MAS IPSP: hegemónico y neo-neoliberal
La disputa política, en el actual escenario electoral, ha cedido todo espacio de debate de orden ideológico y programático a una competencia de insultos y denuncias, con características novelescas en muchos casos y en otros con tintes de totalitarismo, impropios de un período democrático...



Es motivo de discusión la existencia o no de un modelo hegemónico, cuyo liderazgo indiscutiblemente ha sido asumido por el MAS IPSP. Lo interesante y sorprendente es que cada vez queda más claro que este modelo no es otro que el impuesto por el DS 21060; vale decir: el modelo de libre mercado. Por supuesto que con el paso de los años ha ido adquiriendo ornamentos de tipo social, como han sido los bonos, creados inicialmente por el MNR con el Bono Sol, hoy denominado Bono Dignidad, y los posteriores Juana Azurduy y Juancito Pinto.Al modelo se le han dado toques estatistas o de capitalismo (no socialismo) de Estado, como la creación de empresas públicas que, como era de esperar, sobre todo en aquellos sectores no extractivistas, y como el mundo lo aprendió ya en los años 50, 60 y 70, en su mayoría son un fracaso en términos productivos, siendo muy dudosa su sostenibilidad.Las herramientas aplicadas por el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas para la redistribución de riqueza, generada por el gas y los minerales esencialmente, han sido las más facilonas posibles. En términos populares, ha hecho uso del fácil recurso de “chauchitar la plata”, perjudicando fundamentalmente a quienes no tienen un salario mensual asegurado y menos aumentos o aguinaldos.El riesgo de inflación consecuente es controlado a través de “trabas administrativas”a la inversión pública de todos los niveles del Estado, pero sobre todo de los autónomos (alcaldías y gobernaciones), lo cual es por demás reprochable, tomando en cuenta que la inversión privada es minoritaria en Bolivia, debido a la poca credibilidad jurídica que tiene el Estado en la gestión de Evo, afectando así la generación de empleo.Del modelo hegemónico “neo-neoliberal”, asimilado y apropiado por el MAS, han quedado fuera sólo sectores tradicionalmente marginales como el trotskismo, atrincherado en el magisterio y grupos de izquierda disidentes del MAS, partido que en su conversión hacia la derecha, no ha tenido ningún reparo para incorporar en sus filas a logias cruceñas y sectores vandálicos de la derecha cruceñista; y como candidatos a aquellos que denominó “separatistas”, acusados de traición a la Patria. También ha sido motivo de alegría del candidato a senador Carlos Romero, la alianza con sectores de ADN, coronando de esta forma su estratégica sociedad con partidos tradicionales en Beni y Pando.En Tarija, los candidatos a senadores son connotados conservadores vinculados al MNR y ADN; en Sucre las candidaturas y alianzas han sido realizadas con los dirigentes de lo que fue el Comité Interinstitucional, protagonista de los hechos de “racismo” que sacudieron la Capital y el país, ante el repudio generalizado.Tal vez a esto se debe a que la oposición, además de sus propias limitaciones, ha quedado sin discurso, pues el modelo de Goni, Paz Zamora y Banzer, reitero, ha sido apropiado por el MAS IPSP, que a diferencia de la oposición, ha sido capaz de refrescarlo y proyectarlo al 2025.Me sumo al criterio de IlyaFortún: en estas elecciones el 90% de los candidatos y los electores, están en el mismo bando, es decir, del lado “neo neoliberal” y conservador y por lo visto, el MAS IPSP es políticamente más eficiente en el uso del “maravilloso instrumento del poder” (VPE) y no escatima esfuerzos para mantenerlo; tal cual lo hiciera en su tiempo el MNR, cuando el modelo hegemónico era el Nacionalismo Revolucionario.