Los nervios de Evo
Que se recuerde, nunca Evo había dado un discurso tan corto en la Asamblea Plurinacional, y que se recuerde, tampoco se le había visto tan nervioso.



Sería la imponente presencia de Dilma Rouseff o el debate de que decir y que no decir bajo la atenta mirada de la delegación estadounidense. Quizá fue nomás, que al mirar a los curules, tardaba en reconocer quienes eran los suyos y quienes los otros.