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Mediterráneo: Mi vecino Milei
Este texto forma parte del boletín Mediterráneo de análisis de la coyuntura internacional que firma el director Jesús Cantín y que se distribuye los viernes. Si quieres recibirlo en tu correo, suscríbete gratis más abajo
Javier Milei ha cumplido un año de Gobierno al frente de la Argentina y los análisis so múltiples y variados, porque no hay duda de que ha sido uno de los grandes personajes del año. Sus afines ponen en valor la reducción del gasto público, del riesgo país y de la inflación, sus detractores le recuerdan que la inflación cae porque “nadie tiene un mango para comprar nada” y que la pobreza ha subido al 53%. La economía tiene sus ciclos y siempre hay vertientes por las que mirar. Los resultados suelen verse a mediano plazo, pero ahora tenemos redes sociales y nadie tiene ganas de esperar. Si sale mal será culpa del que esté.
Las reformas económicas seguramente no han sido tan impactantes como la batalla cultural que él y todo su potente equipo de comunicación – ayudado por el dueño del circo Elon Musk – vienen dando. Cursos acelerados de economía vía twitter en los que se sale rico o al menos, gritón. Compadreo con los líderes de ultraderecha, que tiene poco de anarcocapitalistas pero odian a los “zurdos” igual. Compadreo con los ultrarricos: blanqueo masivo, bajada de impuestos, facilidades de inversión…
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Milei es lo que los argentinos han elegido y por ende, hay poco más que añadir, porque está haciendo exactamente lo que dijo que haría, sin embargo, dejó unas pocas reflexiones por lo que nos toca de cerca.
La primera y más importante es que ningún cambio de gobierno, por grande que sea, destruye un Estado. El miedo funciona mal como arma electoral y es imprescindible plantear un modelo alternativo. Milei lo hizo, la oposición boliviana no. El miedo puede aparecer si no se sabe a dónde se va, porque la naturaleza humana es conservadora.
La segunda y no menos importante es que las comparaciones entre la Argentina de los Kirchner y la Bolivia de Morales es insostenible, y no solo porque cada país sea un mundo. En el peor momento de Argentina, su nivel de vida era sustancialmente superior al nuestro fundamentalmente por la presencia del Estado en la salud, en la educación, en la seguridad y en el resto de áreas sociales. La Argentina sí paga impuestos. Milei tiene enormes márgenes para recortar y le ha bastado con sustituir los planes de asistencia de emergencia por tarjetas de débito de libre disponibilidad para que los de abajo se queden tranquilos. Nada que se pueda comparar al miserable bono Juana Azurduy, a la Renta Dignidad o al Juancito Pinto.
La tercera es que el dogma se queda en las redes. Milei ha acabado participando en el G20, asumiendo la presidencia del Mercosur luego de firmar el libre comercio con la UE, visitando al papa y aceptando negociaciones con China. También por cierto ha desplegado operativo policial en la frontera con Tarija para luchar contra el contrabando pese a estar en franca colisión con sus teorías austríacas.
El año que viene Argentina tendrá elecciones parlamentarias y probablemente el presidente salga reforzado. Los analistas esperan que hasta entonces dure el oxígeno que ha dado la repatriación de dólares, aunque probablemente no se levante el cepo. Está también pro ver el rol que jugará Donald Trump y la inminente guerra comercial con China. Los ciclos son largos.
De todo, lo que más me preocupa es el corte xenófobo instalado en ese gobierno, seguramente no muy distinto del que gobernaba hasta ahora (“los brasileros bajaron de los árboles, los argentinos bajamos de los barcos”) pero poco disimulado. Su ministra de Gobierno Patricia Bullrich aprovecha cualquier acción con bolivianos involucrados para cargar duramente contra la comunidad como quien busca el conflicto – afortunadamente a este lado se le ha ignorado -, y ha traspasado líneas rojas al hablar de narcotráfico, de contrabando y de la presencia de Hizbullá en Bolivia.
Seguramente a alguien le interesa una polémica binacional de esta naturaleza que con seguridad tendría impacto inmediato en el desesperantemente lento proceso de integración regional, se llame como se llame el mecanismo – Celac, Unasur, Mercosur -. Veremos hasta dónde llega la contención.
Hoy parece tarde para que alguien en Bolivia trate de emular a Javier Milei, que fue una suerte de falsa sorpresa porque en realidad llevaba años dando vueltas por las televisiones esparciendo sus ideas, pero quién sabe. La clave siempre es conectar con lo que las mayorías dicen que quieren. Y hoy, nadie les habla.
