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Mediterráneo: Destituyente
Este texto forma parte del boletín Mediterráneo de análisis de la coyuntura internacional que firma el director Jesús Cantín y que se distribuye los viernes. Si quieres recibirlo en tu correo, suscríbete gratis más abajo
Llegó Eduardo Rodríguez Veltzé a Tarija en el marco de los diálogos con la Fundación Friedrich-Ebert-Stiftung (FES) para sembrar una duda entre los presentes. ¿Vivimos un momento constituyente en Bolivia? Sólido como siempre en sus planteamientos el expresidente caracterizó el momento de crisis derivado del hiperpresidencialismo y la podredumbre de la Justicia y tal vez sobrestimó – a mi criterio – la protesta ciudadana derivada de estos hartazgos, que por el momento no se ha materializado en estallido ni siquiera cuando en el Chapare se dispusieron condiciones para que prendiera la mecha.
Obviamente no hablamos de un proceso formal, sino de la acumulación de indicios, fuerzas, y razones que tarde o temprano desencadenen en un cambio constitucional como materialización de un nuevo pacto social. El debate es larguísimo, porque efectivamente el momento es decepcionante y hay demasiados asuntos que requieren modificaciones, pero también hay muchos que en realidad requieren ser desarrollados respetando la voluntad del constituyente, por ejemplo, la autonomía.
Los desafíos grandes siempre provocan miedos, pero también ilusiones, y tal vez Bolivia necesita volver a reunirse en una mesa a debatir sobre el proyecto común para volver a conectarnos; por el contrario, tampoco es sano ligar la Constitución a la voluntad del gobernante de turno y propiciar su cambio cada vez que se renueva el signo del poder.
Se suman además condiciones de riesgo que no solo son propias de Bolivia, sino comunes en el mundo. De un lado, la práctica disolución de los movimientos sociales, sindicales, gremiales, etc., muy golpeados por la codicia y el individualismo reinante y por otro, aunque tal vez como causa, el poder populista y simplificador de las redes sociales y el papel que juegan en la construcción de ciudadanía, limitando la participación real.
En muchos foros se habla precisamente de momento “destituyente” y en particular en América Latina. Como fuere, la semilla está sembrada para la reflexión y serán los ciudadanos, como siempre, por la vía democrática, los que acaben marcando el camino a unos políticos que son cada vez menos líderes, ni siquiera cuando ostentan el poder de forma despótica.
Democracias y otros golpes
A raíz de la semilla sembrada por Veltzé me ha dado por hacer un pequeño compendio latinoamericanista que en algún momento pareció vivir su propio “momento constituyente” en favor de la integración regional, pero que ha vuelto al ostracismo tras la victoria de Milei en Argentina, de cuyo gobierno hablamos recurrentemente, y que no tiene el cono sur como prioridad, a lo que se ha sumado el enrarecimiento de las relaciones entre Lula y Maduro desde la “elección” de julio - que están arrastrando a Bolivia por cierto a un punto intrascendente en el conjunto -.
Uruguay.- La victoria de Orsi suma a esas expectativas. El Frente Amplio ha retomado el poder luego de un breve ciclo de Lacalle Pou en el que por cierto ha gobernado con bastante criterio sin dejarse llevar por la ola populista que por ejemplo aupó a Javier Milei. Su Estado del Bienestar es significativamente superior al resto, pero su rol siempre ha sido importante, también como símbolo.
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Ecuador.- La campaña de 20 meses en Ecuador llega a su recta final y parece que habrá pelea.
Daniel Noboa asumió la presidencia tras ganar una elección exprés propiciada por la caída de Guillermo Lasso envuelto en corrupciones varias. Noboa, parte de la élite bancaria del país como Lasso, pero envuelto en una estrategia populista tipo Bukele, derrotó al correísmo, que no acaba de reinventarse, y empezó una gestión destinada a reelegirse. Aplicó recetas de mano dura que tanto gusta y convocó un referéndum del que salió tocado precisamente por sus planteamientos económicos. Los apagones de los últimos meses – que parecen preparar el terreno a una privatización del negocio a precio de saldo – pueden ser la puntilla… pero hay partido, y largo.
