Los nervios se apoderan de la campaña en Tarija
Jesús CantínLa Mano del MotoA tres semanas largas de las elecciones del 12 de octubre una idea se ha instalado en el imaginario de los asesores de los principales partidos aspirantes a la Presidencia, particularmente en Tarija. “Algo hemos hecho mal” reconocen en privado mientras intentan...
Los resultados no son menores. Ganar o perder marcará el futuro próximo para las elecciones más deseadas, las de la Gobernación más rica de Bolivia, y el combate no es sólo de siglas entre sí, sino en la interna de cada uno de los partidos.El departamento de Tarija era hasta hace pocas semanas uno de los principales bastiones opositores tal como refleja la secuencia de resultados electorales de este siglo con una sola excepción, la de las presidenciales de 2009, donde el presidente Evo Morales ganó con un 51 por ciento. La población tarijeña, más allá de votar contra Manfred Reyes Villa o las listas armadas en la ya olvidada última hora, dio un mensaje claro: Autonomía sí, pero lejos de la confrontación.En 2010 la tendencia volvió a ser la habitual, y el cariz opositor lo han seguido reflejando las encuestas, especialmente desde que el gobernador electo Mario Cossío fue suspendido a finales de ese año y asumió Lino Condori de forma interina. Aun cuando Cossío decidió al Paraguay, el grueso de la población siguió rechazando el oficialismo, particularmente por el estancamiento de la gestión.¿Empate catastrófico?El Movimiento Al Socialismo (MAS) inició entonces un plan desde el poder que no tardó en dar frutos. Poder Autonómico Nacional (PAN), el partido hegemónico chaqueño que enarbolaba las reivindicaciones del rico y árido Chaco petrolero se resquebrajó y la mayoría de los ejecutivos (que no legisladores como Wilman Cardozo) decidió abrazar el proceso de cambio. “Soy socialista al extremo” llegó a afirmar Carlos Brú, alcalde de Yacuiba y nuevo jefe del PAN que desplazó a Cardozo y que acumula fotografías y excentricidades semejantes con Banzer, Tuto o Gonzalo Sánchez de Lozada. Hegemonía en la zona alta (15 por ciento de la votación) más las adhesiones en el Chaco (25 por ciento de la votación) situaba la lid en la provincia Cercado, con un 50 por ciento de la votación. Lograr acercarse al equilibrio era el objetivo. En las elecciones a la Gobernación de 2010, el entonces candidato Carlos Cabrera, ex rector de la Universidad Juan Misael Saracho y connotado miembro de la lucha cívica tarijeña en multitud de batallas, se acercó a ese equilibrio, pero perdió con un 43 por ciento frente a Cossío que sumó el 48 por ciento. Cabrera perdió en Cercado y ganó en el resto de provincias. Ni los asesores próximos al inicialmente jefe de campaña, el ministro de Hidrocarburos Juan José Sosa, ni los del grupo de notables que asume el día a día (desde Milcíades Peñaloza a Fátima Pacheco pasando por Marcelo Poma o Walter Ferrufino) asumen la responsabilidad de la elaboración de las listas y culpan sin culpar al presidente Evo Morales de ellas, ya que en la previa, cuando se presentaron más de 70 precandidatos se asumió que el presidente tendría la última palabra. No se tomó en cuenta ninguna sugerencia.La estrategia inicial era copiar el “plan Cabrera”, es decir, el de poner a un “blancoide conocido en la aristocracia tarijeña” para asomarse detrás de Evo Morales. Con ello se pretendía captar nuevos votos y mantener los leales… pero algo salió mal. La lista se llenó de nuevos fichajes sin antecedentes de vida orgánica y varios traídos desde otras filas, con pasado duro hacia las clases populares que sostienen al MAS. Es el caso de Milcíades Peñaloza (primera senaduría – Ex ADN), Francisco Navajas (tercera senaduría – Ex MNR) o Ignacio Soruco (Circunscripción 40 – Ex Cossío).Campesinos, marxistas de base, interculturales e incluso algunos pesos pesados de las Bartolinas siguen molestas luego de dos meses de que se conocieran las listas y se teme por el arrastre en las urnas. Las alarmas sonarían más fuerte si no fuera por el que perfectamente podría catalogarse como “plan B” aunque propios y extraños aseguran que no. La división opositora entre Unidad Nacional – Demócratas junto a una fracción del MNR por un lado y la otra fracción del MNR, UNIR y ADN por el otro han allanado el camino al MAS.Cabe señalar que ninguna de las fuentes próximas a los aparatos implicados consultadas por La Mano del Moto (y son muchas) han señalado injerencia del oficialismo en esta división y lo catalogan como una decisión genuina y espontánea de sus actores.A la espera del Moto MéndezCuatro años de anodina oposición en Tarija parece no haber sido tiempo suficiente para construir un solo frente de oposición al oficialismo en base a una ideología compartida. En ese contexto, aglutinar egos distintos en una candidatura resultó complicado… y fracasó en primera instancia lo que ahora se intenta recomponer en el sprint final.En Tarija había, además de unos pocos Sin Miedo y otros pocos Verdes sin representación institucional y apenas aparato, otros pocos de Unidad Nacional que si tenía aparato, el Frente Revolucionario de Izquierdas (FRI) del octogenario Motete Zamora, Camino al Cambio del fugado Mario Cossío que intenta reorientar Mauricio Lea Plaza, el poderoso UNIR del alcalde Óscar Montes que controla barrio por barrio la capital tarijeña, unos cuantos supervivientes del MIR que operan en varios partidos bajo la atenta y lejana mirada de Jaime Paz Zamora, el PAN de Wilman Cardozo, el MNR de Johnny Torres que se dice jefe nacional y el MNR de Alfonso Lema, más amigo de Erik Morón, y por si éramos pocos apareció Vanguardia, el aparato del que se dotó el diputado Adrián Oliva para no quedar aislado. Casi nada.En la recta final pre electoral, Unidad Nacional se quedó solo, pues no llegó a sumar al bloque “autonomista” representado por Camino al Cambio en Tarija. Los otros, el resentido Torres que sufrió el desprecio de Doria Medina y el alcalde Montes que había prometido no apoyar ninguna candidatura, se sumaron tras un “plácido” fin de semana en Sucre a la candidatura de Tuto, poniendo a disposición el aparato con el que no contaba ni ADN ni PDC (aunque si acólitos incondicionales que encontraron acomodo en las listas).No hacía falta ser matemático avezado (como Tuto) para saber lo que sucedería. El voto se divide y el MAS aparece como la opción más sólida para ganar el 12 de octubre también en Tarija.A la fecha, las reuniones se suceden, todas las líneas de conversación están abiertas. Doria Medina ha sumado al FRI de Motete Zamora para contrarrestar el bajón que ya empieza a sentir en las encuestas mientras que Tuto ya ha amortizado el impacto inicial en sondeos que desdice aquello de la proyección matemática exponencial. Soluciones hay pocas, conversaciones muchas, los nervios a flor de piel.