Rusia lanza un misil experimental sobre Dnipró, en el centro de Ucrania
Sin carga nuclear, impactó en el complejo de tecnología de misiles ucraniano
Rusia lanzó este jueves un misil balístico de última generación contra la ciudad de Dnipró, en el centro de Ucrania. En el ataque, que fue dirigido “contra fábricas e infraestructura crítica” de esta localidad, también se empleó un misil aerobalístico Jinzhal y siete misiles de crucero Kh-101, según informó la Fuerza Aérea ucraniana.
Al principio se creyó que el proyectil empleado era el RS-26 Rubezh, un misil intercontinental (IRBM) con base en tierra pero móvil, con un radio de acción de unos 6.000 kilómetros y con capacidad para cargar cuatro ojivas nucleares con una potencia total de 0,3 megatones, según medios ucranianos, aunque también puede llevar carga convencional.
Más tarde se supo –y así fue comentado por el propio Vladímir Putin– que se trataba del nuevo misil Oreshnik, que podría ser el mismo Rubezh modificado. Se trató de una prueba –“ha sido exitosa”, dijo– y también de una respuesta al uso de misiles occidentales contra Rusia. Según el propio Putin, el Oreshnik es de alcance medio pero con características de misil intercontinental. “Los misiles atacan un objetivo a una velocidad de Mach 10, es decir, de 2,5 a 3 kilómetros por segundo. Los sistemas de defensa antiaérea modernos y los sistemas de defensa antimisiles creados por los estadounidenses en Europa no los interceptan”, afirmó.
El disparo del misil fue una prueba y una respuesta al uso contra Rusia de proyectiles occidentales
Los rusos no cargaron la temida bomba nuclear en el misil, sino que se limitaron a dispararlo junto a otros de los más empleados en esta guerra. El ataque se produce después de que Ucrania utilizara misiles estadounidenses y británicos para atacar objetivos dentro de Rusia el lunes y el miércoles respectivamente, algo que Moscú había advertido durante meses que sería visto como una escalada importante.
El objetivo del lanzamiento por parte de Rusia no sería otro que el de enseñar el arsenal del que dispone, esperando la reacción habitual. Todo un dispendio por otra parte, teniendo en cuenta el objetivo, tan cercano. La idea de Moscú sería simplemente enviar el mensaje de que puede disparar este misil con carga nuclear si quiere. “Si realmente se trata de un misil balístico de mediano o largo alcance, entonces la idea principal es demostrar que Rusia está lista para utilizar estos misiles, la señal es que, si es necesario, se utilizarán con una ojiva nuclear”, explicó Pavel Podvig, jefe del proyecto de Armas Nucleares Rusas, citado por el medio ruso independiente Historias Importantes.
“Vale, ya sabíamos lo que tienen y nos lo han enseñado. ¿Para qué? Fin de la historia”. Así se lo tomaba, en charla con La Vanguardia, un ingeniero industrial vinculado a un proyecto de defensa relacionado con misiles. El programa de misiles ucraniano, decía, ha sido largamente aplazado innecesariamente, “hasta ahora por fin”.
El misil fue disparado desde la región rusa de Astracán, según informaron las autoridades ucranianas. El lanzamiento se habría producido desde el cosmódromo de Kapustin Yar, una base para el desarrollo y lanzamiento de misiles situada en la localidad de Známensk, en el norte de esta región y a unos 780 kilómetros en línea recta al este de Dnipró, según informaron RBC-Ucrania y Defense Express, una consultora ucraniana de defensa. De esta manera, en una trayectoria hacia el oeste puede evadir mejor las defensas antiaéreas ucranianas, esto es lo que explicaría que haya sido disparado sobre la ya muy castigada ciudad de Dnipró.
Pero hay otra explicación muy clara. Durante la época soviética, Dnipropetrovsk (el nombre cambió bastante recientemente) fue la ciudad de la tecnología aeroespacial de la URSS. Aquí se fabricaban misiles, en el complejo Yuzhmash, y la ciudad era secreta, cerrada a los extranjeros. El complejo Yuzhmash, donde aparentemente se desarrollaría al menos una parte del nuevo programa ucraniano de misiles, era precisamente el blanco del Oreshnik ayer.
La defensa antiaérea ucraniana fue capaz de derribar seis de los siete misiles de crucero lanzados sobre Dnipró, pero no interceptó el misil balístico intercontinental ni el Jinzhal, que son dos de los misiles más sofisticados del arsenal ruso. Según la Fuerza Aérea ucraniana, los misiles no derribados no causaron daños “sustanciales”. El gobernador de la región, Serhí Lisak, se limitó a decir que el ataque había causado daños en una empresa industrial y provocado incendios en Dnipró. Dos personas resultaron heridas.