El 12 de octubre o el cambio de ciclo político
Después de casi un mes de campaña intensa, tres de campaña oficial y una infinidad de meses de precampaña (casi desde 2010), quedan siete días para que los ciudadanos decidan su futuro de cara a los próximos cinco años. Las encuestadoras, en todo este tiempo, han mostrado una “foto fija...



Contra todo pronóstico y frente a los “usos y costumbres” de estas fechas, en las que los líderes suelen encaramarse a los balcones para proclamar un triunfo matizado, en el que se justifica un buen resultado pese a no lograr la victoria, los datos anuncian derrotas de todos frente a las expectativas verbalizadas por cada uno. En algunos casos, estrepitosas.Una campaña mediocre y anodina ha facilitado las cosas. Sin platos fuertes, sin discursos con gancho, sin ideas radicalmente diferenciadoras, tanto el Movimiento Al Socialismo como Unidad Demócrata, el Partido Demócrata Cristiano, el Movimiento Sin Miedo y los Verdes de Bolivia avanzan casi cabizbajos hacia la pared para enfrentar la crudeza de los datos, que a la fecha son todavía incógnitas.¿Evo de vacaciones?Si hace una década para algunos resultaba imposible visualizar a un Evo Morales presidente ingresando en Palacio Quemado, hoy resulta complicado imaginar a un Evo Morales jubilado, a sus 56 años, el presidente se ha intentado labrar una imagen de líder indígena-bolivariano para ocupar el cetro vacante que dejó Hugo Chávez, sobre todo a partir de la presidencia del G77.La imagen de Evo presidiendo un organismo multilateral chirría tanto como la de verlo de retorno a su chaco del Chapare o paralizando el país al frente de multitudinarias movilizaciones sindicales.A pesar de ello, si la tendencia se confirma, Evo Morales no alcanzará el 74 por ciento que se fijó hace casi un año como techo para estas elecciones (y del que ya nadie se quiere olvidar), sino que reducirá su apoyo respecto a la última elección de 2009.En esa situación, el Movimiento Al Socialismo deberá empezar a alistar un relevo creíble y capaz de aglutinar a sectores diversos como hasta la fecha sólo el presidente Evo Morales ha podido hacer. El problema, reconocen los asesores, es que la figura del presidente y la omnipresencia del vicepresidente Álvaro García Linera ha impedido el relevo en la conformación de cuadros.El propio Evo Morales ha señalado que la presidencia es para gente joven y su propio ritmo autoimpuesto le condiciona. La hiperactividad actual contrastaría con un Evo palaciego y el difícil equilibrio entre las bases se resquebrajaría. Ya en esta legislatura, cuando el presidente permitió (por breve tiempo) el debate interno sobre su compañero de fórmula, la guerra sucia amenazó al partido. El partido en Tarija, en continua batalla por cada cargo, dirección, secretaría u organización ante la falta de liderazgo es un augurio ejemplar.Si el MAS no logra la mayoría absoluta y empeora sus resultados, la batalla por la sucesión amenazará cualquier acción de gobierno.Liderar la oposiciónPor nuestro particular sistema, aquellos derrotados en lid electoral pueden despedirse y refugiarse en sus quehaceres sin mayor trascendencia, algo que sí está en el imaginario colectivo y que se supone harán tanto Samuel Doria Medina como Jorge Quiroga. Ninguno de los dos se ha comprometido a liderar la oposición de forma fehaciente, una oposición que, a menos que en los próximos tres días logre un acuerdo in extremis, será más débil y fraccionada que nunca.Volver a los negocios privados y aparecer de vez en cuando en televisión es una tentación demasiado apetecible para aquellos que soñaron ser presidentes y fueron incapaces de sentarse a la misma mesa. La incógnita es quien será segundo y quién tercero. Para Samuel Doria Medina, esta es su tercera elección y en esta ocasión aspira a mejorar sus resultados respecto a 2005 y 2009, en las que quedó como tercera fuerza con un marginal 5 por ciento. En las dos ocasiones, Doria Medina ha optado por retornar a la presidencia de la Sociedad Boliviana de Cementos (Soboce), una