Análisis: ¿Lino culpable?
Los datos hablan por sí solos. En 2009, en plena efervescencia autonomista y con las espadas en todo lo alto (aunque iniciando la bajada) Evo Morales alcanzó su mejor resultado en Tarija, con un 51 por ciento a nivel departamental y ganando en todas las provincias salvo en Cercado. El MAS...
Los resultados preliminares hablan de un 51 por ciento, y si bien la mayoría de los votos que faltan por sumar (de provincias) históricamente han sido favorables al oficialismo, el parón es constatable a pesar de haber contado con un apoyo explícito de las autoridades del Chaco y de amplios sectores clasemedieros en la capital.
De momento, apenas se ha reconocido el error en la confección de listas, donde se incorporó a muchos nuevos masistas, conversos de todos los partidos a semejanza de lo que ha pasado en el reparto de secretarías de la Gobernación frente a los movimientos tradicionales y fundadores del MAS, como los campesinos o los interculturales.
El pulso al interior del Movimiento Al Socialismo apenas ha comenzado. La derrota puede pasar factura particularmente al sector del movimiento que se ha encargado de llevar adelante esta campaña que empezó bajo las órdenes del ministro Juan José Sosa y acabó siendo casi en exclusiva misión de Milcíades Peñaloza y Marcelo Poma.
Sin embargo, culpar a Lino solamente sería una salida demasiado fácil que algunos ya han ensayado. Hasta la fecha nadie ha asumido la confección de las listas electorales, donde prácticamente todos los diputados del MAS han sido cuestionados por las bases, desde Liliana Poitia (acompañada por Porfirio León que ha pasado media campaña en el penal de Morros Blancos) hasta Lenz en Bermejo (acusada de ser mano derecha del ex adenista Delfor Burgos), o los mismos Pancho Navajas, Milcíades Peñaloza, Ignacio Soruco o Lino Cárdenas. La brecha entre los candidatos uninominales y el presidente Evo Morales se ha acortado respecto a 2009, lo que podría indicar que el MAS ha perdido a parte de su electorado tradicional al tiempo que ganaba otros votantes.
Se cierra una etapa y toca reflexión, aunque parece que será por poco tiempo (pero más allá del 1 de marzo como se pensaba) porque llegan las elecciones departamentales. La reflexión deberá ser profunda, sin apuntar a nadie a la ligera.