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Venezuela.- La república bolivariana ha vuelto estos días a las primeras planas de los grandes medios por el intento de Corina Machado de reorganizar fuerzas luego de que prácticamente quedaran diluidas en septiembre tras el exilio de Edmundo González y la durísima represión del gobierno, que asume que no hay actas válidas pero que descarta volver a votar, lo que le ha costado el choque con Lula y con Petro, aunque algo menos.
El 10 de enero será la posesión y Machado insiste en que ese día Edmundo Gonzáles será presidente. De momento no explica cómo y pide fe. Veremos las movilizaciones del fin de semana.
Brasil.- En Brasil Lula bajó muchas banderas izquierdistas para convertirse el candidato de un “frente democrático” que ganó por los pelos a Jair Bolsonaro y en las elecciones municipales, la ultraderecha ha vuelto a mostrar su fortaleza. Lula quiere concentrarse en su agenda internacional – G20, COP 30, BRICS, asiento permanente para Brasil en el Consejo de Seguridad de la ONU… - y ha rebajado el entusiasmo en otros asuntos continentales como el Mercosur. Veremos.
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Perú.- El clima en Perú no dista demasiado de sus últimas experiencias y cualquiera podía imaginar que iba a acabar así, salvo por la escalada de inseguridad que se denuncia recurrentemente y sobre la que el Gobierno no parece actuar. Dina Boluarte aprovechó la mano del Fujimorismo para alcanzar la presidencia tras la caída/golpe de Castillo, prometió adelantar las elecciones para calmar las protestas y no lo ha hecho y actualmente vive atrincherada esperando que pase el tiempo sin más escándalos.
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Chile y Colombia.- Mientras Chile y Colombia viven una suerte de realidad paralela. Boric intentó cambiar la Constitución y perdió, pero también perdió la promovida desde el otro extremo, y sin posibilidad de ir a la reelección inmediata, se esmera en que su gestión sea pulcra para que la izquierda pueda optar a un segundo mandato e incluso el volver dentro de cuatro años. También Petro desistió de intentar un cambio constitucional y aspira a convertir su alianza en partido desde el que gobernar en la sombra… si es que la izquierda revalida el triunfo. Ambos están sometidos a presión y escrutinio permanente y los resultados son inciertos.
Guerras y otras catástrofes
La guerra comercial.- De entre todos los escenarios de guerra que se viven, la comercial es la que más atención acapara y eso que Donald Trump aun
no ha tomado posesión de su cargo de presidente. Las amenazas contra México ya han hecho tambalear a los mercados y el pronóstico de dólar fuerte causa estragos, sobre todo, aquí en el sur.
Y es que la transición sigue dando mucho que hablar y analizar, también en el contexto de las otras guerras y particularmente la de Ucrania, pues Zelenski ha decidido quemar toda la artillería con la venia de Biden y Putin no sabe cómo responder exactamente.
La tregua del Líbano: La otra noticia de la semana es la tregua firmada entre Hezbulá e Israel que nadie acaba de interpretar con certeza porque aparentemente, nadie la necesitaba. La guerrilla libanesa pro iraní queda muy tocada mientras que Israel se concentrará en acabar la purga en Gaza. ¿Y después? Ahí están las dudas.
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Las recomendadas
Entre las recomendadas de esta semana:
- De Anfibia este reportaje sobre la moneda que nos trae de cabeza en Bolivia, en Argentina y en gran parte del Sur Global: Todas las caras del dólar
- Del New York Times traigo esta nota sobre el desafío cinematográfico que ha aceptado Netflix con esta joya de la literatura. Atentos al resultado: Netflix presentará ‘Cien años de soledad’ en La Habana
- De Nueva Sociedad este análisis sobre el enésimo outsider de ultraderecha que da la sorpresa en una elección en Europa… Rumania: una extrema derecha ecologista, cristiana y «anticolonial»
- De DW esta nota sobre el acoso al único periódico progresista y crítico de Israel, que en todos sitios cuecen habas: Sanción a 'Haaretz': mala noticia para la libertad de prensa
- De Público esta crónica sobre las elecciones en Irlanda, porque me gusta recordar que en Bolivia aún hay pulsiones separatistas sin resolver: Irlanda va a las urnas con el Sinn Féin y los dos partidos de centro empatados
- Y aquí un reportaje en TV de LaMula sobre la minería ilegal en Perú, que nos toca bien de cerca: