municipal tan plácido como del que gozó el alcalde saliente Óscar Montes. De momento, hay que esperar.