de las empresas que más ha crecido en los últimos años. Doria Medina, desde su posición de empresario, ha impulsado su campaña a través de proyectos de Responsabilidad Social Corporativa, como el caso de los Centro de Innovación Tecnológica y Empresarial (CITE) que hoy pretende convertir en programa de Gobierno. Desde la distancia, no ha dejado de hacer política, denunciando corrupción y dando su opinión sobre otros asuntos de Gobierno. Para Tuto Quiroga es su segunda campaña presidencial, tras ganar como vicepresidente junto a Hugo Banzer. En 2005 Quiroga lideró Poder Democrático y Social (Podemos) que aglutinó a la mayoría de los opositores supervivientes de la crisis de 2003. Quiroga intentó liderar la oposición hasta que la fuerza de los departamentos autonomistas lo eclipsó. Decisiones controvertidas, como la convocatoria de los referéndums revocatorios tanto a nivel nacional como departamental lo apartó progresivamente de la primera línea, hasta que retornó a sus funciones privadas. En junio, Quiroga mostró su intención de participar en estas elecciones.El acuerdo entre ambos parece imposible, también un debate que despeje la polvareda opositora y permita definir quién tiene más posibilidades de hacer un buen resultado. Ambos han rehuido el mismo aunque Tuto lo ha pedido con energía esta última semana, cuando el tiempo aprieta.Tanto Tuto como Samuel, junto a Juan del Granado, representan el pasado. Ambos pertenecieron por ejemplo al gabinete presidencial de Jaime Paz Zamora a principios de los 90. En los nueve años de gobierno del MAS la oposición no ha logrado crear una alternativa creíble. La desaparición de ambos, junto al ocaso de la corriente medialunera que concurre en estas elecciones, marcaría un cambio de ciclo y una ventana abierta para nuevos líderes más jóvenes.Perder La PazEl Movimiento Sin Miedo no ganará las elecciones por mucho que se haya empeñado su líder, Juan del Granado, en su última carrera electoral donde ha rejuvenecido unos años y ha dado muestras de lucidez y capacidad tanto como de conocimiento de las viejas prácticas. El día que el MSM decidió no coaligarse se constató la imposibilidad de la unidad. Del Granado ha decidido conservar La Paz a toda costa, enclave donde él y su delfín Luis Revilla llevan gobernando más de una década. Revilla era la apuesta que decidió esperar al post – evismo. Ahora, entre ambos deben lograr conservar la sede de Gobierno para al menos optar a un papel en el futuro. La pelea no va a ser fácil, pues la estrategia de polarización, si bien no ha servido para definir el líder opositor, si ha borrado del mapa nacional a otros partidos pequeños. A Del Granado le toca dar un paso al costado, pero todavía no ha decidido a que costado.La sorpresa VerdeLas extrañas listas presentadas por el Movimiento Al Socialismo, donde se integraron demasiados conversos ex neoliberales dejando de lado a militantes de siempre le abrió una posibilidad de recoger votantes descontentos por la izquierda. Vargas apuntó el discurso en Tarija: “Soy la izquierda real”, pero no ha sido capaz de mantenerlo vivo en el país y a lo largo del tiempo.Los Verdes aspiran a sumar al menos un tres por ciento, algo no demasiado difícil teniendo en cuenta que las propias bases oficialistas y mucho votante joven no quiere repetir la experiencia de los dos tercios y no por ello piensa regalar su voto a la derecha. Ahora bien, Vargas ha centrado demasiado su discurso en un conflicto que el país en general quiere superar (TIPNIS) y ha dejado de lado las líneas maestras discursivas del partido Verde, uno de los grandes a nivel internacional (y que hoy puede dar la sorpresa también en Brasil).Una semana de infartoHoy se publican las últimas encuestas y la suerte no está ni mucho menos decidida, lo que es seguro es que queda una semana de infarto en el país, donde todo cabe, desde una alianza in extremis que sacuda al país, hasta un espaldarazo internacional conmovedor. Las piezas se mueven despacio, las campañas fueron costosas. Es la hora de los ciudadanos.