Un alboroto de salud
La dirección del Servicio Departamental de Salud, con más de media docena de cambios en tres años, es la más inestable de toda la Gobernación. Obras paralizadas, escándalos de corrupción y motines marcan el día.



Este año además, han saltado las alarmas por varios casos de salud pública, como la hepatitis. Hay que mejorar.