Democracias y otros golpes
Arde Perú.- El problema de la inseguridad ciudadana en Lima ha pasado a la primera línea de la política en el país vecino, no tanto por su incidencia directa sino por el uso que el gobierno sin norte de Dina Boluarte está haciendo del tema para sobrevivir en un equilibrio difícil. Boluarte no tiene opciones de ser reelegida, pero piensa apurar el mandato hasta el final. Las protestas crecen y la sensación de desamparo también. Veremos, porque en el cálculo táctico, el asunto puede desbordar a Bolivia también.
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Trump sísmico.- Queda más de un mes para que el magnate asuma su segunda presidencia y última, pero su proximidad viene provocando movimientos sísmicos de fondo. Dinamitar el libre comercio con Canadá y México tendrá consecuencias para todos, pero aún así no deja de ser un aperitivo para lo que se viene con China.
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Xi Jinping parece haber adoptado la técnica trumpista, y antes de sentarse a comentar nada, ha impuesto un embargo tan técnico como sensible que vale la pena leer cómo lo explica New York Times. Podría ser una reacción, pero eso depende de quién da el primer golpe.
Nadie sabe qué sucederá finalmente en concreto, pero los expertos, simplificando, traducen la tensión en un dólar fuerte, es decir, replegado en inversiones seguras, es decir, lejos de Bolivia y otros países en desarrollo, que por lo general acaban pagando los platos rotos en forma de intereses altos.
Al otro lado, China ha cambiado su política monetaria, busca apuntalar su mercado interno con más crédito y más propiedad y el Partido Comunista Chino ha “sugerido” más políticas de gasto público, mientras que las exportaciones se han disparado porque todo el mundo quiere comprar ahora ante las amenazas de Trump. No sé si será burbuja, pero algo va a estallar.
Guerras y otras catástrofes
Los “exterroristas”.- Siria ha sido el tema de la semana. El pasado viernes que enviaba este Mediterráneo las tropas avanzaban hacia Homs, el domingo Al Asad había huido y cayó Damasco dejando al mundo perplejo: en diez días de ofensiva se acabaron 13 años de guerra civil.
Hay varias claves, la primera convertir en grupos rebeldes a los grupos “antiguamente” conocidos como “terroristas” de Al Qaeda o el Isis. También Turquía, la dueña de las llaves del Bósforo, parte de la OTAN, aspirante perpetua a la UE y con sus propios sueños imperiales otomanos. También están las ganas de Alemania e Italia de devolver a sus asilados sirios a su país de origen una vez derrotada la amenaza - ¿los mandarán en tren como antaño?
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En El Orden Mundial dan muchas más claves de un asunto que efectivamente ha acabado por culminar un año en el que Israel se ha coronado como poder absoluto de la región – aún sin Trump en el poder -, que deja a Irán muy aislado.
Israel sigue matando.- Por si acaso no hay que olvidar que aunque ha caído el régimen sirio, que aunque Irán está asustado y Hizbulá se ha rendido, Israel sigue atacando todo el territorio de Gaza – en la práctica un campo de concentración - con casi 50.000 muertos
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Las recomendadas
En las recomendadas para este fin de semana de reflexión y elección les dejo varias lecturas amenas
- Por ejemplo, todo el especial noviembre -. diciembre de Nueva Sociedad: ¿Qué dice la música sobre América Latina? es de los que no te permiten dejar de leer.
- En El Faro una historia medio coyuntural, lejos de su especialidad, que son las maras y las cárceles, pero que da cuenta de cómo Bukele parece haber agotado una agenda y se da de bruces con la cotidianeidad de la política y sus corrupciones: Corte de Cuentas intentó exculpar a Anliker por saqueo millonario y responsabilizar a sus empleados
- También está en problemas Gustavo Petro tras la caída de su reforma estrella, la fiscal, pero sin duda las formas serán objeto de batalla en la próxima elección, que ya llega y que viene cargada como explica aquí La Silla Vacía, 40 precandidatos, ríete de la división opositora boliviana: Los pronósticos sobre el 2026, en este punto, son carreta
- En Connectas este reportaje: Infancia desprotegida: el abismo entre las leyes y la realidad en Colombia que nos recuerda tanto a nosotros mismos.
- De El Salto esta crítica mordaz a la capital española y su política populista: Fake Madrid, un paseo por los hitos del simulacro
- Y no podía dejarles sin su reportaje de Anfibia, más en estos días que se cumplen hitos: Qué tienen los leones en el corazón