Duro con China, carta blanca para Israel: así será la nueva política exterior de Trump
Los últimos nombramientos en su gabinete reflejan el camino que seguirá Estados Unidos en el mundo durante los próximos años.
¿Qué tienes que saber?
Donald Trump define la política exterior de su Administración. El presidente electo habría escogido al senador de Florida, Marco Rubio, como secretario de Estado, y ha nombrado al congresista Mike Waltz como consejero de Seguridad Nacional. Ambos son especialmente hostiles a China e Irán.
Trump también ha elegido a la embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas. Se trata de Elise Stefanik, congresista republicana por Nueva York. Carece de experiencia en política exterior, pero es una gran aliada de Trump y defensora de Israel. De hecho, criticó a la ONU por su papel en la guerra de Gaza y ha pedido no financiar a la UNRWA.
Estos nombramientos coinciden con los primeros rumores sobre los planes de Trump. Según el Wall Street Journal, su equipo planea parar la adhesión de Ucrania a la OTAN durante veinte años para lograr la paz. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ya ha hablado con Trump y Elon Musk, cuya red de satélites Starlink es clave para Kiev.
Además, Trump ha contactado con Benjamín Netanyahu. El primer ministro israelí envió un emisario a Estados Unidos para hablar con el republicano justo en plena visita del presidente israelí, Isaac Herzog, a la Casa Blanca. Joe Biden ha amenazado con suspender el suministro de armas a Israel si no se cumplen sus demandas humanitarias en Gaza.
¿Por qué es importante?
Estas nombramientos de Trump dan ciertas pistas sobre la nueva política exterior de Estados Unidos. Rubio y Waltz son perfiles muy agresivos. Sus posiciones están más cerca de los neoconservadores republicanos ―partidarios del intervencionismo y de la paz a través de la fuerza― que las de Trump, más aislacionista a nivel internacional.
Trump comparte con Rubio y Waltz su aversión hacia China. Su hostilidad respecto a Pekín evidencia que Washington endurecerá sus políticas comerciales contra el gigante asiático. Asimismo, su presencia en el Gobierno garantiza la protección a Taiwán, a pesar de que Trump haya sugerido que Taipéi debía pagar por su defensa.
El nuevo gabinete de Trump refuerza las aspiraciones de Israel. Rubio y Waltz respaldan abiertamente las ofensivas israelíes en Gaza y Líbano y una línea dura contra Irán y sus aliados. Su designación facilita que Netanyahu intensifique sus ataques en Oriente Próximo.
Las designaciones de Rubio y Waltz no son tan malas para Ucrania y Europa como se pensaba. Aunque apoya la paz a cambio de territorio, Rubio es crítico con Rusia e impulsó una ley para dificultar que Trump saque a su país de la OTAN. Waltz busca aumentar las sanciones a Moscú y quitar restricciones a Ucrania con las armas de largo alcance.
La elección de Marco Rubio tiene un impacto enorme para América Latina. El actual senador rechaza normalizar relaciones con Cuba y es partidario de incrementar las sanciones contra Venezuela y Nicaragua. Asimismo, su respaldo a las políticas antiinmigratorias de Trump podría dañar las relaciones bilaterales con México.
¿Qué cabe esperar?
La nueva política exterior de Trump no se diferenciará mucho de su primer mandato. Su presidencia volverá a caracterizarse por la confrontación con China, el rechazo al multilateralismo, el proteccionismo y el pragmatismo en las relaciones internacionales.
A diferencia de Biden, Trump será más impredecible en política exterior. Sin embargo, con Rubio y Waltz, será menos disruptivo de lo esperado. A corto plazo, es probable que Trump mantenga su compromiso con la OTAN y la ayuda a Ucrania, a pesar de que pedirá a sus socios que paguen más y apretará para una paz con Rusia.
La Administración Trump incrementará la presión contra Irán. Del mismo modo, su Gobierno buscará recuperar el marco de los Acuerdos de Abraham, que permitieron a Israel normalizar relaciones con varios países árabes. Pero esta vez tendrá que lidiar con los deseos israelíes de anexionarse Cisjordania y su rechazo a un Estado palestino.
América Latina tendrá un gran peso en la presidencia de Trump. Es probable que su Administración endurezca sus sanciones contra Cuba, Venezuela y Nicaragua. Pero el principal damnificado será México, que podría verse afectado por las deportaciones masivas y los aranceles.