Cae el turismo en Argentina, sus habitantes prefieren salir al extranjero
Aunque Argentina continúa siendo un destino atractivo por su diversidad cultural y natural, la percepción de los precios ha cambiado para los turistas internacionales.



Mientras las calles de Buenos Aires reciben cada vez menos voces extranjeras, los aeropuertos del país están repletos de argentinos que parten hacia el exterior. En una postal inédita, el turismo receptivo en Argentina cae mientras crece con fuerza la salida de nacionales al extranjero. En abril de 2025 llegaron un 8,3% menos de turistas internacionales y salieron un 24% más de argentinos. Aquí lo explicamos.
En tanto, las cataratas del Iguazú, los glaciares patagónicos y los viñedos de Mendoza esperan visitantes, los aeropuertos argentinos registran otro fenómeno: miles de ciudadanos que salen del país rumbo a destinos en el exterior.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), en abril de 2025 el turismo receptivo -es decir, el ingreso de extranjeros al país- cayó un 8,3% interanual.
Mientras que el turismo emisivo, el de argentinos que viajan al exterior, creció un 24%. La diferencia marcó un hito: en abril hubo 881.200 argentinos que salieron al exterior para hacer turismo.
Así lo explicó el economista y docente Daniel Rosales en diálogo con France 24: “El turismo emisivo creció. Hoy, sin cepo cambiario -restricciones que tenían los argentinos para la compra y uso de dólares-, se encuentra en valores razonables para que muchos argentinos puedan viajar al exterior y realizar compras considerando la diferencia de precios”.
La paradoja de un país que se encarece para todos
Aunque Argentina continúa siendo un destino atractivo por su diversidad cultural y natural, la percepción de los precios ha cambiado para los turistas internacionales.
Kleber, un joven brasileño que vive en el Estado de San Pablo y que visitó el país a principios de 2024, comenta que “en ese momento sentí que Argentina era bastante barata. Incluso usando tarjeta de crédito, los precios eran ventajosos. Pero ahora sé que la relación costo-beneficio cambió mucho, el país está muy caro”.
Situación similar relata Andrés, médico colombiano que estuvo en Buenos Aires y Ushuaia a principios de 2025: “Me parece que es un país que puede ser bastante caro para los turistas”.
“El transporte público es barato, pero los costos de alimentación, hospedaje y comercio en general son bastante altos”, afirma Andrés. Como muchos, optó por utilizar el mercado informal de divisas: “Intenté no usar tarjetas de crédito porque el cambio oficial no era conveniente”.
Por su parte, Silvia, periodista y activista peruana, coincide en que el país resulta costoso para quienes llegan desde el exterior: “Con la misma cantidad de dinero podía comprar mucho menos que en Perú”
“En mi país con 2 o 3 dólares se puede conseguir un almuerzo sencillo; en cambio, en Argentina necesitaba alrededor de 10 dólares para comer un plato típico”, comparte Silvia.
¿Por qué se encareció Argentina para los turistas?
Rosales aporta un dato clave: entre 2020 y 2023, Argentina ofrecía una ventaja cambiaria significativa, que convertía al país en un “regalo” para los extranjeros. Sin embargo, en 2024 y 2025, la inflación acumulada en dólares erosionó esa ventaja.
Según el economista, el tipo de cambio ya no ofrece los beneficios anteriores, y el país sufre una “inflación en dólares”.
Además, Rosales señala que “la conectividad aérea aún está en proceso de recuperación pospandemia, la infraestructura turística es limitada y hay una falta de promoción internacional sostenida”.
Esto perjudica particularmente a destinos secundarios como el norte argentino o zonas de la Patagonia, que dependen del turismo receptivo.
Desde la perspectiva macroeconómica, la caída del turismo internacional y el aumento del turismo emisivo tienen consecuencias profundas.
Rosales advierte que “una balanza turística negativa genera salida neta de divisas y pérdida de dinamismo en economías regionales”. Y agrega que “mientras que el turismo receptivo tiene un alto efecto derrame -en hotelería, gastronomía, guías turísticos-, el emisivo canaliza ingresos hacia el exterior”.
Estadísticas
Según datos del Instituto INDEC, en abril de 2025 el turismo receptivo -es decir, el ingreso de extranjeros al país- cayó un 8,3% interanual.
Cuando vacacionar en Argentina se vuelve un lujo
Pero no solo se trata de turistas extranjeros. Para muchos argentinos hoy resulta más económico vacacionar fuera del país.
Tatiana, una trabajadora que planea viajar a Brasil en 2026, lo explica: “Al hacer un balance y escuchar las experiencias de conocidos, llegué a la conclusión de que, desde el punto de vista económico, hoy resulta más conveniente viajar al exterior”.
Comparó opciones dentro y fuera del país y concluyó que destinos como la Patagonia resultan más costosos que viajar a Brasil.
“En lugares como Brasil, hay una gran diferencia de precios, especialmente en los supermercados. Si uno quiere hacer un viaje económico, tiene muchas más alternativas allá”
Para Rosa, una docente jubilada que ha viajado por distintos destinos de Argentina y el extranjero, los países latinoamericanos ofrecen una mejor relación precio-servicio: “En los países de América Latina o de Asia el dinero rinde mucho más que en Argentina”. Aunque sigue apostando por el turismo nacional, reconoce que muchas personas ya no lo eligen por razones económicas.
Rosales subraya que esta situación es tanto coyuntural como estructural. Por un lado, responde al contexto actual: transición política, inflación acumulada y reacomodamiento del mercado cambiario. Por otro, es parte de un problema más profundo: “Argentina arrastra una inestabilidad macroeconómica y cambiaria persistente, una falta de estrategia turística nacional sostenida y serios problemas de conectividad aérea”.
Los datos lo confirman: el gasto en viajes y turismo dentro del país cayó durante los primeros cuatro meses de 2025, mientras que aumentó la demanda en agencias de viajes para destinos como Uruguay, Chile y Brasil.